Roc¨ªo L¨®pez, terapeuta: ¡°Muchas parejas se mantienen juntas por los ni?os, lo que es cargarles con la responsabilidad de ser hijos pegamento¡±
La tambi¨¦n periodista publica ¡®Separada¡¯, un manual coescrito con Miguel ?ngel Corrales, su marido y pedagogo, para ayudar a padres y madres en proceso de separaci¨®n a gestionar la situaci¨®n sin perder de vista lo primordial: las necesidades de los menores que dependen de ellos
Seg¨²n datos del INE, durante el a?o 2021 se produjeron en Espa?a 90.582 casos de nulidad, separaci¨®n y divorcio (un 13,2% m¨¢s que en 2020). En casi uno de cada dos casos hab¨ªa hijos menores de por medio; hijos que, en muchas ocasiones, acaban atrapados en el conflicto desatado entre sus progenitores. ¡°Solemos cuidar muchos los inicios de las relaciones, muy poquito los procesos y nada los finales. Y el final es tan importante como el inicio, puesto que va a marcar las bases de una nueva etapa como familia¡±, asegura Roc¨ªo L¨®pez de la Chica (Sevilla, 36 a?os), terapeuta Gestalt ¡ªterapia que integra las conductas, sentimientos y pensamientos del paciente¡ª, periodista y con un m¨¢ster en Educaci¨®n Emocional.
De su propia experiencia profesional parte Separada: un acto de amor hacia ti y tus peques (Destino), un libro coescrito junto a su actual pareja, el pedagogo Miguel ?ngel Corrales. Con ¨¦l tambi¨¦n comparte el proyecto Creada, a trav¨¦s del cual ayudan a padres y madres en proceso de separaci¨®n a gestionar la situaci¨®n sin perder de vista lo primordial: las necesidades de los hijos.
PREGUNTA. En las p¨¢ginas de Separada defienden que cuando una pareja con hijos se rompe, la familia no se rompe, sino que cambia de molde.
RESPUESTA. Los padres podemos dejar de ser pareja, pero la responsabilidad paternal va a permanecer de por vida. Por eso nosotros creemos que la familia es algo que debemos cuidar, porque el v¨ªnculo va a permanecer siempre al haber unos hijos en com¨²n. Otra cosa es c¨®mo va a ser ese v¨ªnculo, si fuerte o d¨¦bil, pero nunca va a dejar de existir.
P. Dicen que se sienten m¨¢s c¨®modos con el concepto de trasformaci¨®n familiar que con el de separaci¨®n, ?el divorcio sigue estigmatizado?
R. Por desgracia s¨ª. Las cifras de separaciones no dejan de aumentar, pero no podemos olvidar la corta historia de vida que tiene el divorcio legal en Espa?a. Hasta el a?o 1981 era algo ilegal. Partiendo de esa base, a nivel social e ideol¨®gico todav¨ªa entendemos que la familia, si no est¨¢ formada por un pap¨¢, una mam¨¢ y unos hijos, no es tan v¨¢lida. Todos queremos llegar a ese ideal de familia; y todo lo que est¨¦ por debajo de eso se considera en cierto modo un fracaso. Por eso, una de las mayores resistencias a la hora de afrontar una separaci¨®n con hijos es ese duelo por la familia ideal y est¨¢ndar que ya no vamos a ser.
P. ?Ese ideal hace que muchas parejas mantengan su relaci¨®n pese a todo?
R. Arrastramos la idea de que hay que aguantar por los hijos, crey¨¦ndonos que los hijos lo que necesitan es una convivencia perenne con sus padres. Pero nosotros defendemos que no sea a costa de la salud mental. Muchas veces se mantienen parejas que est¨¢n juntas, pero no unidas; y se mantienen juntas por los ni?os, lo que es cargar a estos con la responsabilidad de ser hijos pegamento. Al final lo que los hijos aprenden es que una relaci¨®n amorosa es eso. Tenemos que ser un modelo para nuestros hijos. No se trata de mantener una relaci¨®n de pareja a toda costa, ni de separarnos haciendo una apolog¨ªa de la separaci¨®n, sino de entender que lo que da?a y lo que beneficia no es el molde de la relaci¨®n, sino la gesti¨®n de la misma. Al fin y al cabo, nuestros hijos nos necesitan felices, no conviviendo a toda costa; y no requieren que seamos pareja, requieren que sus necesidades afectivas y emocionales sean cubiertas, seamos o no pareja.
P. ?Pueden acabar siendo los hijos unas v¨ªctimas perfectas de estos procesos de separaci¨®n?
R. Por desgracia s¨ª. La forma tradicional de separaci¨®n suele ser muy beligerante y los ni?os no son tenidos en cuenta e, incluso, muchas veces son utilizados como moneda de cambio.
P. Del caso Shakira y Piqu¨¦ entonces ni hablamos.
R. (Risas) Ah¨ª me falta mucha informaci¨®n, pero s¨ª que hay algo por lo que nosotros abogamos y es no hablar mal del otro progenitor delante de nuestros hijos, porque esa persona ocupa un lugar sagrado en su coraz¨®n. Es muy importante que distingamos el rol que ocupa la otra persona como hombre o mujer del rol que ocupa como padre o madre. Para nuestras criaturas somos su dios y su diosa, incluso en la adolescencia, as¨ª que es fundamental que respetemos ese lugar sagrado que la otra persona ocupa en la vida de nuestros hijos.
P. Adem¨¢s de hablar mal del otro, ?cu¨¢les son los errores m¨¢s habituales que suelen cometer madres y padres al divorciarse en relaci¨®n con sus hijos?
R. Otro de los errores habituales es el de entrar en la comparaci¨®n y en la competici¨®n con el otro para ser mejor madre o padre. Entrar en esa competici¨®n es perdernos, es desconectarnos de nuestros hijos. En la medida en la que entramos a mirar qu¨¦ hace o no la otra parte, dejamos de mirar a los ni?os, ponemos la atenci¨®n fuera. Y es muy importante que en este proceso se tengan en cuenta las necesidades de los hijos para que este cambio que genera mucha inseguridad en ellos lo puedan vivir de una forma ordenada, integrando lo que est¨¢n viviendo como cualquier otro cambio de su vida.
P. Rafa Guerrero explica en el pr¨®logo que, aunque la separaci¨®n no sea la muerte de la familia sino una transformaci¨®n, los ni?os necesitan un periodo de duelo para aceptar la nueva realidad. ?Qu¨¦ dir¨ªan que es fundamental cuidar de cara a los hijos en ese periodo de duelo?
R. Lo primero y m¨¢s importante es cuidar la necesidad de pertenencia. Es la primera necesidad b¨¢sica que se pone al descubierto cuando dejamos de ser pareja, porque ¡°si pap¨¢ y mam¨¢, que son mi estructura, dejan de ser pareja, ?d¨®nde quedo yo?¡±. Y ¡°si mis padres no se quieren como hasta ahora, ?yo qu¨¦ tengo que hacer, elegir entre ellos?¡±. Eso es lo primero que hay que cuidar, hacerles saber desde lo que decimos,y desde c¨®mo actuamos, que dejamos de ser pareja, pero que siempre seremos una familia. Y la siguiente necesidad es la de sentirse vistos. Por eso es muy importante no entrar en la batalla de egos, porque entonces se quedan hu¨¦rfanos emocionalmente en el proceso y la adaptaci¨®n no la pueden lograr.
P. ?De las separaciones, se sale?
R. (Risas) Se sale e, incluso, muchas veces son una oportunidad para una vida mejor. Si hacemos una separaci¨®n consciente, esta va inevitablemente unida a un crecimiento personal. Y una separaci¨®n consciente no tiene por qu¨¦ darse con los dos progenitores disponibles. La mayor¨ªa de las veces ocurre sin que uno de los dos est¨¦ disponible para ella. Pero s¨ª, hay vida m¨¢s all¨¢ de la separaci¨®n y muchas veces es una vida con mucha m¨¢s luz.
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