Separaci¨®n y divorcio: c¨®mo cont¨¢rselo a ni?os y adolescentes para ayudarles a afrontarlo
Poner fin a la relaci¨®n de pareja se puede vivir como una situaci¨®n de muy dif¨ªcil gesti¨®n para los menores, pero existen estrategias de comunicaci¨®n y apoyos que ayudan a los padres a sobrellevar estas situaciones, minimizando as¨ª el impacto negativo sobre los hijos
Una relaci¨®n de pareja tiene un impacto profundo en la vida de los ni?os porque afecta a su estabilidad emocional, a su rutina diaria y a su sentido de seguridad. Por lo que la separaci¨®n o el divorcio puede promover lo contrario. Reacciones de rabia, enfado, tristeza y conflicto familiar que, probablemente, se reflejar¨¢n en las relaciones con sus iguales, en su rendimiento acad¨¦mico y, en algunos casos, en cambios en su ocio y relaciones personales. Pero la ruptura es una cuesti¨®n de adultos, y si se tienen hijos o hijas a cargo, hay que saber ser a¨²n m¨¢s adultos si cabe, alejando nuestras disputas de ellos para, en la medida de lo posible, mantener la estabilidad que necesitan en su vida diaria.
Seg¨²n el INE, en Espa?a, en 2022, hubo 81.302 divorcios, 3.210 separaciones y 39 nulidades. Los matrimonios disueltos por divorcio tuvieron una duracio?n media de 16,5 an?os, similar a la del an?o anterior. El 32,4% de los divorcios se produjo despue?s de 20 an?os de matrimonio o ma?s; y el 20,7%, entre cinco y nueve an?os; el 16,9%, entre 10 y 14 an?os; el 15,6%, entre 15 y 19 an?os; el 11,9%, entre dos y cuatro an?os; y el 2,5%, en menos de dos an?os. En el 51,2% de los casos de separaci¨®n entre co?nyuges de diferente sexo habi?a hijos menores sobre los que otorgar la custodia. En el 3,5% de estos divorcios la custodia se otorgo? al padre, en el 50,6% a la madre, en el 45,5% fue compartida y en el 0,4% se otorgo? a otras instituciones o familiares.
Ante esta nueva situaci¨®n, los mediadores familiares recomiendan en una primera instancia la comunicaci¨®n abierta y honesta para afrontar un proceso de separaci¨®n o divorcio. Cuando llega el momento en las sesiones de hablar sobre c¨®mo comunicarlo a los hijos, c¨®mo gestionar la conversaci¨®n, c¨®mo tomar decisiones conjuntas estando separados y ya con vidas diferentes e, incluso, en las situaciones en las que ya hay una nueva pareja es fundamental, por tanto, que los padres hablen con franqueza con sus hijos sobre la situaci¨®n. Hay varios motivos para ello, pero sobre todo son tres:
- Los hijos necesitan entender lo que est¨¢ sucediendo y recibir respuestas claras a sus preguntas.
- Es importante adaptar la informaci¨®n a la edad y nivel de comprensi¨®n de cada ni?o, evitando discusiones conflictivas y negativas sobre el otro progenitor.
- Los padres deben enfocarse en transmitir un mensaje de amor y apoyo conjunto, dejando claro que la separaci¨®n no es culpa de nadie y que ambos les seguir¨¢n cuidando y queriendo.
El gran problema de comunicar la separaci¨®n a los hijos es que se suele hacer durante el proceso, lo que supone que los padres pueden estar emocionalmente inestables, sufriendo mucha ansiedad o incluso superados por la situaci¨®n. Y es una responsabilidad conjunta como progenitores transmitirlo en un momento en el que ambos puedan hacerlo lo m¨¢s c¨®modamente posible. Un proceso de separaci¨®n vuelve a la cabeza de los hijos meses e incluso a?os despu¨¦s, por lo que sentar las bases de una buena relaci¨®n y no tener remordimientos o sentirse culpable por haberlo hecho mal es esencial. Es, adem¨¢s, un factor de protecci¨®n personal y sienta las bases de cara al futuro en las relaciones con los hijos despu¨¦s del divorcio.
?C¨®mo se hace?
El discurso no debe verse afectado por tu sentir para poder transmitirles confianza. Esto no quiere decir que no se puedas llorar o sentirte mal. Ni mucho menos. Pero hay que controlar las emociones para no proyectarlas en ellos, ponerles de parte o jugar con sus sentimientos. Es normal que se llore o haya tristeza, y compartirla siempre es algo bueno cuando se hace desde la sinceridad y no buscando un beneficio personal. Por lo tanto, es normal sentir y expresar, pero no jugar con las emociones guiados por un conflicto a¨²n no resuelto. Algunas pautas sobre c¨®mo hacerlo:
- Ser breve y conciso y centrar la comunicaci¨®n en el mantenimiento de la rutina y la estabilidad, aunque comunicarles que obviamente habr¨¢ cambios, pero ser¨¢n cambios que no afectar¨¢n a su vida y que, adem¨¢s, ellos y ellas dentro de la situaci¨®n tendr¨ªan poder de decisi¨®n.
- Responder a sus preguntas, pero sin entrar en detalles que corresponden a dos adultos que han decidido separarse.
- Acompasarles en su proceso emocional y permitirles expresarse con libertad.
Adem¨¢s, el mantenimiento de una rutina estructurada y predecible es crucial para que los menores se sientan seguros durante el proceso, sobre todo si son peque?os, pues esta situaci¨®n supone mucha ansiedad porque no van a pasar m¨¢s tiempo con sus padres juntos, sino que estar¨¢n ¨²nicamente con uno de ellos a la vez. Mantener las mismas actividades, horarios de comida y de sue?o, as¨ª como las tareas escolares les proporcionar¨¢ una sensaci¨®n de estabilidad y normalidad, ayud¨¢ndoles a enfrentar los cambios con mayor confianza y resiliencia.
Como padres, adem¨¢s, debemos animarles a pasar tiempo con el otro progenitor, salvo que la situaci¨®n requiera de una intervenci¨®n por maltrato o violencia, y tambi¨¦n apoyar sus actividades y visitas para mantener el v¨ªnculo con ambos por encima de exigencias o conflictos a¨²n no resueltos.
Es normal que los ni?os atraviesen una amplia gama de emociones durante una separaci¨®n o divorcio, desde tristeza y enfado hasta la verg¨¹enza por contarlo, la confusi¨®n y el miedo. ?C¨®mo pueden los padres y madres combatir estos miedos e inseguridades? Lo mejor es fomentar un entorno seguro, hablando con ellos de sus cosas y no utiliz¨¢ndoles de confesor; d¨¢ndoles espacio para que hablen y prioricen sus emociones por encima de las propias para que puedan expresar y manejar sus sensaciones y sentimientos de manera saludable.
Esto puede suponer un gran esfuerzo, pero escuchar activamente, validar c¨®mo se sienten y ofrecer consuelo son herramientas clave para ayudar a los ni?os, ni?as y adolescentes a procesar sus emociones y promover su bienestar emocional tras el divorcio o separaci¨®n de sus padres. Las rupturas matrimoniales son procesos desafiantes y desestabilizadores tanto psicol¨®gica como emocionalmente, pero con la atenci¨®n y el apoyo adecuados los menores pueden afrontarlos de manera saludable.
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