El animal que ha sobrevivido 200 millones de a?os (pero no contaba con el hombre)
La cacerolita de mar, una especie en peligro de extinci¨®n e ic¨®nica de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, se enfrenta a la extracci¨®n ilegal, la destrucci¨®n de su h¨¢bitat y la contaminaci¨®n
Es un animal dif¨ªcil de imaginar. El Limulus Polyphemus tiene cinco pares de ojos, que le permiten orientarse mientras nada, detectar la luz y moverse hacia ella e identificar algunos tonos del espectro ultravioleta en los rayos de sol y el brillo de la luna. Pueden ver en pr¨¢cticamente todas las direcciones: hacia adelante, hacia atr¨¢s, hacia arriba y hacia abajo. Tiene cinco pares de patas con peque?as garras y otro par que les ayuda a enterrarse bajo la arena. Son extremidades que les ayudan a desplazarse, pero tambi¨¦n a triturar su comida. Cuentan con un exoesqueleto, un caparaz¨®n dur¨ªsimo, y una colita larga y puntiaguda que puede parecer amenazante, pero que usan principalmente para darse la vuelta al incorporarse y que mueven de un lado a otro. Y su sangre tiene una enzima que al entrar en contacto con el ox¨ªgeno se pone de un color azul fuert¨ªsimo y fluorescente, y que encierra un secreto que vale millones de d¨®lares en la industria farmac¨¦utica mundial.
El nombre cient¨ªfico alude a Polifemo, el m¨¢s famoso entre los c¨ªclopes, un ogro que era hijo de Poseid¨®n en la mitolog¨ªa griega. En Estados Unidos lo llaman cangrejo herradura, pero no tiene mucho qu¨¦ ver con los cangrejos. En realidad, est¨¢ m¨¢s emparentado con los escorpiones y las ara?as. M¨¢s al sur en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico, en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, la ¨²nica regi¨®n de M¨¦xico donde est¨¢n presentes, su anatom¨ªa ha echado a volar la imaginaci¨®n de quienes lo han encontrado por su camino. As¨ª ha quedado plasmado en los relatos de los conquistadores espa?oles y en el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas. Y hasta en Los Simpson. Hoy se le conoce como guitarrita, soldadito y cucaracha de mar, aunque la referencia m¨¢s com¨²n es cacerolita de mar o mex [mesh], el vocablo maya que a¨²n sobrevive en la pen¨ªnsula.
¡°El mex es tan importante en la cultura de Yucat¨¢n como el fais¨¢n o el venado, pero lamentablemente es probable que en 10 o 15 a?os ya no lo vayamos a tener con nosotros¡±, asegura el doctor en Ciencias Marinas Juan Sandoval Gio, acad¨¦mico del Instituto Tecnol¨®gico de Tizim¨ªn. La cacerolita de mar es un cap¨ªtulo en la memoria yucateca, de ni?os que iban a la playa y quedaban fascinados con los animalitos. Sandoval Gio fue uno de esos ni?os. Ahora es un cient¨ªfico que centra sus estudios en el animal y que advierte de que desde hace d¨¦cadas, haya cada vez menos cacerolitas y son cada vez menos conocidas. Limulus polyphemus es una especie amenazada de peligro de extinci¨®n en M¨¦xico. ¡°La desaparici¨®n de este animal implicar¨ªa borrar una parte de la historia de Yucat¨¢n¡±, afirma.
¡°Estamos hablando de un f¨®sil vivo¡±, explica Sandoval Gio. Las cacerolitas de mar son el pariente vivo m¨¢s cercano a los trilobites y los primeros ejemplares datan de entre 250 y 200 millones de a?os. Son m¨¢s viejos que los dinosaurios. ¡°Han sobrevivido a varias extinciones masivas y son un libro abierto para entender c¨®mo era el planeta hace millones de a?os¡±, agrega el especialista.
El bi¨®logo H¨¦ctor Ortiz, acad¨¦mico del Instituto Tecnol¨®gico de Chetumal, refiere que se trata de una especie pancr¨®nica: extraordinariamente antigua y con muy pocos cambios evolutivos. Es precisamente esa ventana al pasado, esa antig¨¹edad, lo que supone uno de sus principales atractivos para los cient¨ªficos, pero tambi¨¦n para la industria farmac¨¦utica. Su sangre azul, conocida tambi¨¦n como hemolinfa, se extrae de miles de ejemplares en Estados Unidos, donde hay poblaciones mucho mayores poblaciones que en Yucat¨¢n, en cantidades industriales. El sistema inmune del animal es tan arcaico que su sangre forma co¨¢gulos al detectar pat¨®genos externos. Es un sistema de detecci¨®n de intrusos tan r¨²stico como efectivo y que se aplica ampliamente en la prueba de pureza de vacunas.
El lisado de amebocitos de limulus, la sustancia que se extrae de los mex para las pruebas cient¨ªficas, es clave para el desarrollo de f¨¢rmacos. Un gal¨®n de sangre azul (3,78 litros) se cotiza hasta en 60.000 d¨®lares en Estados Unidos, donde la extracci¨®n es legal. Ortiz explica que se puede sacar hasta 50 y 400 mililitros por organismo, lo que depende de su tama?o y madurez. La mayor¨ªa de los animales sobreviven la ¡°orde?a¡±, aunque la literatura revisada por Ortiz apunta a que alrededor de un 30% muere. No hay estudios concluyentes de la mortalidad, s¨ª muchos indicios y cortes del impacto en el tiempo. La cosecha abusiva de cacerolitas de mar ha provocado que sus poblaciones en Estados Unidos se desplomaran un 75% desde los a?os ochenta hasta la primera d¨¦cada de 2000, de acuerdo con el Servicio estadounidense de Peces y Vida Silvestre, una agencia gubernamental.
Desde entonces, la Uni¨®n Europea promovi¨® alternativas sint¨¦ticas al lisado de amebocitos de origen animal, pero su uso no fue aprobado en Estados Unidos. En 2020, cuando estall¨® la pandemia de covid-19 y el mundo buscaba desesperadamente las vacunas, varios medios estadounidenses como National Geographic se hicieron eco de las preocupaciones de organizaciones ambientalistas que aseguraban que la prueba de pureza de m¨²ltiples prototipos contra el coronavirus podr¨ªan reducir a¨²n m¨¢s las poblaciones de cacerolita de mar, pero no hay suficientes evidencias cient¨ªficas que demuestren ese impacto.
Con todo, hay art¨ªculos en revistas especializadas que documentan la cosecha de cacerolitas de mar desde finales del siglo XIX, sobre todo para usarlos como fertilizantes en la industria agr¨ªcola. Fue hasta los setenta cuando vino el boom del lisado como aplicaci¨®n biom¨¦dica. En Asia, variedades similares al cangrejo herradura de Am¨¦rica se consumen como alimento entre la poblaci¨®n, incluso hace varias d¨¦cadas tambi¨¦n se consum¨ªan en M¨¦xico, de acuerdo con los investigadores consultados, aunque ya es una pr¨¢ctica muy poco com¨²n. Est¨¢n tambi¨¦n los depredadores naturales como aves y peque?os mam¨ªferos que se los comen cuando llegan a las costas para desovar o fertilizar los huevecillos. Una hembra puede poner decenas de miles de huevos a lo largo de su vida, aunque solo una fracci¨®n llegar¨¢ a la vida adulta.
En M¨¦xico, las amenazas son diferentes. Desde hace a?os, pobladores de zonas protegidas han denunciado la extracci¨®n ilegal por parte de pescadores. Las cacerolitas de mar tienen un alto contenido de prote¨ªnas, lo que atrae a pulpos. Un solo pedazo puede usarse como cebo unas 10 veces, seg¨²n las investigaciones de Sandoval Gio, Ortiz y otros acad¨¦micos. Los investigadores tomaron muestras de las poblaciones en dos zonas de la pen¨ªnsula para medir el impacto. Al inicio de la temporada de pesca de pulpo de 2017, encontraron 24 espec¨ªmenes en San Felipe y 22 en R¨ªo Lagartos. De por s¨ª pocos. Un a?o m¨¢s tarde, al inicio de la temporada de 2018, solo encontraron dos organismos en R¨ªo Lagartos y ninguno en San Felipe.
En los ¨²ltimos a?os, la Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente ha asegurado en varias ocasiones m¨¢s de un centenar de cacerolitas de mar para frenar la extracci¨®n furtiva para la pesca. Se detienen embarcaciones, se incautan de los animales, pero el problema persiste. Las ¨²ltimas denuncias que llegaron a la prensa son apenas de enero pasado. La cosecha por kilo de cacerolitas de mar se compra en algunos de los municipios m¨¢s pobres de Yucat¨¢n a 100 pesos el kilo (menos de cinco d¨®lares), seg¨²n medios locales.
No es la ¨²nica amenaza documentada por los investigadores. Un trabajo de Sandoval Gio publicado hace unos meses ha encontrado por primera vez glifosato en espec¨ªmenes muertos de cacerolitas de mar. ?C¨®mo llega un plaguicida al cuerpo de un artr¨®podo? El investigador se?ala que el uso de los qu¨ªmicos en cultivos extensivos en Yucat¨¢n, donde el suelo es calc¨¢reo y muy poroso, provoca que las sustancias t¨®xicas terminen en los mantos acu¨ªferos y de ah¨ª en los estuarios donde habitan por etapas los mex. El problema se convierte en una potencial bola de nieve: de los cultivos a las cacerolitas, de la extracci¨®n ilegal a la pesca de pulpo y del plato al cuerpo de los humanos. ¡°Es una cadenita¡±, explica el acad¨¦mico. M¨¦xico prohibi¨® el uso de glifosato en enero de 2021.
A la contaminaci¨®n se suma una pol¨ªtica agresiva de cambios en el tipo de uso de suelo desencadenada por la explosi¨®n del turismo. Los h¨¢bitats cr¨ªticos de las cacerolitas de mar son cada vez m¨¢s reducidos, alerta Ortiz. En el flanco derecho de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n bulle el turismo a lo largo del corredor de la Riviera Maya y otras zonas costeras de la pen¨ªnsula, algunas de ellas zonas protegidas, miran de reojo la llegada de divisas y visitantes.
Ortiz lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas en el estudio de esta especie. El investigador recuerda los viajes de campo a Holbox a finales de los noventa, un peque?o pueblo de pescadores en una semi-isla paradisiaca, casi donde empieza el Caribe mexicano. No hab¨ªa nada. Las calles no estaban pavimentadas. No hab¨ªa banquetas ni veh¨ªculos motorizados. ¡°Cuando uno llegaba al muelle ve¨ªa a las cacerolas llegar¡±, subraya. Y de pronto apareci¨® el turismo: hay cada vez m¨¢s basura, m¨¢s hoteles, m¨¢s camiones y m¨¢s casas en zonas donde no estaba permitido construir, as¨ª como hamacas, palapas y bares en plena playa, donde las cacerolas suelen reproducirse. ¡°Es muy triste, es un gran deterioro¡±, lamenta. En Champot¨®n, en el Estado de Campeche, Ortiz recuerda haber visto cacerolitas buscando lugares para desovar en pisos cubiertos por el cemento. ¡°Ya no se ven las cacerolitas, hay muy pocas¡±, advierte.
¡°Es una especie poco estudiada y valorada en M¨¦xico¡±, afirma Ortiz. Investigadores locales se han dado cuenta en los ¨²ltimos a?os de que ten¨ªan que unir fuerzas para llegar m¨¢s a fondo en sus trabajos. Han promovido la educaci¨®n ambiental en las comunidades locales para que se reconozca su valor medioambiental y cultural. Y presionan para que los esfuerzos de conservaci¨®n sean coordinados y efectivos. Para preservar una especie ¨²nica, naturalmente t¨ªmida, cada vez m¨¢s escondida y escasa, que ha sobrevivido millones de a?os, pero no contaba con el hombre.
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