L¨®pez Obrador achaca la escasez de m¨¦dicos al dif¨ªcil acceso de los m¨¢s pobres a las universidades

El presidente del Gobierno ha vuelto a cargar este martes contra el sistema universitario mexicano, afectado, a su modo de ver por las ¡°pol¨ªticas neoliberales¡± de los gobiernos que le han precedido en el poder. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador inici¨® su ataque contra la UNAM la semana pasada, a la que acus¨® de derechizaci¨®n y de no haber criticado al poder en esos sexenios, cuando la educaci¨®n, ha dicho, sufri¨® un proceso de privatizaci¨®n. El mandatario ha acusado a sus antecesores de complicar los accesos a las universidades de tal forma que las matr¨ªculas crecieron en los centros privados. ¡°Lo hicieron para dejar de invertir en educaci¨®n p¨²blica y que solo estudiara el que tuviera para pagar. Todo eso se estanc¨® despu¨¦s. ¡°?C¨®mo van a estudiar los hijos de los obreros una licenciatura que cuesta cerca de 5.000 pesos al mes, de d¨®nde lo van a sacar?¡±, ha preguntado. Y estos desajustes entre la oferta de las universidades y la demanda de los alumnos son la causa, ha se?alado, de la falta de profesionales capacitados en M¨¦xico.

En esta ocasi¨®n, el presidente se ha centrado en la escasez de m¨¦dicos que sufre el pa¨ªs, algo que se ha puesto de manifiesto en los meses de pandemia, pero que viene de lejos. ¡°Quieren convertir la salud y la educaci¨®n en un privilegio, cuando es un derecho del pueblo¡±. El secretario de Salud, Jorge Alcocer, ha puesto despu¨¦s algunas cifras a la falta de profesionales de la medicina. M¨¦xico requiere 140.000 m¨¦dicos generales para cumplir los par¨¢metros de la OMS, ha dicho. En cuanto a los especialistas, ha asegurado que sus dificultades para formarse en la universidad arrojaba un d¨¦ficit por encima de 30.000 profesionales antes de la pandemia, momento en el que, adem¨¢s, han surgido otras necesidades de especializaci¨®n. ¡°Entre los profesionales de enfermer¨ªa es a¨²n peor, se requieren 300.000¡å, ha se?alado Alcocer. Ha a?adido que en estos tres a?os de sexenio se han ido paliando esas carencias, pero a¨²n est¨¢n muy lejos de las cifras deseables.

En c¨¢ncer, por ejemplo, algunos Estados de M¨¦xico cuentan, seg¨²n el secretario, con 1,2 especialistas por cada 100.000 habitantes, cuando lo adecuado ser¨ªa cinco o seis, como tienen en otros pa¨ªses. El presidente L¨®pez Obrador ha dicho que en los hospitales del IMSS Bienestar en Yucat¨¢n no hay ning¨²n pediatra. ¡°No es falta de presupuesto sino de formaci¨®n de especialistas, no se reciben residentes suficientes¡±, ha criticado Alcocer. ¡°No hay profesores o direcci¨®n pol¨ªtica para hacerlo¡±, ha a?adido.

El problema no es solo en el acceso a las universidades, sino a los hospitales escuelas para hacer las residencias y obtener una especialidad. ¡°Normalmente hay unos 30.000 aspirantes al a?o y solo salen unas 7.000 plazas. Se necesita coordinar eso, y que haya una mayor apertura de plazas¡±, dice la presidenta del Colegio de M¨¦dicos de M¨¦xico (Fenacome), Belinda C¨¢zares. Y otro problema que ve son las muchas escuelas de medicina que surgen pero que no cuentan con una acreditaci¨®n de sus estudios, lo que en la pr¨¢ctica deja a miles de alumnos sin acceso a los hospitales para su formaci¨®n especializada. Normalmente esos egresados acaban en los consultorios anejos a las farmacias o en el subempleo, dice la presidenta. Cree que se trata de armonizar el sistema desde abajo, desde la formaci¨®n que reciben los m¨¦dicos. Cada a?o egresan, seg¨²n sus datos, unos 16.500 m¨¦dicos en total en el pa¨ªs.

En M¨¦xico, el acceso a las universidades es dispar. Algunas como la UNAM, y muchas otras a su imagen y semejanza, tienen sus propios centros de preparatoria previos al acceso universitario. Normalmente los que se forman ah¨ª y obtienen una nota alta pueden elegir la licenciatura que deseen. Hay, por otro lado, ex¨¢menes de acceso para aquellos alumnos que proceden de institutos de ense?anzas medias externos. Pero son muchos los que, una vez acabado el bachillerato, se quedan sin ir a la universidad por no superar estas pruebas. Son las propias universidades las que organizan sus filtros de acceso. No hay una prueba nacional que los equipare.

En la actualidad, algo m¨¢s de 4,5 millones de estudiantes cursan licenciaturas o posgrados en 4.136 instituciones p¨²blicas o privadas. Pero el acceso sigue dejando a muchos fuera de la universidad. La cobertura general para el curso 2019-2020, seg¨²n datos de la SEP ronda el 30%, es decir, est¨¢n en la universidad 30 de cada 100 personas con la edad apropiada para ello.

Adem¨¢s de los estudios superiores, hay otras formaciones intermedias, institutos t¨¦cnicos para profesionistas, que tambi¨¦n son una opci¨®n para no quedar varados en ese t¨¦rmino maldito, Ninis, aquellos que ni estudian ni trabajan. Los filtros para llegar a la universidad no son ¨²nicos, hay otros para pasar de unas etapas a otras. Demasiados para quienes sostienen que un n¨²mero extendido de ex¨¢menes acaba penalizando a las clases m¨¢s pobres y con menos tradici¨®n familiar de formaci¨®n reglada.

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