Xarly Rodri?guez: ¡°A los padres con dos hijos o m¨¢s nos admitir¨ªan en los ¡®marines¡¯ del tir¨®n¡±
El ilustrador acaba de publicar ¡®La maravilla de lo cotidiano¡¯ (Grijalbo), una preciosa novela gr¨¢fica que con extraordinaria sencillez hace un bello homenaje a la infancia y, m¨¢s en concreto, a la capacidad de imaginaci¨®n
El reconocido ilustrador Xarly Rodri?guez, m¨¢s conocido a¨²n por su ¨¢lterego Lucreativo, atiende a El Pa¨ªs por tel¨¦fono, en mitad de una caminata solitaria por el campo, a donde ha escapado para purgar la culpa que le produce no llegar a nada. Ni al trabajo, ni a la familia. ¡°Llego a las cosas, pero siento que estoy cayendo en la mediocridad, que no estoy al 100% en el trabajo ni tampoco 100% presente en la familia¡±, cuenta. Ese no llegar a nada, dice, lo contamina todo. As¨ª que ese paseo por el campo, alejado del mundanal ruido, es su forma de tomar perspectiva, de recuperar el eje y las prioridades, y, sobre todo, de ¡°dejar de ser un padre gru?¨®n¡± que, reconoce con humor, es su ¡°salida m¨¢s r¨¢pida¡± cuando se ve embargado por la apabullante sensaci¨®n de no concurrir a nada. Padre full time de tres hijos (Mart¨ªn, de ocho a?os, Olivia, de cinco, y Yago, de apenas cuatro meses), el reconocido ilustrador acaba de publicar La maravilla de lo cotidiano (Grijalbo), una preciosa novela gr¨¢fica que con extraordinaria sencillez hace un bello homenaje a la infancia y, m¨¢s en concreto, a la capacidad de imaginaci¨®n y de asombro de ni?os y ni?as, una capacidad que, desgraciadamente, vamos perdiendo con los a?os y las responsabilidades, pero que los hijos, a poco que uno sea receptivo, son capaces de volver a iluminar.
PREGUNTA. El comienzo de La maravilla de lo cotidiano me ha interpelado directamente: ese brutal contraste entre las horas de silencio ganadas al d¨ªa y las carreras que llegan unos minutos despu¨¦s por dejar a los ni?os en el cole a la hora¡
RESPUESTA. Cuando otros padres en el cole me preguntan qu¨¦ tal voy, yo siempre suelo responder que ¡°a la puta carrera¡±. As¨ª que s¨ª, hay un contraste muy grande entre esos momentos de silencio que consigo levant¨¢ndome muy temprano, a las 6 de la ma?ana, y lo que viene seguidamente. Ahora incluso, como nuestro beb¨¦ est¨¢ pachucho, hay d¨ªas en que me levanto a las 3 de la madrugada. Y esas horas luego me pasan factura, pero valen oro porque la casa est¨¢ en silencio, soy capaz de escucharme a m¨ª mismo, me puedo tomar un caf¨¦ con calma, leer, pensar, dibujar¡ Es un par¨¦ntesis de paz antes de empezar la carrera para acudir tarde a todo.
P. No pude evitar re¨ªrme al ver a tu alter ego amenazando con marcharse solo hacia al cole dejando al ni?o en casa. Que levante la mano quien no haya utilizado esa estrategia alguna vez.
R. Es de esas cosas absurdas que hacemos los padres por ir permanentemente con tantas prisas y tan desquiciados. Yo soy un tipo muy nervioso a la hora de hacer cosas, de una mente muy inquieta, sin embargo, muy tranquilo en las formas. Los ni?os, ya lo sabes, nos llevan al l¨ªmite en todos los aspectos. Y llega un momento en que la exageraci¨®n entra a formar parte de tu vida: ¡°te lo he dicho mil veces¡±, ¡°si no ven¨ªs ya, me voy sin vosotros al cole¡±. A poco que te pares a pensarlo, es todo muy absurdo.
P. La maravilla de lo cotidiano refleja perfectamente esa incapacidad que tenemos como padres/adultos de disfrutar de las cosas (de los paisajes, de las conversaciones, del momento presente) porque siempre estamos reflexionando en lo que tenemos que hacer. La de cosas que nos perdemos, ?verdad?
R. Nosotros creemos que la familia tiene que estar muy presente en la vida de los ni?os. Yo, siendo aut¨®nomo, no me he perdido en los ocho a?os de paternidad ninguno de esos clich¨¦s que tendemos a considerar los momentos importantes del desarrollo de los hijos. Manifestado esto, es verdad que o haces el esfuerzo de desconectar -sobre todo del m¨®vil- o te pierdes cosas que quiz¨¢s no forman parte de los grandes hitos, pero que son igualmente relevantes para tus hijos. Mi hijo Mart¨ªn, por ejemplo, ahora est¨¢ dibujando c¨®mic. ?l me ense?a sus trabajos y yo me doy cuenta de que muchas veces le respondo que ¡°muy guay¡± sin ni siquiera mirarlos. Eso como adulto nos da un poco igual, porque ya estamos acostumbrados a que pasen de nosotros, no obstante, cuando eres un ni?o marca mucho.
P. Es que parece que siempre tenemos distracciones/notificaciones que son lo m¨¢s importante del mundo.
R. En casa pusimos la norma de intentar dejar el m¨®vil en la entrada y la verdad es que las cosas cambian cuando est¨¢s al 100% con los ni?os. El otro d¨ªa mi mujer, al verme agobiado, me hizo mirar el m¨®vil y vi que lo hab¨ªa utilizado durante m¨¢s de dos horas. Como ella me dijo, a poco que dej¨¢semos de dedicar tiempo a las redes sociales, sacar¨ªamos una hora al d¨ªa para ir al gimnasio y otra para leer. Y tiene toda la raz¨®n del mundo.
P. ¡°Hay que estar atento y mirar bien para no perderse las peque?as cosas. Esas que tenemos delante, pero que casi no contemplamos. A veces encuentras aut¨¦nticas maravillas¡±, expresa el ni?o de La maravilla de lo cotidiano. ?Expresar¨ªas que ayudan los hijos a recuperar, aunque sea de forma puntual, ese ¡°yo ni?o¡± que todos conservamos dentro?
R. Totalmente. Y yo creo que, si no lo aprovechamos, perdemos una oportunidad preciosa de empatizar con ellos. Siempre expreso que mi tope de maduraci¨®n lleg¨® a los siete a?os. Luego creces, claro, haces cosas de mayores, tienes que ser serio -porque si no la gente te lo recrimina, ya que la sociedad no quiere a adultos vestidos de ni?o-, etc. Los ni?os, por suerte, te iluminan eso ¡°yo ni?o¡± apagado por la sociedad. Sin embargo, ojo, hay que estar abierto a esa luz, hay que conseguir pararse delante de un hormiguero en mitad de la ciudad, con prisas para acudir a no s¨¦ d¨®nde, para darte cuenta de que realmente las hormigas son la hostia. Y es algo que t¨² ya sab¨ªas, claro, pero tu hijo lo que hace es rescatar ese recuerdo de alguna caverna oscura de tu cabeza.
P. La pregunta anterior te la hac¨ªa porque los hijos, entre muchas cosas buenas, son tambi¨¦n m¨¢s responsabilidad, m¨¢s disputas diarias, m¨¢s agotamiento¡ Quiero decir que a veces te hacen conectar con ese ¡°yo ni?o¡±, pero otras muchas yo me siento un ser mucho m¨¢s oscuro y taciturno.
R. Es que, como coment¨¢bamos antes, los ni?os te llevan al l¨ªmite psicol¨®gico y f¨ªsico. Yo siempre menciono que a los padres con dos hijos -con tres ya ni te cuento- nos convalidar¨ªan el acceso a los navy seals (cuerpo de los marines) o a cualquier cuerpo de ¨¦lite del ej¨¦rcito del tir¨®n. Luego ya que nos ense?en a disparar si quieren, pero la parte dura de la Teniente O¡¯Neil ya la tenemos de serie.
P. Te gusta definirte como padre full-time. ?Qu¨¦ te aporta personalmente esa presencia permanente en la vida y el d¨ªa a d¨ªa de tus hijos?
R. Yo siempre pens¨¦ que morir¨ªa solo, que nunca tendr¨ªa familia, porque siempre he sido un poco bala perdida. Es m¨¢s, a m¨ª los ni?os no me gustan. Me gustan los m¨ªos. De hecho, no soporto el momento ¡°padre enrollado¡± que quiere caer bien a los ni?os y evito los parques todo lo que puedo por no entablar conversaciones absurdas con otros padres y madres. Dicho esto, siento que mis hijos, por encima de todo, me permiten no perder el foco. Siento que son un poco como esas barreras que se ponen en las boleras para los ni?os, para impedir que los bolos se salgan de la pista. Adem¨¢s, no perderme nada de sus vidas, estar presente, creo que es una especie de vacuna, una garant¨ªa para conocernos bien y tener una familia sana.
P. ?Ser un padre o madre full time es un acto de generosidad o de responsabilidad?
R. Te dir¨ªa que las dos cosas. Cuando tuvimos a Mart¨ªn cog¨ª el tabl¨®n de mis prioridades del uno al cien y le pegu¨¦ una patada. Puse ¡°familia¡± arriba y ya en el puesto 101 empiezan a aparecer cosas que no son ¡°familia¡±. As¨ª que s¨ª, es responsabilidad. Pero luego tambi¨¦n es generosidad, por supuesto, porque tu tiempo ya no es tuyo, sino que pasa a ser un tiempo compartido.
P. ?Y ese acto de generosidad/responsabilidad, afecta a la obra de un artista como t¨²?
R. En mi caso, como mi obra es muy autobiogr¨¢fica, al final acabo dibujando cosas que pasan en casa, porque esa es mi gran fuente de inspiraci¨®n. De esta manera, podr¨ªa decir que mi obra se ha visto ¡°moldeada¡± por esa relaci¨®n tan intensa que vivo con mis hijos. En ese sentido y tambi¨¦n en el hecho de hacer ilustraciones muy sencillas y r¨¢pidas, historias cortas y breves, porque no tengo tiempo para m¨¢s. Ya har¨¦ una novela gr¨¢fica de 500 p¨¢ginas cuando sea m¨¢s viejo, pero ahora mismo esto es lo que puedo hacer. Y creo que est¨¢ bien que sea as¨ª, que cada momento de la vida est¨¦ contaminado en el buen sentido de la palabra por tus circunstancias. Ahora toca la paternidad, que te consume horas valios¨ªsimas, no obstante, tambi¨¦n te aporta cosas valios¨ªsimas que si no las vives en el momento ya no vas a poder recuperar nunca.
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