Raymundo Ramos, espiado con Pegasus: ¡°L¨®pez Obrador result¨® m¨¢s militarista que Calder¨®n¡±
Director de la ¨²nica organizaci¨®n de Derechos Humanos en Tamaulipas, sus denuncias contra la limpieza social del Ej¨¦rcito lo han convertido en un hombre inc¨®modo. Esta semana, ¨¦l y otras dos personas criticaron que las Fuerzas Armadas les han espiado durante el actual Gobierno
Tamaulipas es el Estado mexicano del que probablemente menos sepamos. Un inmenso territorio en la frontera con Estados Unidos convertido en una m¨¢s de las zonas de silencio que ganan espacio en elpa¨ªs. La penetraci¨®n del crimen organizado y la presencia del Ej¨¦rcito es tan potente que las ong¡¯s, los periodistas y los pol¨ªticos valientes han ido poco apoco apagando su voz por miedo a ser asesinados. En medio de este silencio la organizaci¨®n de Raymundo Ramos (Nuevo Laredo, 1971), el Comit¨¦ para los Derechos Humanos, fundada hace 25 a?os en esa ciudad, resiste como la aldea gala en los c¨®mics de Ast¨¦rix denunciando abusos, muertos y desapariciones en un contexto violento y corrupto que ha terminado con dos gobernadores encarcelados y otro m¨¢s huido del pa¨ªs.
Si alguien sabe de militarizaci¨®n es este defensor de derechos humanos, que convive desde hace 20 a?os con el Ej¨¦rcito y la Armada sin que su presencia haya resuelto los problemas de inseguridad. Esta semana junto a los periodistas Ricardo Raphael y Daniel Moreno, Ramos denunci¨® al Ej¨¦rcito por haber pinchado su tel¨¦fono con Pegasus. Lo descubrieron los medios Animal Pol¨ªtico y Proceso tras una investigaci¨®n y se confirm¨® acto seguido cuando en los correos filtrados de Sedena apareci¨® el contrato con la empresa israel¨ª que vende el programa de espionaje. La respuesta de L¨®pez Obrador fue que no, que en su gobierno ¡°no se esp¨ªa¡± y que denuncien con pruebas si es que las tienen. En una entrevista telef¨®nica con EL PA?S desde Nuevo Laredo, Ramos denuncia la persecuci¨®n a la que es sometido y pide una investigaci¨®n en la que el presidente no meta las manos.
Pregunta. ?Est¨¢n espiando esta conversaci¨®n?
Respuesta. No lo s¨¦, pero no lo descarto. Aunque hayamos hecho la denuncia contra el Ej¨¦rcito no significa que no lo hagan la Marina o el Gobierno de Tamaulipas de Cabeza de Vaca. Puede ser que no utilicen Pegasus pero s¨ª otros sistemas de espionaje telef¨®nico. Estoy acostumbrado a eso.
P. ?Qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s del Pegasus con el que fue usted infectado?
R. En mi caso es el Ej¨¦rcito, seg¨²n el an¨¢lisis de Citizen Lab que se hizo en la Universidad de Toronto. Pero tambi¨¦n est¨¢ detr¨¢s la inteligencia de la Marina que est¨¢ muy molesta desde las denuncias de 2018 por las 47 personas desaparecidas y de la que responsabilizamos a un grupo de operaciones especiales. Pero el problema del espionaje es que afecta a las v¨ªctimas. Detr¨¢s de m¨ª est¨¢n las familias, abogados, periodistas o compa?eros de Derechos Humanos y eso es lo que m¨¢s me preocupa. ?Cu¨¢ntos periodistas o defensores de derechos humanos asesinados no pudieron estar siendo espiados antes por estas mismas instituciones de inteligencia militar?. ?Y si esa informaci¨®n lleg¨® a criminales? Eso es lo m¨¢s grave. Responsabilizo al Ej¨¦rcito, a la Marina y al presidente de M¨¦xico de lo que nos pueda ocurrir.
P. El Ej¨¦rcito lo ha desmentido
R. No me sorprende, porque cuando se denuncian violaciones a los derechos humanos tambi¨¦n lo niegan. No recuerdo un solo caso en el que el Ej¨¦rcito haya respondido: ¡°fuimos nosotros¡±. Ni Ayotzinapa, ni Tlatlaya, ni los estudiantes asesinados en el Tec de Monterrey, ni la ni?a muerta hace un mes en Nuevo Laredo. Nunca han reconocido su responsabilidad y eso es parte de su historia negra. Si reconocieran al menos alg¨²n grado de responsabilidad se fortalecer¨ªa la instituci¨®n, como bien dice el presidente.
P. ?Cu¨¢ndo se dio cuenta que deb¨ªa revisar su tel¨¦fono?
R. En el a?o 2010 cuando documentamos los abusos del Ej¨¦rcito detect¨¦ ruidos en el tel¨¦fono: el ¡®clic¡¯ de la grabadora o el eco de que alguien escucha al otro lado. Tambi¨¦n en mi Facebook. Luego se perfeccion¨® la tecnolog¨ªa y he visto muchas veces como se abr¨ªan aplicaciones extra?as en mi tel¨¦fono. En una ocasi¨®n alguien incluso me escribi¨® para preguntarme si yo era el responsable de seguir a Raymundo Ramos. Finalmente hace un a?o acept¨¦ revisar mi tel¨¦fono en Canad¨¢ y ah¨ª certificaron que fui intervenido al menos en dos ocasiones, en agosto y septiembre de 2020.
P. ?Cu¨¢l cree que fue el detonante que activ¨® esos pinchazos?
R. En julio de 2020 se public¨® un video de un enfrentamiento entre militares y una camioneta del crimen organizado en la que iban varios secuestrados. En esa balacera los soldados mataron a todos los civiles armados, pero en el video se ve a alguien levantando la mano y gritando: ¡°?Auxilio, no disparen!¡± pero un militar dice: ¡°M¨¢talo, a la fregada¡±. Despu¨¦s atend¨ª la queja de dos familias de los secuestrados que denunciaron los hechos ante la Fiscal¨ªa y la Comisi¨®n de Derechos Humanos (CNDH) ese es el caso que deton¨® que el Ej¨¦rcito comenzara a espiarme.
Anteriormente, Ramos denunci¨® otros montajes del Gobierno de Tamaulipas y del Ej¨¦rcito, despu¨¦s de que detuvieran a ocho personas en tres domicilios diferentes, las vistieron con ropas tipo militar y simularan un enfrentamiento. Lo mismo sucedi¨® con el caso conocido como Valle de An¨¢huac cuando la Polic¨ªa Estatal y el Ej¨¦rcito simularon un enfrentamiento con civiles que no eran integrantes del crimen organizado. Uno era un migrante de Oaxaca y otro un muchacho que hab¨ªa llegado con su novio del Estado de M¨¦xico. Nosotros demostramos que no eran criminales y claro, eso molesta mucho al Ej¨¦rcito.
P. ?Por qu¨¦ duelen tanto las denuncias que hace?
R. Las Fuerzas Armadas pretenden convencer a la poblaci¨®n de que son confiables, no matan civiles, no violan Derechos humanos y que sus operativos son exitosos, pero con nuestras denuncias se rompe esa imagen de instituciones confiables y preparadas. Su apuesta es convencer que son la mejor opci¨®n de seguridad en un pa¨ªs y en un Estado violento como Tamaulipas.
Hay que recordar que las Fuerzas Armadas no llegaron ayer a Tamaulipas sino que llevan dos d¨¦cadas. Empezaron con Fox y en estos 20 a?os hemos documentado el historial de violencia tanto del crimen organizado como de las Fuerzas Armadas. Una organizaci¨®n como la nuestra es una organizaci¨®n registrada, con oficina y con una larga trayectoria documentando abusos de las autoridades. Eso molesta y no nos ven como enemigos del Estado.
P. Trabaja en un contexto muy complicado
R. Llevamos m¨¢s de 20 a?os de presencia militar y seguimos siendo un estado inseguro y abandonado por el propio Gobierno. Muchos presidentes no se han querido meter en Tamaulipas porque dec¨ªan que era una guerra perdida.
A ello hay que a?adir la corrupci¨®n tan grande que vivimos. En Tamaulipas tenemos dos gobernadores en la c¨¢rcel, Tom¨¢s Yarrington en Estados Unidos y Eugenio Hern¨¢ndez en M¨¦xico. Un candidato del PRI asesinado a una semana de las elecciones, Rodolfo Torre Cant¨² y otros dos gobernadores que gracias a sus padrinos pol¨ªticos pudieron evadir la c¨¢rcel, Egidio Torre Cant¨² y ahora a Francisco Garc¨ªa Cabeza de Vaca. Por lo tanto, es un Estado abandonado por la Federaci¨®n y gobernado por delincuentes y tipos miserables que no se preocupan por el bienestar de los tamaulipecos. A ello hay que a?adir la presencia de un cartel (Zetas) que lleg¨® a ser muy poderoso y que despu¨¦s se fragment¨® en c¨¦lulas m¨¢s peque?as que est¨¢n por todo el pa¨ªs. En este contexto, nosotros como organizaci¨®n defensora de los derechos humanos, hemos sobrevivido porque nos hemos quedado en medio y hemos hecho un trabajo de documentaci¨®n que no ha sido desmentido nunca gracias a la ciudadan¨ªa.
Y te pongo un ejemplo muy claro. Cu¨¢ndo fue la masacre de migrantes en Camargo en 2021 (en la que fueron asesinados y calcinados 19 migrantes de Guatemala) fuimos la primera organizaci¨®n en denunciar que quienes hab¨ªan matado a los migrantes no eran criminales sino polic¨ªas. ?Y c¨®mo lo supimos? Por la informaci¨®n que nos proporcion¨® la propia gente de Camargo; polic¨ªas y funcionarios que nos advirtieron que no hab¨ªa sido el crimen organizado.
Si nosotros no hubi¨¦ramos alzado la voz, las autoridades de Tamaulipas se hubiera zafado de ese asunto haciendo lo de siempre: culpar al crimen organizado. Poco despu¨¦s se detuvo a 11 polic¨ªas estatales que reconocieron haber asesinado a los migrantes. Todo esto evidencia la corrupci¨®n existente, pero tambi¨¦n el trabajo bien documentado que hacemos.
P. ?Qu¨¦ medidas vas a tomar?
R. Presentamos una denuncia penal, pero no confiamos en la Fiscal¨ªa. Sabemos que no le va a poner inter¨¦s y sabemos, como en otros casos, que presionar¨¢n a la Fiscal¨ªa para que no se investigue. Antes de esto yo hab¨ªa preparado mi familia. Les advert¨ª de los riesgos que corr¨ªamos con esta denuncia y tomamos algunas medidas que no pueden ser publicadas. No tenemos veh¨ªculos, escoltas ni dinero para salir del pa¨ªs. La denuncia p¨²blica es la ¨²nica manera de protegernos. Estamos en desventaja frente a una instituci¨®n que tiene toda la fuerza.
P. Con la defensa cerrada desde la presidencia a las Fuerazas Armadas ?siente que adem¨¢s de enfrentarse al Ej¨¦rcito tambi¨¦n tiene como enemigo a la presidencia?
R. Llegu¨¦ a comprender el poder del Ej¨¦rcito en tiempos de Fox, Calder¨®n y hasta Pe?a Nieto. Porque eran parte de un sistema de cogobierno ante el que hab¨ªan cedido. Sin embargo, ilusamente pens¨¦ que cuando llegara al poder L¨®pez Obrador, un hombre de izquierda y perseguido por esas mismas Fuerzas Armadas que le hicieron la vida imposible como opositor, ¨¦l frenar¨ªa todo esto. Incluso, percib¨ª positivamente la decisi¨®n de desmantelar el Estado Mayor Presidencial. Pero al final L¨®pez Obrador result¨® m¨¢s militarista que Calder¨®n. Es incre¨ªble el giro que ha tomado el presidente de M¨¦xico convirti¨¦ndose en reh¨¦n. Un reh¨¦n que no puede hacer mucho por restarle poder a las Fuerzas Armadas. Ni siquiera con opciones para que se pueda llevar a cabo una investigaci¨®n independiente y un proceso justo.
P. Una ¡°investigaci¨®n independiente¡±, tampoco pide tanto.
R. Si L¨®pez Obrador se mantuviera al margen ser¨ªa suficiente. Pero no, ¨¦l decidi¨® dejar la imparcialidad y sumarse a la defensa de las Fuerzas Armadas no como su comandante supremo sino como un defensor de oficio. Todo eso tambi¨¦n nos sit¨²a en peligro y el presidente no lo entiende.
P. ?Qu¨¦ futuro prevee en Tamaulipas despu¨¦s de ser aprobada la presencia del Ej¨¦rcito en las calles hasta 2028?
R. La pr¨®xima d¨¦cada estamos condenados a perder libertades. Aun cuando estamos muy cerca de Estados Unidos y ellos presionan de muchas formas para retirar a los militares de las calles o de las instituciones, todo apunta al comienzo de una d¨¦cada negra. Una d¨¦cada donde las libertades de opini¨®n, asociaci¨®n o expresi¨®n est¨¢n en grave riesgo. Todo esto nos obliga a formar un frente com¨²n, no contra el Ej¨¦rcito ni la Marina, sino en defensa de la ley y las libertades.
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