Nueve consejos para madres y padres primerizos
Ahora que he cumplido el decimosexto aniversario como mam¨¢ y con toneladas de experiencias y de aprendizajes adquiridos por ensayo-error, puedo afirmar que la maternidad se ha convertido en el viaje m¨¢s apasionante de mi vida
Recuerdo perfectamente el d¨ªa que supe que estaba embarazada por primera vez. Un c¨®ctel de sentimientos se apoder¨® de m¨ª e hizo que me sintiese enormemente vulnerable. La intensa alegr¨ªa se mezcl¨® con un gran sentimiento de responsabilidad. El miedo, la incertidumbre o las inseguridades fueron floreciendo a lo largo de los nueve meses de embarazo y, en ocasiones, me hicieron llegar a dudar si ser¨ªa capaz de ser una buena mam¨¢. Emociones que compart¨ª plenamente con mi pareja y que nos hizo darnos cuenta de que nuestra vida iba a cambiar de forma radical.
Fui una primeriza bastante convencional. Tuve un embarazo sin grandes sobresaltos que viv¨ª llena de ilusiones. Ilusi¨®n por poder ampliar la familia junto a mi marido, emoci¨®n por hacer a mis padres por primera vez abuelos, una complicidad muy especial con mis hermanas por hacerles t¨ªas. Los ¨²ltimos meses se hicieron eternos. Me hart¨¦ de leer libros sobre embarazo y crianza y asist¨ª a diferentes formaciones de preparaci¨®n al parto en mi centro de salud. Preparamos con mucho mimo la habitaci¨®n y ropa de nuestro beb¨¦ y compramos muchas cosas de puericultura que jam¨¢s llegamos a utilizar.
El temor al parto sobrevolaba a menudo sobre mi cabeza y me llenaba de mucha preocupaci¨®n. A menudo familiares y amigos explicaban su experiencia en el nacimiento de sus hijos que no ayudaban a templar mis nervios. Tuve un parto lleno de complicaciones a las que por suerte el personal sanitario que me atendi¨® supo darle respuesta. Jam¨¢s olvidar¨¦ lo que sent¨ª al ver a mi hijo por primera vez, al notar su piel, al darme cuenta de que hab¨ªa sido un flechazo para toda la vida.
Las primeras semanas con nuestro beb¨¦ fueron muy ca¨®ticas. Recuerdo mi desesperaci¨®n y cansancio al ser incapaz de calmar o entender a mi hijo cuando lloraba sin parar. ?Ojal¨¢ antes de su llegada alguien nos hubiese explicado que ser mam¨¢ o pap¨¢ es el ¨²nico oficio del mundo en el que primero te otorgan el t¨ªtulo y luego cursas la carrera!. Una carrera de fondo maravillosa pero repleta de dudas y de miles de cosas por aprender. Porque a ser padre se aprende sobre la marcha con mucha paciencia y dedicaci¨®n. Superando obst¨¢culos y aceptando los posibles errores que puedes realizar por la falta de experiencia. Ahora que he cumplido el decimosexto aniversario como mam¨¢ y con toneladas de experiencias y de aprendizajes adquiridos por ensayo-error, puedo afirmar que la maternidad se ha convertido en el viaje m¨¢s apasionante de mi vida. Una aventura de retos diarios que me hace salir de mi zona de confort y me hace ser cada d¨ªa un poco mejor.
Ojal¨¢ antes de ser mam¨¢ alguien me hubiese regalado algunos de estos consejos:
- Debes saber que tu hijo no va a tener un mejor pap¨¢ o mam¨¢ que t¨². Con nuestras virtudes y defectos no existir¨¢ una persona m¨¢s especial e importante para ¨¦l en todo el planeta.
- Aprende a creer en tu propio instinto, en tu forma de querer, acompa?ar y proteger. El coraz¨®n a menudo nos marca el camino correcto que debemos tomar. Nuestros hijos no necesitan ¡°padres perfectos¡± sino personas que est¨¦n presentes y disponibles en sus vidas, que les quieran sin condici¨®n.
- Recuerda que la maternidad va mucho m¨¢s all¨¢ de decidir si le das pecho o biber¨®n, si haces colecho o decides que duerma en su habitaci¨®n. Ser mam¨¢ significa querer sin medida, dar alas para volar, despertar las ganas de vivir y aprender.
- No dejes que lo urgente te robe el tiempo para lo importante. Dedica a diario a tu hijo tiempo de calidad donde pod¨¢is jugar y establecer espacios para hablar con la calma creando v¨ªnculos y complicidad. Hazle sentir ¨²nica y no olvides de decirle a diario que le quieres sin peros ni pros.
- Pide ayuda siempre que lo necesites sin sentir verg¨¹enza o miedo al qu¨¦ dir¨¢n. Educar en ¡°tribu¡± es mucho m¨¢s enriquecedor para todos. Busca aliados que te entiendan, que reduzcan tu carga y te ayuden a superar los contratiempos. Si es necesario acude a profesionales que te puedan orientar.
- Aunque en ocasiones sea muy dif¨ªcil conseguirlo, busca tiempo para ti, para cuidarte y mimarte. Para cultivar tus aficiones o aprender nuevas cosas. El autocuidado es imprescindible para tener una buena salud f¨ªsica y mental. Si t¨² est¨¢s bien, tus hijos tambi¨¦n lo estar¨¢n.
- No te vuelvas loca comprando cosas de puericultura. Tu hijo lo que m¨¢s necesita son tus brazos, mimos y consuelo. Tus miradas c¨®mplices y palabras que le alienten.
- F¨®rmate todo lo que puedas en temas de educaci¨®n y crianza. El conocer las caracter¨ªsticas propias de la etapa educativa que vive tu hijo te permitir¨¢ ofrecer una mejor respuesta a sus necesidades y educarle desde la calma y el respeto.
- Da a tu hijo el tiempo necesario para aprender y el espacio para que pueda expresar sus emociones con libertad. Perm¨ªtele llorar, estar triste o aburrirse. Ens¨¦?ale a poner nombre a todo aquello que siente y a desarrollar estrategias para poder hacer frente. Jam¨¢s olvides que no hay nada m¨¢s maravilloso que nuestra vida se llene de primeras veces. Disfruta de cada etapa porque nuestros peque?os crecen casi sin darnos cuenta.
Como dec¨ªa Meryl Streep: ¡°la maternidad tiene un efecto humanizador, todo se reduce a lo esencial¡±. As¨ª que seamos capaces de disfrutar y dar gracias por el regalo m¨¢s extraordinario que tendremos en nuestra vida.
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