Gabriela Ortiz: ¡°Me enamor¨¦ de la m¨²sica una vez que entend¨ª que los sonidos tienen alma¡±
La compositora mexicana, que se ha convertido en la octava mujer en formar parte del Colegio Nacional, repasa su trayectoria y defiende el Sistema Nacional de Creadores de Arte
¡°La m¨²sica me atrap¨® de una forma muy natural. Yo no la eleg¨ª, ella me eligi¨® a m¨ª¡±, dice Gabriela Ortiz (Ciudad de M¨¦xico, 1964) en entrevista con EL PA?S. Ten¨ªa apenas 5 a?os cuando comenz¨® a tocar la guitarra y el charango. ¡°Yo era chiquita y la guitarra me quedaba enorme. Tengo fotos¡±, dice entre risas la compositora mexicana, de quien el aclamado director de orquesta Gustavo Dudamel ha afirmado: ¡°es una de las compositoras m¨¢s importantes que hay en el mundo. Tiene un talento infinito y para m¨ª es un privilegio tocar su m¨²sica¡±. Sus padres, Rub¨¦n Ortiz y Mar¨ªa Elena Torres, fundaron Los Folkloristas, un grupo musical dedicado a la investigaci¨®n, ejecuci¨®n y difusi¨®n de la m¨²sica tradicional latinoamericana. En su casa se escuchaba lo mismo a Cri-Cri que a Gustav Mahler; sones jarochos, que sonatas de Beethoven. Su padre, arquitecto de profesi¨®n, era un ¡°mel¨®mano de tiempo completo¡± y su madre, psicoanalista, una pianista aficionada. No tard¨® mucho en estudiar piano, aprender solfeo y armon¨ªa. A los 14 a?os comenz¨® a escribir sus primeras creaciones musicales. Cuando lleg¨® a la Escuela de M¨²sica Ollin Yoliztli se encontr¨® con la generosidad de Mario Lavista y, en la Facultad de M¨²sica de la UNAM, con el genio de Federico Ibarra; ya en Inglaterra y Estados Unidos aprendi¨® m¨²sica electroac¨²stica. La reconocida y multipremiada compositora mexicana, nominada al Grammy Latino en dos ocasiones y la primera mexicana en recibir un encargo de la Filarm¨®nica de Nueva York, se convertir¨¢ en la octava mujer en formar parte de El Colegio Nacional, una instituci¨®n que agrupa a los cient¨ªficos y artistas m¨¢s destacados de M¨¦xico con el prop¨®sito de preservar y dar a conocer lo m¨¢s importante de las ciencias, artes y humanidades que el pa¨ªs puede ofrecer al mundo.
¡°Me enamor¨¦ de la m¨²sica una vez que entend¨ª que los sonidos tienen alma¡±, dice la tambi¨¦n profesora en la Facultad de M¨²sica de la UNAM, autora de piezas como R¨ªo Bravo, Denibee, R¨ªo de las Mariposas o Atlas-Pumas, quien ha establecido una estrecha relaci¨®n con la Filarm¨®nica de Los ?ngeles, con quien actualmente trabaja en Altar de cuerda, un concierto para viol¨ªn y orquesta, dedicado a la violinista espa?ola Mar¨ªa Due?as, una de las mayores promesas a nivel mundial de su generaci¨®n, dirigida por el venezolano Gustavo Dudamel. ¡°Yo ten¨ªa muchas ganas de escribir un concierto para viol¨ªn y Gustavo me dijo: ¡°si quieres hacer un concierto para viol¨ªn por qu¨¦ no trabajas con Mar¨ªa Due?as¡±. Y bueno, yo estoy feliz porque Mar¨ªa es una int¨¦rprete que toca con una pasi¨®n excepcional y yo creo que eso lo tiene muy claro Gustavo, porque as¨ª me lo dijo: ¡°Yo creo que Mar¨ªa Due?as va a entender perfectamente de lo que se trata su m¨²sica y de lo que se requiere, yo creo que pueden hacer una mancuerna perfecta¡±.
La octava mujer en formar parte de El Colegio Nacional, despu¨¦s de Beatriz Ram¨ªrez de la Fuente, Julia Carabias, Concepci¨®n Company, Susana Lizano, Susana L¨®pez Charret¨®n, Linda Rosa Manzanilla Naim y Mar¨ªa Elena Medina-Mora, ha colaborado con destacadas orquestas y ensambles de M¨¦xico, Estados Unidos y Europa, al igual que con reconocidos directores y solistas. En M¨¦xico ha colaborado pr¨¢cticamente con todas las orquestas, directores, solistas y ensambles del pa¨ªs. Gabriela Ortiz cuenta con m¨¢s de 28 grabaciones y ha participado con los principales sellos a nivel mundial. A partir de octubre de 2022 su cat¨¢logo completo ser¨¢ publicado por la prestigiosa Boosey & Hawks Music, la editorial l¨ªder mundial de m¨²sica cl¨¢sica.
Pregunta. ?C¨®mo recibi¨® la noticia de ser una de las primeras mujeres en formar parte del Colegio Nacional?
Respuesta. Me siento muy honrada y agradecida. Es un gran reconocimiento a mi labor como compositora, sobre todo si pienso en los m¨²sicos que me han antecedido en el Colegio Nacional como Carlos Ch¨¢vez o Eduardo Mata y quien fuera mi profesor y gran amigo Mario Lavista. Creo que es fundamental que haya entrado una mujer al ¨¢rea de arte, creo que no se hab¨ªa dado. Hay mujeres extraordinarias que han hecho un gran trabajo en nuestro pa¨ªs. Pienso en Rosario Castellanos o en Graciela Iturbide, tantas mujeres que a mi juicio tendr¨ªan que haber pertenecido a El Colegio Nacional y que por alguna raz¨®n no estuvieron y no est¨¢n. Espero que esta sea una puerta que nos abra la oportunidad para que las mujeres tengamos mucha m¨¢s visibilidad.
P. ?En qu¨¦ momento le atrap¨® la m¨²sica?
R. Fue de una manera muy natural. La m¨²sica me eligi¨® a m¨ª. Desde que me acuerdo, la m¨²sica estaba muy presente en vida. Escuchaba Cri-Cri desde muy ni?a. Mi pap¨¢, afortunadamente, con este amor que ten¨ªa a la m¨²sica, fomentaba que esto sucediera. Era muy natural escuchar en mi casa a Beethoven o a Mahler. Despu¨¦s, un ensayo de Los folkloristas. Era la ¨¦poca de las pe?as (lugar bohemio dedicado a la m¨²sica de Latinoam¨¦rica; no solo fue un centro de difusi¨®n de la Nueva Canci¨®n, tambi¨¦n fue una escuela de m¨²sica). Se fund¨® la pe?a de Los folkloristas y ah¨ª se daban clases. Entonces, empec¨¦ a tocar ah¨ª, cuando ten¨ªa unos 5 o 6 a?os, me quedaba la guitarra gigante. Yo era chiquita y la guitarra enorme. Entonces, empec¨¦ a tocar la guitarra y el charango, y empec¨¦ a tener ah¨ª mi grupo. Hab¨ªa un piano en casa y mi mam¨¢ hab¨ªa estudiado 18 a?os de piano. A mis pap¨¢s les gustaba mucho la m¨²sica, pero ten¨ªan sus profesiones. No viv¨ªamos de Los folkloristas, nunca vivimos de la m¨²sica. Mi pap¨¢ ten¨ªa su despacho, ¨¦l era arquitecto, y mi mam¨¢ era psicoanalista.
P. Se tomaban el pasatiempo muy en serio...
R. S¨ª y despu¨¦s tuvieron que dejar el grupo. A los 10 a?os de haberlo creado. No pod¨ªan hacer ambas cosas. Lo que s¨ª es que hab¨ªa un piano en mi casa y cuando mis padres vieron que de verdad me encantaba la m¨²sica... recuerdo perfecto cuando mi pap¨¢ y mi mam¨¢ me dijeron: ¡°?Y por qu¨¦ no estudias ya formalmente la m¨²sica?¡±. Contrataron un maestro de piano y entonces empec¨¦ a estudiar piano formalmente, pero pronto me di cuenta de que el piano no era suficiente. Ten¨ªa el chip de crear, yo quer¨ªa inventar. Estudi¨¦ en una escuela primaria fundada por un refugiado espa?ol, Jos¨¦ de Tapia, que adem¨¢s de que era muy liberal y muy progresista, fomentaba mucho la ense?anza de la m¨²sica. Ah¨ª tom¨¦ un taller de creaci¨®n musical y fue en ese momento que yo me di cuenta de que pod¨ªa crear melod¨ªas y ritmos. Que pod¨ªa inventar m¨²sica. Y eso s¨ª fue para m¨ª revelador, porque me di cuenta de que yo no iba a ser una carrera de concertista. Lo que quer¨ªa era ser compositora.
P. ?C¨®mo comenz¨® su carrera en el mundo de la composici¨®n musical?
R. Entr¨¦ a estudiar con Maria Antonieta Lozano, una escuela que ha dado much¨ªsimo a este pa¨ªs. Muchos compositores han salido de ah¨ª. Era una gran maestra de armon¨ªa, ?estupenda! Tambi¨¦n una muy buena maestra de piano. Mar¨ªa me acerc¨® a B¨¦la Bart¨®k, el compositor h¨²ngaro que escribi¨® seis libros que se llaman microcosmos para piano, peque?as piezas did¨¢cticas, que fueron para m¨ª una ventada al siglo XX. Fue muy revelador, porque antes yo tocaba a Robert Schumann, a Bach, alguna sotana de Mozart, Beethoven o Haydn y, de pronto, me encuentro con B¨¢rtok, que me abre una perspectiva muy diferente. Todo se conjugo, pues yo ya ten¨ªa m¨¢s herramientas de solfeo y armon¨ªa, y entonces s¨ª empiezo a componer peque?itas piezas de piano yo misma. Ten¨ªa 14 a?os cuando empec¨¦ a escribir mis composiciones, mis primeras partituras. M¨¢gicamente.
P. Luego viaj¨® a Par¨ªs...
R. No me lo vas a creer, pero as¨ª fue. Mi madre, que es psicoanalista, le entr¨® esta idea de que yo ten¨ªa que alejarme de todo e irme a Europa. Porque adem¨¢s mis padres se conocieron en Par¨ªs. A mi mam¨¢ le pareci¨® que que yo ten¨ªa que vivir esa experiencia, que para m¨ª era muy importante, porque mi pap¨¢, debo decirte, no es que haya sido un m¨²sico frustrado, pero... lo que hubiera querido estudiar en su vida fue m¨²sica. Mario Lavista defin¨ªa a mi pap¨¢ como mel¨®mano de tiempo completo. Eso era mi pap¨¢. Todo el tiempo hablaba de m¨²sica y lo ¨²nico que hac¨ªa era escuchar m¨²sica. Era una locura. Todo el medio musical que lo conoce te lo puede corroborar. Creo que, en el fondo, a mi mam¨¢ le daba miedo de que me fuera a dedicar a la m¨²sica. Y fue de risa loca. Llegu¨¦ y a la semana ya estaba en un conservatorio de Par¨ªs, ya hab¨ªa buscado un piano y ten¨ªa una beca. Lo m¨ªo s¨ª era la m¨²sica. Mi mam¨¢ ten¨ªa una duda, pero no hab¨ªa duda.
P. ?Por qu¨¦ regresa a M¨¦xico?
R. Mi intenci¨®n era quedarme, pero mi mam¨¢ se enferm¨®. De hecho, falleci¨® muy joven y yo me tuve que regresar. No lo pens¨¦ dos veces ni me arrepentir¨¦ nunca. Dej¨¦ todo. Perd¨ª todo: la beca, mi entrada a la escuela... todo. Y mi pap¨¢ me inscribi¨® rapid¨ªsimo a la Escuela de M¨²sica Ollin Yoliztli, que en aquella ¨¦poca el maestro de an¨¢lisis musical y de composici¨®n era Mario Lavista. Tuve la gran fortuna de estudiar y de conocer a Mario y de ah¨ª el resto es historia. No pude tener mejor maestro que Mario. Y lo digo en serio. Despu¨¦s me fui a estudiar un posgrado en Inglaterra e hice el doctorado all¨¢ y te puedo decir que el mejor maestro que he tenido ha sido Mario. Fue un ser muy generoso, sab¨ªa impulsar la creatividad y no imponer. Sab¨ªa c¨®mo respetar al alumno y c¨®mo encausarlo. Y si hab¨ªa que criticar algo, sab¨ªa c¨®mo decirlo, siempre con mucho respeto. Es una gran p¨¦rdida para la m¨²sica en Latinoam¨¦rica y para M¨¦xico.
P. ?C¨®mo dio el paso a dedicarse profesionalmente de la m¨²sica y vivir de ella y para ella?
R. Creo mucho en los int¨¦rpretes. Los interpretes le dan difusi¨®n a tu m¨²sica y la dan vida. La gente que ha difundido mi trabajo han sido los mismos int¨¦rpretes. Esto es algo que yo siempre le digo a mis alumnos. Hay que cuidar la relaci¨®n interprete-compositor. El ejemplo m¨¢s reciente es mi relaci¨®n con Gustavo Dudamel. Es uno de los directores m¨¢s conocidos a nivel mundial que, afortunadamente, ha apoyado mi trabajo. Para m¨ª ha sido un empuj¨®n important¨ªsimo. Otra gente que me ha ayudado much¨ªsimo es Carlos Miguel Prieto. Tambi¨¦n ha estrenado mucho mi m¨²sica en Europa. Los interpretes hacen una gran labor de difusi¨®n para nuestra obra.
P. ?C¨®mo ve usted el panorama para los nuevos m¨²sicos y compositores?
R. En M¨¦xico contamos con algo ¨²nico que ojal¨¢ persista y se siga apoyando, que es el sistema Nacional de Creadores, antes conocido como Fonca. Es fundamental, es ¨²nico en Latinoam¨¦rica. No conozco otro modelo que ayude a los creadores. Ha ayudado a much¨ªsimas generaciones en muchos sentidos. Porque un compositor no puede llegar y vender su partitura. Eso no existe. No funciona as¨ª. Puedes vivir de los encargos, pero no hay tantas orquestas en este pa¨ªs para que le encarguen a tantos compositores. Entonces, ah¨ª entran las becas a los creadores. Es un sistema perfectible. Pero, ha dado mucho m¨¢s de lo que se le pueda criticar. Hay que salvar esa instituci¨®n y hay que apoyarla porque ha ejercido un papel fundamental en el desarrollo art¨ªstico de este pa¨ªs.
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