200.000 muertos oficiales, el terrible coste de la pandemia en M¨¦xico
El riesgo de las nuevas variantes y de un rebrote en Semana Santa sigue en pie, pese a que las muertes y los contagios disminuyen cada semana y la batalla se ha trasladado al terreno de las vacunas
La pandemia comienza a dar un respiro a M¨¦xico tras un costo alt¨ªsimo. Un a?o despu¨¦s de que el pa¨ªs empezara a sumar contagios y muertos -200.000 fallecidos oficiales desde este jueves-, la curva estad¨ªstica muestra un descenso con varias semanas de reducci¨®n en ambos par¨¢metros y la ocupaci¨®n hospitalaria est¨¢ alrededor de un 20%, muy lejos del 90% de otras semanas. El mapa de la Rep¨²blica ha ido pasando del rojo al naranja y del naranja al amarillo y ya hay tres Estados en verde, lo m¨¢s parecido a la vida normal, es decir, con el alumnado a punto de volver a las escuelas. M¨¢s de 17.000 docentes han sido vacunados en Campeche, pr¨¢cticamente el 100%, para iniciar las clases. Incluso en zonas m¨¢s afectadas, como la Ciudad de M¨¦xico, las tiendas est¨¢n abiertas, los restaurantes llenos, la calle vuelve a vibrar. He ah¨ª el peligro. La Semana Santa se acerca y no hay quien no se tema lo peor. A este lado del Atl¨¢ntico, tambi¨¦n. El segundo temor es el relajamiento de la poblaci¨®n por la confianza en las vacunas. Y el tercero, las nuevas variantes.
Largos meses de lucha contra la muerte, que hoy suma ya 200.211 fallecidos, aunque son muchos m¨¢s porque el recuento dista mucho de ser exacto ante el exceso de mortalidad, han permitido cierto aprendizaje. El cierre desde diciembre en aquellas zonas m¨¢s afectadas con la Ciudad y el Estado de M¨¦xico a la cabeza, la detecci¨®n r¨¢pida de casos gracias a la multiplicaci¨®n de las pruebas, una mejorada asistencia en los hospitales que han sabido desplegar camas y otras alternativas de asistencia a domicilio permiten hoy, dicen los expertos consultados, hablar de una pandemia que va fren¨¢ndose. ¡°Cientos de cient¨ªficos est¨¢n vigilando las nuevas variantes y ya se han identificado en el pa¨ªs tres de las m¨¢s relevantes, la de Reino Unido, la de Brasil y la sudafricana. Hay un trabajo de vigilancia virol¨®gica importante, en el que est¨¢n varias instituciones como la UNAM¡±, dice Mauricio Rodr¨ªguez ?lvarez, microbi¨®logo y vocero de la comisi¨®n para la atenci¨®n de la pandemia en esta universidad.
El ¡°universo de susceptibles¡±, como le llaman los epidemi¨®logos, va reduci¨¦ndose. Es decir, los que ya se han contagiado y tienen defensas, as¨ª como los vacunados, propician el freno en las infecciones. Por eso las variantes son ahora la preocupaci¨®n, por su mayor poder de contagio y porque puedan escapar a la inmunizaci¨®n actual. ¡°Los pa¨ªses con m¨¢s casos y menos vacunas generar¨¢n m¨¢s variantes, como Brasil, un pa¨ªs para el que algunas organizaciones ya piden que se le d¨¦ prioridad en la vacunaci¨®n. Ahora ya se sabe que la AstraZeneca no protege contra la variante inglesa, as¨ª que la carrera cient¨ªfica sigue¡±, dice Rodr¨ªguez ?lvarez. La pandemia, pues, est¨¢ lejos de acabarse, incluso no se acabar¨¢, sino que habr¨¢ que esperar a que se acomode su endemicidad, es decir, que se convierta en una especie de gripe estacional. Sobre M¨¦xico, el epidemi¨®logo tiene un diagn¨®stico claro: ¡°Hasta que Estados Unidos no controle su pandemia, M¨¦xico no lo lograr¨¢ por el fuerte intercambio entre ambos pa¨ªses¡±.
En el cap¨ªtulo de las vacunas, M¨¦xico puede presumir de haberse apuntado alg¨²n tanto. Alz¨® la voz ante la voracidad de los pa¨ªses ricos y no le qued¨® m¨¢s remedio que alistarse en las filas de aquellos que optaron por los desarrollos de laboratorios que algunos despreciaban. Firm¨® acuerdos con los rusos para comprar la Sputnik V y siguen llegando cargamentos de AstraZeneca o de Cansino, la china, que se ya se envasa por millones en su territorio. Pfizer y Sinovac tambi¨¦n se est¨¢n aplicando. ¡°Todas son seguras y efectivas. Hay que usarlas. M¨¦xico ha acertado en eso. La misma Cofepris que autoriz¨® la vacuna de Pfizer ha autorizado las dem¨¢s. Hay que confiar¡±, dice Rodr¨ªguez ?lvarez.
Ante el descenso de la enfermedad, las vacunas son ahora el campo de batalla. A medida que llegan los cargamentos, millones de viales se van acumulando sin medios para aplicarlas. Incluso ha habido problemas para envasar por falta de insumos. Un excedente de alrededor de 5 millones de dosis ha obligado al Gobierno a reclutar al Ej¨¦rcito para inyectar a la poblaci¨®n. Es un buen paso, pero se podr¨ªa hacer m¨¢s. ¡°Tienen un formato hipercontrolado, muy r¨ªgido. Deber¨ªan incorporar al proceso de vacunaci¨®n a otros activos de la sociedad, como las universidades, que podr¨ªan estar inmunizando a su propia comunidad o a la poblaci¨®n en general. Tambi¨¦n las empresas podr¨ªan vacunar a sus empleados recurriendo a sus servicios m¨¦dicos. A finales de a?o habr¨¢ vacunas suficientes para eso¡±, dice el vocero de la UNAM. ¡°Esta es la parte dif¨ªcil. Los 36 millones de dosis de influenza han ocupado varios meses para su aplicaci¨®n. Hay que reconocer que no puede vacunar cualquiera, donde quiera y como quiera, se trata de una inmunolog¨ªa de emergencia y todo debe estar controlado, si algo pasa el Gobierno tiene que responder de ello¡±, a?ade Rodr¨ªguez ?lvarez.
Como sea, el retraso en la aplicaci¨®n de las vacunas trae de cabeza a los mexicanos, especialmente a los m¨¦dicos. Entre m¨¦dicos, enfermeras, especialistas y otros trabajadores de apoyo a la salud han muerto 2.159 personas, seg¨²n los datos que actualiza H¨¦ctor Hern¨¢ndez Bringas, investigador de la UNAM. Este colectivo ha sido en M¨¦xico el m¨¢s castigado del mundo. Y no solo se han visto afectados los que trabajan en los hospitales que atienden los casos de pandemia. Con un sistema de sanidad p¨²blica muy debilitado y entre los m¨¢s bajos de la OCDE (el puesto 36 de 46) en n¨²mero de facultativos, apenas 2,4 por cada 1.000 habitantes, el pa¨ªs ha desarrollado todo un sistema paralelo de atenci¨®n. Cientos de estudiantes egresados de las facultades de Medicina que no han encontrado un lugar en los servicios p¨²blicos han montado sus consultorios privados, y hasta 18.000 farmacias tienen una consulta anexa donde se suelen turnar un par de m¨¦dicos, seg¨²n datos de la asociaci¨®n nacional de farmacias, Anafarmex. Ellos no est¨¢n siendo poblaci¨®n prioritaria en la vacunaci¨®n y es algo que los expertos llevan tiempo pidiendo. Ante la insistencia de los periodistas, el Gobierno responde que no est¨¢n en la primera l¨ªnea del combate a la covid, pero eso no es del todo cierto.
¡°Antes de llegar a la terapia intensiva nosotros recibimos a miles de pacientes con covid, nosotros somos su primer contacto, por tanto, la primera l¨ªnea, por supuesto que s¨ª, con todo el respeto a los colegas que se est¨¢n jugando la vida en los hospitales, que tampoco tienen equipos de protecci¨®n suficientes en muchos casos¡±, dice Sergio Palacios. Tiene una consulta en Tl¨¢huac y en noviembre y diciembre ve¨ªa a unos 30 pacientes de covid a diario. ?l mismo pas¨® la enfermedad en mayo y ha visto morir ¡°a muchos compa?eros¡±. ¡°Al principio no sab¨ªamos nada, no nos capacitaron, no nos informaron, fuimos aprendiendo con el contacto diario con la enfermedad, que se presenta de formas muy vers¨¢tiles: he tenido pacientes que llegaban con deseos de suicidarse, con diarrea, tristes y terminaba siendo covid¡±, afirma.
El doctor Palacios conoce a la perfecci¨®n c¨®mo funcionan los consultorios de las farmacias. Miles de m¨¦dicos sin equipos eficaces de protecci¨®n, dice, muchos de ellos sin sueldo que se ganan la vida a comisi¨®n por los medicamentos que prescriben y venden las farmacias, sobre todo las m¨¢s baratas. ¡°Otros cobran de 30 a 70 pesos por la consulta y hasta un 60% puede qued¨¢rselo el due?o del negocio. As¨ª que estos m¨¦dicos a comisi¨®n prescriben tratamientos de covid que sabemos que no sirven de nada, como azitromicina o oseltamivir, entre otros, pero tienen que vender. Y el Gobierno hace como que tiene un tratamiento para los enfermos. Tren maya, refiner¨ªas, en eso se gastan el dinero, pero en la salud, nada¡±, se enfada Palacios ante la ausencia de vacunas para ellos. ¡°Nos est¨¢n dejando morir¡±.
Coincide con ¨¦l Samuel Ponce de Le¨®n, coordinador del programa de Investigaci¨®n en Salud de la UNAM y uno de los expertos de la treintena que particip¨® en el informe Reflexiones sobre la respuesta de M¨¦xico ante la pandemia de covid-19 y sugerencias para enfrentar los pr¨®ximos retos, un exhaustivo documento salido de unas jornadas en las que particip¨® el personal de la Secretar¨ªa de Salud. Ponce de Le¨®n dice que lo que vemos en los hospitales ¡°es solo la punta del iceberg. La trasmisi¨®n se da con s¨ªntomas o sin ellos, Pero uno de cada cinco o seis contagiados desarrolla s¨ªntomas que lo llevan a buscar una cita m¨¦dica y lo hacen en consultorios de farmacias o particulares. Esto se ha manejado con poca atenci¨®n. Estos m¨¦dicos son la primera l¨ªnea. La gran mayor¨ªa de los infectados en M¨¦xico y en el mundo se ven en consultas primarias y privadas. Muchas veces son consultorios sin ventilaci¨®n y con alta demanda de pacientes. Todos los centros de atenci¨®n m¨¦dica deber¨ªan estar poniendo vacunas a su personal, porque el sistema de salud mexicano tiene gran experiencia aplicando biol¨®gicos, pero hay un af¨¢n de control rid¨ªculo¡±, critica. ¡°El sector salud debe estar vacunado por completo. Si no pueden llegar que lo digan, pero que no nieguen el riesgo que est¨¢n corriendo estos m¨¦dicos¡±, a?ade.
El director de Anafarmex, Antonio Pascual, se muestra, sin embargo, comprensivo con la estrategia del gobierno para la inmunizaci¨®n. ¡°Somos conscientes de que hay un esquema de priorizaci¨®n, pero tenemos buenas expectativas porque estamos considerados entre los que van a ser vacunados. Tanto los m¨¦dicos de las consultas anexas, como los operadores de farmacia son susceptibles de contagio¡±. Afirma que los m¨¦dicos de las farmacias han recibido capacitaci¨®n y reconoce que ha habido contagios, pero ¡°ha sido una situaci¨®n menor¡±. La escala dise?ada por el Gobierno le parece ¡°un ¨¦xito¡±. ¡°Entendemos que se priorice¡±, afirma.
En el hospital ABC de la Ciudad de M¨¦xico, uno de los centros privados m¨¢s prestigiosos, han decidido vacunar a todo su personal con independencia de su cercan¨ªa a los casos de covid. Pero las vacunas apenas les han alcanzado para el 50%. ¡°Nos piden que vacunemos a los que corren m¨¢s riesgo, pero a veces un especialista est¨¢ en peor situaci¨®n que alguien que trata covid, porque no tiene equipo de protecci¨®n y pueden recibir a gente contagiada¡±, afirma el director del ¨¢rea que se encarga de la pandemia en el ABC, Francisco Moreno, quien asegura que toda la sanidad privada sufre las mismas restricciones de vacunas. ¡°Faltan equipos, faltan medicamentos y no podemos seguir los tratamientos. Parece que lo privado fuera en contra de la cuarta transformaci¨®n¡±, se queja.
A pesar de los desajustes que todav¨ªa existen, M¨¦xico comienza a respirar, aunque con todas las cautelas, y las autoridades sanitarias ven el panorama con cierto optimismo. Pero el pa¨ªs ha pagado un alto precio en esta pandemia, que ha tenido dos picos muy pronunciados: a mediados de julio se contaron 836 muertes confirmadas en un solo d¨ªa, siempre con datos oficiales, que no registraban muchas muertes ocurridas fuera del ¨¢mbito hospitalario. En aquel momento, la media diaria superaba las 700. La segunda escalada vino de la mano de las fiestas navide?as, que dejaron picos por encima de los 1.000 decesos varios d¨ªas de enero y hasta febrero. Cierto es que para entonces las capacidades de detecci¨®n hab¨ªan mejorado sensiblemente, por lo que cabe pensar que la intensidad de ambos picos fue m¨¢s pareja de lo que reflejan las muertes con diagn¨®stico oficial. Ahora, tras una nueva ca¨ªda que lleva un mes, M¨¦xico se encuentra en una calma tensa: a¨²n se reportan m¨¢s de 300 muertes diarias, con importantes diferencias territoriales que dejan una inquietante reflexi¨®n para aquellos territorios con menos incidencia pand¨¦mica: la inmunidad adquirida por su poblaci¨®n es menor, por tanto, una nueva ola podr¨ªa encontrarlos m¨¢s desprotegidos.
La econom¨ªa ha sido otra de las grandes v¨ªctimas de esta pandemia. El a?o pasado el PIB cay¨® un 8,5% y varios millones de pobres se han sumado a la enorme cifra que ya muestra este pa¨ªs. Numerosos negocios han cerrado sus puertas para siempre y el impacto en la formaci¨®n de los estudiantes se notar¨¢ d¨¦cadas despu¨¦s. Urge combatir la enfermedad, pero sus secuelas durar¨¢n d¨¦cadas.
A finales de marzo del a?o pasado, cuando la enfermedad apenas despuntaba en M¨¦xico, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa dijo que esta era una pandemia de ricos a la que los pobres eran inmunes. Los meses que siguieron se han encargado de desbaratar con tenacidad esa ocurrencia. El perfil de la poblaci¨®n m¨¢s afectada sigue siendo el mismo: el 90% trabajadores manuales, obreros, artesanos, comerciantes, ambulantes, maestros, taxistas. Los m¨¢s cercanos a la pobreza, que en M¨¦xico afecta a 60 millones de personas, con una poblaci¨®n de 126 millones. ¡°La muerte tiene de d¨®nde echar mano¡±, dice el Investigador H¨¦ctor Hern¨¢ndez Bringas. ¡°Hay muy pocos directivos entre los fallecidos porque ellos tienen m¨¢s posibilidades de dejar de trabajar un tiempo o de trabajar desde casa, pero los transportes p¨²blicos siguen atestados de gente que va y viene a sus trabajos¡±, dice ¡°Han muerto 1,8 hombres por cada mujer, pero las amas de casa representan una cuarta parte del total, m¨¢s de 50.000¡±, afirma. Son las que han salido a abastecerse a los mercados y las que han cuidado a los enfermos. ¡°Era lo esperable¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.