No son tan malos: dudas y mitos sobre los mocos en ni?os
El pediatra Agust¨ªn Remesal Camba recomienda a los padres calma y explica que su color no indica mayor o menor gravedad, que no pasa nada si se los comen o que no hay un medicamento que elimine la mucosidad
Al igual que cada a?o el 22 de diciembre se reparte la loter¨ªa de Navidad, en cuanto llega la vuelta al cole y las guarder¨ªas reaparecen en la palestra pedi¨¢trica los mocos. Este es el s¨ªntoma que m¨¢s consultas origina, adem¨¢s de la fiebre y la tos. El doctor Agust¨ªn Remesal Camba, pediatra general y reumat¨®logo, explica que los mocos son defensas de los ni?os: ¡°En primer lugar, porque est¨¢n compuestos por c¨¦lulas que pertenecen al sistema inmune, pero, adem¨¢s, protegen f¨ªsicamente al crear una especie de barrera que obstaculiza la entrada de los g¨¦rmenes por las puertas m¨¢s habituales, que son la nariz y la boca. Por algo son pegajosos: el cuerpo est¨¢ muy bien dise?ado¡±.
Por lo que, seg¨²n detalla, tendr¨¢n m¨¢s mocos los ni?os m¨¢s peque?os y a medida que crezcan ir¨¢n teniendo menos. A continuaci¨®n, Remesal explica algunas dudas y tira por tierra mitos muy frecuentes entre madres y padres sobre las mucosidades de los m¨¢s peque?os y c¨®mo actuar cuando estas aparecen.
- Los mocos son buenos. Son buenos a pesar de lo que pueda llegar a fastidiar a los progenitores o incluso a los ni?os. ¡°Si estos son defensas, menos mal que existen, y su presencia en s¨ª no debe ser fuente de preocupaci¨®n¡±, se?ala Remesal. El problema es que los mocos, sobre todo en los ni?os lactantes, pueden ser malos amigos (o buenos enemigos, seg¨²n se mire): ¡°Un beb¨¦ ya grandote, de 20 meses, va a sobrellevar un catarro probablemente sin problemas; pero podr¨ªa no ser as¨ª en un lactante de seis semanas, porque los mocos no le van a dejar respirar bien y, por tanto, comer¨¢ menos y dormir¨¢ mucho peor de lo habitual. En consecuencia, los mocos en s¨ª no son malos, pero si el ni?o es muy peque?o, en ocasiones, es necesario intentar darles salida para que no causen problemas respiratorios¡±.
- A vueltas con el color del moco. ¡°Como todo en medicina, el mito siempre est¨¢ presente y los mocos, por supuesto, tienen el suyo. En concreto, el color y la consistencia¡±, puntualiza el pediatra. ¡°No es cierto que ambas caracter¨ªsticas se relacionen inequ¨ªvocamente con la causa que los produjo. Es decir, los verdes no tienen por qu¨¦ ser causados por una infecci¨®n m¨¢s virulenta que los amarillos, los blancos o los transparentes¡±, prosigue. ¡°Lo cierto es que la mayor¨ªa de los catarros comienzan con abundancia de mocos transparentes y acuosos, que van transform¨¢ndose en m¨¢s consistentes y oscuros (amarillos o verdes), porque se van secando¡±, explica.
- ?Pasa algo si se los comen? ¡°Esto me lo han preguntado alguna vez y no, no pasa nada. ?Casi todos los ni?os se los comen durante una ¨¦poca de su vida e incluso alg¨²n adulto que sigue sinti¨¦ndose ni?o! Incluso hay alguna investigaci¨®n que defiende que comer moco aumenta la capacidad de respuesta a las infecciones¡±, sostiene Remesal.
- Doctor, ?es que siempre est¨¢ con mocos! ¡°Es una frase habitual en mi consulta, como la de cualquier pediatra: ¡®siempre, siempre, siempre, est¨¢ con mocos¡¯, y lo cierto es que es un escenario realista: los ni?os peque?os que ya van al colegio o a la guarder¨ªa van a lucir mocos m¨¢s o menos desde septiembre a mayo. O junio. Cuando llega el verano, al desaparecer la interacci¨®n continua de colegio o guarder¨ªa, los mocos, al igual que las infecciones, se van, pero volver¨¢n en septiembre¡±, reitera el experto.
- No existe medicamento que los cure. Si hubiera un medicamento que quite los mocos, este deber¨ªa usarse solo en casos muy seleccionados. ¡°S¨ª que existen unos f¨¢rmacos llamados mucol¨ªticos, que sirven ¡ªen teor¨ªa¡ª para que el moco sea m¨¢s fluido y, por tanto, se expulse con mayor facilidad¡±, argumenta el m¨¦dico. ¡°Pero esto a¨²n no se ha demostrado con la suficiente evidencia cient¨ªfica¡±. Adem¨¢s, los ni?os suelen expulsarlos solos. Pero no siempre los expulsan hacia afuera o de forma visible. ¡°A veces salen de las fosas nasales no por delante sino por detr¨¢s, y llegan a la garganta y de ah¨ª al est¨®mago. Se tragan (y esto no es malo, pero puede producir alg¨²n v¨®mito aparatoso)¡±, detalla el pediatra.
- No, los mocos no viajan al pecho. Los mocos se producen en el pecho mismo. ¡°O, mejor dicho, en los bronquios si es que estos est¨¢n irritados¡±, explica Remesal. No hay nada que uno pueda hacer para evitar que bajen al pecho, ya los va a fabricar el pulm¨®n si lo necesita para defenderse. ¡°Los que pasan a la garganta y se tragan van al est¨®mago, y siguen el camino habitual, as¨ª que los padres los ver¨¢n en las cacas del ni?o, que cambian de aspecto. A menudo tambi¨¦n son vomitados, sin que eso quiera decir que sean mocos m¨¢s graves¡±.
- La leche de vaca no produce mocos. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ se ha puesto de moda esta corriente que culpa de muchos males de los ni?os a la leche de vaca y al gluten; pero no, la leche de vaca producir¨¢ problemas a los ni?os al¨¦rgicos a las prote¨ªnas que la componen, pero no mocos¡±, sostiene.
- El sacamocos, ese utensilio tan presente. ¡°Podemos aliviar al ni?o quit¨¢ndole los mocos. Los m¨¢s mayores, aunque con no demasiado decoro, saben quit¨¢rselos solos (secuencia: cogen aire, cierran la boca y soplan por la nariz con todas sus fuerzas para que salgan dos velas de mocos hasta la barbilla), pero los lactantes peque?os no saben. Y a ellos s¨ª se les puede ayudar con lavados de suero salino¡ pero no con otra cosa¡±, recuerda el doctor Remesal.
En definitiva, con los mocos sucede m¨¢s o menos lo que pasa con la fiebre: ¡°Tienen mala fama, pero son necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo. A los padres mi consejo es armarse de pa?uelos ¨Cdesechables, preferentemente¨C y paciencia¡±.
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