Francisca Fern¨¢ndez, la abogada espa?ola que ha llevado la violencia obst¨¦trica hasta la ONU
¡°El silencio era lo primero que hab¨ªa que romper y lo hemos conseguido¡±, asegura esta letrada que desde hace dos d¨¦cadas lucha por las mujeres que sufren negligencias en el parto
En marzo de 2020, el Comit¨¦ para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n contra la Mujer (CEDAW) reconoc¨ªa el problema estructural de violencia obst¨¦trica que sufre Espa?a a ra¨ªz de la denuncia de una mujer que en 2011 sufri¨® da?os f¨ªsicos y psicol¨®gicos en un hospital p¨²blico de Lugo. Por primera vez, un tribunal internacional condenaba a un Estado por este tipo de violencia hacia las mujeres e instaba a las autoridades a tomar medidas reales y eficaces para erradicarla. El pasado 14 de julio, la ONU volv¨ªa a responsabilizar a Espa?a de ejercer violencia obst¨¦trica. ¡°Si los m¨¦dicos y las enfermeras hubieran seguido todos los est¨¢ndares y protocolos aplicables, es probable que la v¨ªctima hubiera dado a luz de forma natural sin tener que pasar por todos estos procedimientos que la dejaron f¨ªsica y mentalmente traumatizada¡±, se?alaba Hiroko Akizuki, miembro de dicho comit¨¦, sobre el caso de Nahia Alkorta. La mujer, de 36 a?os y madre de tres hijos, fue sometida con su primer parto a una inducci¨®n injustificada que deriv¨® en una ces¨¢rea, durante la cual se la trat¨® de forma denigrante, adem¨¢s de ser separada sin motivo de su beb¨¦ durante m¨¢s de cuatro horas. Durante el posparto sufri¨® estr¨¦s postraum¨¢tico y tuvo secuelas f¨ªsicas que le impidieron durante a?os llevar una vida normal.
Estos son dos de los cuatro casos que Francisca Fern¨¢ndez Guill¨¦n, abogada especializada en Derecho Sanitario y socia fundadora del Observatorio de Violencia Obst¨¦trica, ha llevado a la ONU. Su labor en este sentido es elogiada por profesionales como Ibone Olza, una de las fundadoras de la asociaci¨®n El Parto es nuestro y del Instituto de Salud Perinatal, para quien Fern¨¢ndez Guill¨¦n tiene un papel clave en el reconocimiento de la violencia obst¨¦trica a nivel internacional. ¡°Si en la ONU se est¨¢ condenando a Espa?a, no es porque en Espa?a haya m¨¢s violencia obst¨¦trica que en otros pa¨ªses, el fen¨®meno es global. Es porque las primeras denuncias a la ONU est¨¢n llegando desde Espa?a. Estamos liderando este tema a nivel mundial y Francisca es pionera¡±, afirma Olza.
En 2019 Francisca Fern¨¢ndez recibi¨® el premio a la defensa de los Derechos Humanos en el Nacimiento por la organizaci¨®n Human Rigths in Childbirth y desde hace dos d¨¦cadas se dedica tanto a nivel profesional como desde el activismo a luchar por los derechos de las mujeres que sufren negligencias en el parto. Su camino empieza como v¨ªctima, con el nacimiento de su primera hija en 2002. ¡°Yo estudi¨¦ Derecho y me dedicaba a otras cosas que no tienen nada que ver con lo que hago hoy. Durante el parto de mi primera hija sufr¨ª violencia obst¨¦trica: mi hija casi se muere y yo qued¨¦ con consecuencias muy graves para mi salud f¨ªsica y mental¡±, cuenta Fern¨¢ndez a EL PA?S. Lo primero que hizo fue ir a la ley para ver si todo lo que les hab¨ªa pasado a su hija y a ella era legal. ¡°Me di cuenta entonces de que, aunque en teor¨ªa las leyes que protegen los derechos de los pacientes son de aplicaci¨®n tanto si el paciente es var¨®n como si es mujer, la realidad es que a nosotras, en particular cuando estamos embarazadas, se nos trata de manera diferente y se nos excluye de esa protecci¨®n¡±, explica.
A los cuatro meses de aquello, entr¨® en un peque?o foro creado por Ibone Olza y Meritxell Vila Conesa: Apoyo ces¨¢reas. ¡°Ellas empezaron a contar lo que les hab¨ªa pasado, yo en seguida me identifiqu¨¦ y fue entonces cuando empezamos a recopilar testimonios de otras mujeres. Nos dimos cuenta de que hab¨ªa un hilo conductor, un modus operandi, que lo nuestro no eran casos aislados. Cada d¨ªa llegaban a la lista cinco, ocho, diez mujeres nuevas con historias terribles. As¨ª naci¨® El parto es nuestro, hace 19 a?os. Y fue desde ah¨ª que me dediqu¨¦ a pleitear¡±, recuerda ahora. Muchas mujeres se acercan al activismo desde sus propias experiencias y ayudan las dem¨¢s desde su lugar, desde su profesi¨®n. Esa fue la fuerza de aquel grupo de mujeres: unirse y aportar cada una desde su lugar. ¡°En aquel momento la SEGO [Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia] dec¨ªa que ¨¦ramos un lobby con mucho poder. A m¨ª me daba la risa porque era incomprensible para ellos que unas simples mujeres pudi¨¦ramos tener tanto impacto. Fuimos al Ministerio de Sanidad, conseguimos que se creara la estrategia de atenci¨®n al parto normal. Removimos mucho. Nosotras solo ten¨ªamos el apoyo de unas y de otras, poniendo nuestras profesiones de forma desinteresada al servicio de una causa, y esto fue una fuerza mucho m¨¢s poderosa que el dinero o la posici¨®n que ellos tuvieran. Cuando hablamos de violencia obst¨¦trica, la fuerza que hemos tenido los grupos de mujeres en Espa?a no tiene parang¨®n en Europa¡±, explica Fern¨¢ndez.
La violencia obst¨¦trica se define como la vulneraci¨®n de los derechos humanos y reproductivos de las mujeres a trav¨¦s de pr¨¢cticas f¨ªsicas o psicol¨®gicas por parte de los profesionales que las atienden durante el embarazo, el parto y el posparto. Pr¨¢cticas como procedimientos innecesarios, protocolos obsoletos e injustificados, actitudes paternalistas, chantaje e insultos, que de tan normalizadas han sido invisibilizadas durante d¨¦cadas. Para Francisca Fern¨¢ndez, el cambio fundamental en estos a?os es que ahora hay recursos: ¡°Por un lado, tenemos miles de historias que hemos contado las dem¨¢s. Por lo menos las mujeres saben que lo que les pasa no tiene tanto que ver con ellas, con su embarazo, su parto o su aborto, sino con el sistema. Que no tienen la culpa. Esto es valios¨ªsimo. Antes te pod¨ªan decir que estabas loca, que a lo mejor ten¨ªas una depresi¨®n posparto. Adem¨¢s de los relatos, tambi¨¦n hay recursos terap¨¦uticos y preventivos y ahora tenemos el referente jur¨ªdico de las decisiones del comit¨¦¡±.
El proceso jur¨ªdico para llevar los casos de violencia obst¨¦trica a la ONU se ha extendido a lo largo de 10 a?os, ya que para ir a un organismo internacional antes se deben haber agotado todos los recursos que se ofrecen a nivel nacional. ¡°Al ver que a nuestro Tribunal Constitucional no le importaba algo tan trascendente como el nacimiento, como el papel de las mujeres en el parto, reun¨ª cuatro casos representativos de violencia obst¨¦trica que hab¨ªan sido rechazados por los tribunales espa?oles e investigu¨¦ la posibilidad de presentarlos ante el comit¨¦ para la eliminaci¨®n de la discriminaci¨®n contra la mujer de Naciones Unidas. Fue a trav¨¦s de la asociaci¨®n de abogadas Women?s Link Worldwide, especializadas en salud sexual y reproductiva, que me animaron a llevarlo a un comit¨¦ internacional porque estaba muy relacionado con la discriminaci¨®n por ser mujeres. Tambi¨¦n me ayudaron espont¨¢neamente otras mujeres: una doctoranda de la Universidad de Le¨®n y una estudiante de Derecho de Estados Unidos. As¨ª hicimos un equipo y nos pusimos a trabajar en cuatro casos para presentarlos de forma conjunta. Despu¨¦s, el comit¨¦ prefiri¨® evaluarlos de forma individual, pero igualmente ah¨ª est¨¢ el resultado¡±. El Estado espa?ol a¨²n no ha cumplido con las recomendaciones del comit¨¦. ¡°Desafortunadamente, ante la resistencia de nuestro Gobierno a cumplir con sus obligaciones internacionales, tendremos que acudir a la justicia para exigir su ejecuci¨®n¡±, a?ade la abogada.
Hemos avanzado mucho. Creo Las mujeres cada vez tenemos m¨¢s conciencia de c¨®mo el sesgo de g¨¦nero en medicina amenaza nuestra saludFrancisca Fern¨¢ndez
Asegura Francisca Fern¨¢ndez que puede haber litigado alrededor de 400 casos en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas y, aunque no en todos, en la mayor¨ªa est¨¢ el componente de la violencia obst¨¦trica. Tambi¨¦n ha llevado infinidad de casos simplemente de acompa?amiento, de reclamaciones, de ayudar a muchas mujeres a presentar una queja. La mayor¨ªa de los que Fern¨¢ndez ha ganado han sido por plantearlos desde la negligencia m¨¦dica, porque as¨ª, dice, es m¨¢s probable que una mujer obtenga justicia. ¡°Cuando intentas profundizar, hablar de cuestiones como los estereotipos en la atenci¨®n m¨¦dica, ya no se quiere entender y es entonces cuando te encuentras con un muro¡±, asegura la abogada, que denuncia que el coste econ¨®mico y social de la violencia obst¨¦trica es enorme. ¡°Gran parte del colectivo m¨¦dico niega la existencia del problema en lugar de reconocerlo y trabajar para erradicar la violencia obst¨¦trica. Se muestran siempre a la defensiva. Es agotador¡±, cuenta.
Pese a ese agotamiento, Francisca Fern¨¢ndez es optimista. ¡°No s¨¦ lo que pasar¨¢ a futuro, pero hemos avanzado mucho. Creo que las mujeres cada vez tenemos m¨¢s conciencia de c¨®mo el sesgo de g¨¦nero en medicina amenaza nuestra salud. El Estado no tendr¨¢ m¨¢s remedio que cumplir con las recomendaciones internacionales, porque al suscribir el Tratado para la eliminaci¨®n de la discriminaci¨®n contra la mujer, Espa?a adquiri¨® ese compromiso. Y ya no hay silencio como antes en torno a este problema, eso era lo primero que hab¨ªa que romper y lo hemos conseguido¡±.
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