El general que traficaba con armas del Ej¨¦rcito mexicano queda impune
La Secretar¨ªa de la Defensa emprendi¨® una investigaci¨®n interna en 2012 que revel¨® que Jos¨¦ Luis Ram¨®n Velasco Guill¨¦n hab¨ªa dispuesto indebidamente de al menos 86 armas, pero el caso fue finalmente archivado
El general de brigada Jos¨¦ Luis Ram¨®n Velasco Guill¨¦n, quien fungi¨® como titular de la direcci¨®n general del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos durante el sexenio de Felipe Calder¨®n (2006-2012), trafic¨® con armas que eran donadas a la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena). En 2012, la Inspecci¨®n y Contralor¨ªa General del Ej¨¦rcito y Fuerza A¨¦rea, la instancia encargada de supervisar, fiscalizar y evaluar al personal militar en aspectos administrativos, presupuestarios y operativos, emprendi¨® una investigaci¨®n interna que puso al descubierto que el general hab¨ªa dispuesto indebidamente de, al menos, 86 armas que dos coleccionistas hab¨ªan cedido a la Sedena. El armamento fue resguardado en la oficina del general en vez de haber sido trasladado a la direcci¨®n de Comercializaci¨®n de Armamento y Municiones. Posteriormente, Velasco Guill¨¦n se encarg¨® de venderlo a miembros de la Sedena y a otro coleccionista privado que posteriormente fue vinculado por las autoridades con miembros del crimen organizado. Pese a que se detect¨® una falta de control, desorganizaci¨®n y negligencia durante su gesti¨®n, la Contralor¨ªa solo le impuso una amonestaci¨®n. En el Juzgado Tercero Militar se emprendi¨® una indagatoria por la v¨ªa penal por el delito de fraude, pero en agosto de 2014 la investigaci¨®n fue archivada.
Durante la administraci¨®n del general Velasco ocurrieron una serie de anomal¨ªas que fueron detectadas tard¨ªamente por la Defensa Nacional. En un informe elaborado por una comisi¨®n inspectora y auditora del Ej¨¦rcito, un ¨¢rea que depende de la Contralor¨ªa, qued¨® plasmado que los jefes de las diferentes secciones que integraban la direcci¨®n general del Registro Federal de Armas entregaban documentaci¨®n a permisionarios sin seguir el procedimiento adecuado para su registro, favoreciendo a ciertas personas y empresas. En la secci¨®n de fabricaci¨®n y comercializaci¨®n, por ejemplo, se exped¨ªan permisos extraordinarios para la adquisici¨®n de armas, cartuchos y accesorios aunque los solicitantes no reunieran los requisitos exigidos. ¡°Algunos peticionarios manifiestan pertenecer a alg¨²n club cineg¨¦tico presentando documentos que los acreditan como tal, sin embargo al verificar los informes de los clubes, resulta que no son socios por lo que se presume se expiden permisos a cambio de alguna d¨¢diva o de orden superior¡±, se lee en el informe. Los militares investigadores hac¨ªan menci¨®n a una empresa que, pese haber incurrido en un excesivo n¨²mero de irregularidades durante sus actividades, nunca hab¨ªa sido multada y su permiso jam¨¢s hab¨ªa sido suspendido o cancelado. ¡°Se presume que los encargados de verificar sus reportes mensuales no informan de las anomal¨ªas que comete [la empresa] por tener alg¨²n acuerdo con el representante legal o bien por negligencia¡±.
En la auditor¨ªa ordenada por la Inspecci¨®n y Contralor¨ªa del Ej¨¦rcito y Fuerza A¨¦rea se encontr¨® que en la direcci¨®n bajo el mando del general Velasco hab¨ªa una falta de control sobre los per misionarios a quienes se les hab¨ªa autorizado una licencia como coleccionistas de armas. En algunos casos estos continuaban con sus permisos vigentes, pese a que no hab¨ªan cubierto el refrendo. ¡°Hay permisionarios que cuentan con licencia particular individual que no han revalidado y no han sido suspendidos o cancelados¡±, qued¨® asentado en el dictamen. En el caso de los clubes cineg¨¦ticos, algunos que hab¨ªan sido suspendidos o cancelados a¨²n figuraban como activos en los archivos de la direcci¨®n. Tambi¨¦n se encontr¨® que hab¨ªa empresas de seguridad, que prestaban servicios de escolta a compa?¨ªas de transportes especializados, que no contaban con permiso vigente. Pese a esto ni siquiera se les hab¨ªa aplicado alguna sanci¨®n y tampoco hab¨ªan sido investigadas o requeridas para que regularan su situaci¨®n.
Los socios del general
La comisi¨®n inspectora y auditora del Ej¨¦rcito realiz¨® a principios de 2012 una verificaci¨®n de la documentaci¨®n del permiso de colecci¨®n 45. En esa revisi¨®n se encontr¨® que el general Velasco hab¨ªa dado ¨®rdenes ¡°equivocadas¡± a un subalterno para que recogiera las armas de una colecci¨®n privada que hab¨ªa sido donada a la Defensa Nacional. Tras diversas entrevistas al personal de la direcci¨®n general del Registro Federal de Armas se descubri¨® una serie de omisiones y actos negligentes que hab¨ªan sido orquestados por el titular de la direcci¨®n. En su declaraci¨®n ante las autoridades castrenses el capit¨¢n C¨¦sar Abel Batres Ortiz, quien fung¨ªa como jefe de la secci¨®n de registro de armas, cont¨® que el 15 de julio de 2011 el albacea de un antiguo coleccionista acudi¨® a las oficinas del general para exponerle que deseaba donar 60 armas. Ah¨ª mismo, el general le dio ¨®rdenes al capit¨¢n Batres Ortiz para que programara una visita al domicilio del donante. Al d¨ªa siguiente, este se present¨® en la casa del coleccionista, donde verific¨® y recibi¨® las armas de su colecci¨®n. Despu¨¦s las traslad¨® en un veh¨ªculo oficial al privado del general en vez de haberlas llevado a los almacenes de la Sedena.
En agosto de 2011, el general le pregunt¨® a Batres Ortiz si conoc¨ªa a alg¨²n coleccionista de armas. El capit¨¢n Batres le present¨® a V¨ªctor Manuel R¨ªos L¨®pez que le hab¨ªa sido recomendado por Gabriel ?brego Garc¨ªa, un antiguo permisionario de la Sedena al que hab¨ªa conocido tras haberlo apoyado en unos tr¨¢mites. Finalmente a mediados de agosto de ese a?o el general y el coleccionista se reunieron en su oficina, donde Velasco le mostr¨® las armas que semanas antes hab¨ªan sido donadas y que estaban resguardadas en su privado. ¡°Despu¨¦s el referido director le dijo que quer¨ªa 150.000 pesos por todas las armas, por lo que el coleccionista le dijo que posteriormente ir¨ªa por ellas¡±, declar¨® Batres Ortiz ante la autoridad militar. Unos d¨ªas despu¨¦s R¨ªos L¨®pez acudi¨® por las armas y Batres lo ayud¨® a subirlas a su coche. El general le pidi¨® a su subordinado que acudiera al domicilio del coleccionista a recoger el dinero de la venta del armamento. Ah¨ª le entregaron un sobre blanco con 150.000 pesos que entreg¨® a su superior. ¡°El general le dijo que tomara el ¡°diez¡± de ese dinero, sin saber ¨¦l a que se refer¨ªa, pero no tom¨® ninguna cantidad y le entreg¨® el sobre al director¡±, se lee en un expediente judicial que fue iniciado tras un amparo tramitado por Batres.
Cuatro meses despu¨¦s de haber hecho aquella transacci¨®n, R¨ªos L¨®pez le llam¨® nuevamente al capit¨¢n Batres para informarle que le hab¨ªan robado varias armas de su colecci¨®n. Era diciembre de 2011 y este le recomend¨® hacer una denuncia ante el ministerio p¨²blico para protegerse de cualquier mal uso que pudiesen hacer de esas armas, ya que estaban registradas a su nombre, se lee en los documentos judiciales consultados por este diario. Al declarar ante la autoridad ministerial el coleccionista cont¨® que parte de esas armas se las hab¨ªa comprado a un general. Esto levant¨® sospechas en las autoridades y ordenaron un cateo en su domicilio. Ah¨ª encontraron diversas armas, algunas de las cuales carec¨ªan de registro ante la Defensa Nacional. La investigaci¨®n continu¨® hasta alcanzar a los altos mandos de la direcci¨®n general del Registro Federal de Armas. En mayo de 2012 se empezaron a ventilar p¨²blicamente detalles de este caso. El diario Reforma dio a conocer que la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR) hab¨ªa detenido al coleccionista por el delito de portaci¨®n de armas sin licencia y ten¨ªa bajo investigaci¨®n al general y al capit¨¢n Batres.
El caso dio un giro cuando en junio de ese a?o la Polic¨ªa Federal inform¨® que hab¨ªa detenido a Gabriel ?brego Garc¨ªa, traficante de armas que operaba para La Resistencia, conformada por los c¨¢rteles de La Familia Michoacana, del Milenio y del Golfo, seg¨²n un comunicado. Desde meses atr¨¢s, la Fiscal¨ªa hab¨ªa logrado interceptar las comunicaciones de ?brego, donde descubri¨® que entre sus llamadas hab¨ªa varias a V¨ªctor Manuel R¨ªos L¨®pez y otra con el capit¨¢n Batres Ortiz. Como parte de su indagatoria, la Fiscal¨ªa mand¨® llamar al capit¨¢n y en su declaraci¨®n cont¨® sobre las armas que el general hab¨ªa vendido al coleccionista. La Fiscal¨ªa intent¨® conectar al general en la trama de la venta de armas al crimen organizado, pero nunca pudo, de acuerdo a los documentos judiciales consultados. El juez consider¨® que las pruebas presentadas por la PGR eran insuficientes para demostrar alg¨²n il¨ªcito. La Sedena tambi¨¦n emprendi¨® sus propias investigaciones. En la Fiscal¨ªa castrense se inici¨® una investigaci¨®n en contra de ambos militares, pero despu¨¦s de dos a?os el ministerio p¨²blico se desisti¨® de la acusaci¨®n y en agosto de 2014 el expediente fue archivado por ¡°falta de m¨¦ritos para procesar¡±, seg¨²n un oficio proporcionado por la Sedena a este diario v¨ªa transparencia. Por la v¨ªa administrativa la investigaci¨®n continu¨®. La Sedena fue consultada por este diario sobre el estado del caso del general Velasco Guill¨¦n, sin que hasta el momento la secretar¨ªa haya dado una respuesta.
La venta de armas entre militares
El caso del coleccionista R¨ªos L¨®pez no fue el ¨²nico donde el general hizo un uso indebido de las armas que estaban bajo su resguardo. El 22 de septiembre de 2011 otro coleccionista de armas solicit¨® la cancelaci¨®n de su permiso 321 que ten¨ªa autorizado desde 1996 y pidi¨® que las armas se pusieran a consignaci¨®n para venta al p¨²blico. Un coronel ingeniero fue el encargo de recoger las 66 armas en el domicilio del se?or. Una semana despu¨¦s la direcci¨®n general del Registro Federal de Armas a cargo del general Velasco remiti¨® a la direcci¨®n general de Industria Militar las 40 armas para que permanecieran en consignaci¨®n para su venta al p¨²blico en la direcci¨®n de Comercializaci¨®n de Armas y Municiones, la instancia autorizada para ello. Del resto de las armas no se supo m¨¢s. Tiempo despu¨¦s una auditor¨ªa descubri¨® que fueron comercializadas indebidamente con la anuencia del general. En las entrevistas hechas por los inspectores de la Contralor¨ªa a un capit¨¢n primero ingeniero constructor, un teniente oficinista y sargento primero, estos contaron que adquirieron las armas que estaban guardadas en el alojamiento del general. ¡°El capit¨¢n primero ingeniero constructor manifest¨® que adquiri¨® dos armas de fuego de la colecci¨®n a trav¨¦s del general brigadier diplomado de Estado Mayor, pagando por las armas al mencionado general¡±, se lee en los documentos. Otra oficinista cont¨® que el general le mostr¨® 30 armas que ten¨ªa en venta. Ella le coment¨® a su hermano y este a su vez le avis¨® a un teniente, quien finalmente compr¨® cuatro artefactos de la colecci¨®n.
En el fallo de la Contralor¨ªa en contra de Velasco se concluy¨® que abus¨® de su cargo, ya que la direcci¨®n que ¨¦l comandaba no ten¨ªa facultades para comercializar armas, municiones ni explosivos a particulares. La venta ¨²nicamente se realiza a trav¨¦s de la direcci¨®n de Comercializaci¨®n de Armamento y Municiones, dependiente de la direcci¨®n general de Industria Militar, un ¨¢rea ajena a la injerencia de Velasco. ¡°El general autoriz¨® la comercializaci¨®n de las armas de fuego en comento excediendo su actuar de las facultades y atribuciones que detentaba como servidor p¨²blico de la Direcci¨®n General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, por lo que dicho servidor p¨²blico incumpli¨® con los principios de eficiencia legalidad, honradez y lealtad¡±, se lee en la resoluci¨®n de sanci¨®n.
Tras el an¨¢lisis de las pruebas y los testimonios recabados se concluy¨® que exist¨ªa una evidente responsabilidad administrativa para el general. ¡°Se acredit¨® la existencia de la conducta en el sentido de realizar actos que implicaron abuso de su cargo y el uso de las facultades que ten¨ªa atribuidas para el desempe?o de su cargo para un fin distinto¡±, qued¨® anotado en el expediente. Finalmente el 3 de septiembre de 2014 el ¨¢rea de responsabilidades de la Contralor¨ªa emiti¨® una sanci¨®n, que consisti¨® en una simple amonestaci¨®n al considerar que las faltas no pod¨ªan ser consideradas graves. En ese entonces el general ya se encontraba retirado. Actualmente cuenta con una jubilaci¨®n de 77.106 pesos mensuales. Su subalterno, el capit¨¢n Batres Ortiz nunca fue castigado.
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