M¨¦xico-Estados Unidos: la desigual historia de una relaci¨®n a tres velocidades
El comunicador y analista pol¨ªtico Leonardo Curzio detalla en su ¨²ltimo libro, ¡®Vecinos¡¯, la evoluci¨®n del v¨ªnculo entre los dos pa¨ªses en el siglo XXI
Hay historias que se escriben con el lento discurrir de los d¨ªas y otras que tropiezan con momentos que lo cambian todo. El 6 de septiembre de 2001, el presidente mexicano Vicente Fox se subi¨® a la tribuna del Congreso estadounidense y comenz¨® a hablar en un ingl¨¦s fr¨¢gil pero inequ¨ªvoco. ¡°Tenemos hoy la oportunidad de cambiar dram¨¢ticamente el signo de nuestra relaci¨®n¡±, dir¨ªa, y pedir¨ªa repetidamente: ¡°Denle una oportunidad a la confianza¡±. Esa palabra, tantas veces esquiva entre las dos naciones, se colar¨ªa m¨¢s de 30 veces en un discurso que anunciaba un punto y aparte en la historia de Norteam¨¦rica. Por primera vez un presidente se atrev¨ªa a poner sobre la mesa la cuesti¨®n migratoria, la enchilada completa, y por primera vez los vientos y George Bush soplaban a favor. Cinco d¨ªas despu¨¦s, las Torres Gemelas ca¨ªan en el mayor atentado terrorista del pa¨ªs, las prioridades cambiaron y la historia que pudo ser dijo buena suerte y adi¨®s.
La historia que s¨ª fue ¡ªa veces tensa, a veces incierta, siempre a trompicones¡ª, la recoge el comunicador y analista pol¨ªtico Leonardo Curzio (60 a?os, Ciudad de M¨¦xico) en su nuevo libro, Vecinos. M¨¦xico y Estados Unidos en el siglo XXI (Turner Noema), un an¨¢lisis detallado de c¨®mo ha evolucionado el v¨ªnculo entre ambos pa¨ªses a lo largo de los ¨²ltimos 23 a?os. Del ¡°entusiasmo casi marital¡± con el que Fox y Bush inauguraron los 2000, al ¡°pragmatismo extremo¡± con el que L¨®pez Obrador lidi¨® con un Trump imposible, en palabras del autor.
¡°Todos los presidentes han tenido algo positivo, pero en el camino han encontrado un problema serio¡±, reflexiona Curzio desde la cafeter¨ªa de un hotel en Ciudad de M¨¦xico. El de Fox fue encontrarse de la noche a la ma?ana con una agresi¨®n que convirti¨® al anglosaj¨®n en un Estado-fortaleza, desbaratando su prop¨®sito de conseguir la regularizaci¨®n de seis millones de paisanos al otro lado de la frontera. La falta de apoyo de M¨¦xico a la invasi¨®n de Irak termin¨® por romper el matrimonio feliz que hab¨ªa iniciado el siglo. ¡°Hab¨ªamos perdido la enchilada¡±, resume el comunicador en su libro. Pero el mercado laboral sigui¨® fagocitando a toda esa gente que migra en busca de pan y trabajo. ¡°Hay una realidad que negamos, una realidad de mercados laborales que siguen operando porque son ellos los que determinan, m¨¢s que ning¨²n otro factor, las pol¨ªticas de deportaci¨®n¡±, desarrolla ahora el analista.
Ah¨ª se produce el quiebre, las dos velocidades. ¡°Hay una autopista por donde circula la cuesti¨®n comercial, donde la integraci¨®n se ha incrementado brutalmente en estos 30 a?os. Y luego todo lo que tiene que ver con lo migratorio, que es como un bajo puente, una especie de territorio no reconocido todav¨ªa por la potencia¡±, manifiesta Curzio: ¡°Es la disfuncionalidad de Am¨¦rica del Norte¡±. As¨ª que la historia que entrelaza a los pa¨ªses son, en realidad, dos historias: la de la ret¨®rica y la de los hechos consumados. O como lo resume el periodista: ¡°Inquietud pol¨ªtica y discurso estridente en las campa?as, pero una asombrosa estabilidad en la realidad socioecon¨®mica¡±.
La tercera velocidad que completa la terna se produce en el ¨¢mbito de la seguridad, ¡°directamente en los s¨®tanos o el drenaje¡±. Tras el desastre de 2001, la agenda pol¨ªtica se fue ¡°narcotizando¡± hasta convertirse en el tema hegem¨®nico a partir de 2006, durante el sexenio de Felipe Calder¨®n, que convivi¨® primero con Bush y luego con Obama.
Aquello cristaliz¨® en el interior en la c¨¦lebre y brutal ¡°guerra contra el narco¡± y, en el exterior, en la Iniciativa M¨¦rida, el mayor esfuerzo cooperativo en materia de seguridad entre los dos Estados. ¡°Lo que ocurri¨® con esa iniciativa es un exceso de intimidad, nos vimos demasiado cerca. Tienes ese entusiasmo temporal y despu¨¦s estos reflujos. La constante ha sido la desconfianza¡±, sentencia Curzio, a quien no le sorprende lo que vino despu¨¦s. El zar antidroga de aquella ¨¦poca, Genaro Garc¨ªa Luna, est¨¢ siendo juzgado en Nueva York por corrupci¨®n, un s¨ªmbolo tr¨¢gico del problema de fondo. ¡°Lo que est¨¢n enjuiciando es todo el sistema de seguridad mexicano. En esa materia, este pa¨ªs sigue siendo profundamente corrupto e ineficaz¡±, sostiene. El plan M¨¦rida tampoco fren¨® la exportaci¨®n constante y masiva de armas desde el norte hacia el sur. Otra vez, dos historias que conviven y se escriben de forma paralela.
El intento de Pe?a Nieto de inaugurar un paradigma securitario m¨¢s amplio tampoco fructific¨®. ¡°No tuvo un esquema claro de qu¨¦ quer¨ªa hacer¡±, considera el analista: ¡°Son como parches en el tiempo, a diferencia de lo otro [el comercio], donde tienes una tela, un tejido continuo¡±. La baja sinton¨ªa con Obama en esa cuesti¨®n termin¨® desembocando con Trump en el mayor maltrato a un presidente mexicano en la historia com¨²n.
L¨®pez Obrador y Trump, dos amigos improbables
Nada hab¨ªa amenazado la autopista comercial por la que circulaban bienes y servicios en ambos sentidos de la frontera hasta que lleg¨® Trump. El republicano no quer¨ªa una relaci¨®n a tres velocidades, quer¨ªa echar el freno de mano definitivo. En el ¨¢mbito econ¨®mico, aranceles. En el securitario, un muro. En el migratorio, rechazo y expulsi¨®n. ¡°Obama, a pesar de que fue el gran deportador [bati¨® r¨¦cord de devoluciones], nunca tuvo la ret¨®rica discriminadora de Donald Trump¡±, compara Curzio: ¡°Las palabras cuentan. La ret¨®rica dura puede legitimar que los cuerpos de seguridad sean infinitamente m¨¢s duros con los migrantes. La contraria frena los impulsos m¨¢s directos de la polic¨ªa¡±.
Tan inesperado como el cuestionamiento de la integraci¨®n comercial del estadounidense fue la mano izquierda con la que su hom¨®logo supo gestionarlo, relata en el libro. ¡°L¨®pez Obrador sacrifica su pol¨ªtica migratoria porque no cree demasiado en ella. No son liderazgos que impulsen valores, sino transaccionales: tu tel¨¦fono por mi libro. Y, para asombro de todos, funcion¨®¡±, sintetiza el analista. El tel¨¦fono fue la contenci¨®n en M¨¦xico de la migraci¨®n centroamericana. El libro, evitar la imposici¨®n de aranceles al pa¨ªs latino.
Y finalmente, la calma: el t¨¢ndem Biden-L¨®pez Obrador. ¡°Probablemente, la pareja m¨¢s eficaz¡±, seg¨²n el autor. ¡°Biden ha mostrado un ¨¢nimo de entenderse con ¨¦l [L¨®pez Obrador], ha tenido una actitud casi paternal, de decir: ¡®A ver, este se?or tiene mal temperamento, pero no me voy a enojar con ¨¦l¡¯¡±, analiza con cierta sorna. Para Curzio, los ¨²ltimos dos presidentes han dado una gran estabilidad a la regi¨®n y han asentado lo que a veces les ha costado reconocer: que sus prioridades se miran a la cara. En 2024 iniciar¨¢n una nueva legislatura, y esta vez lo har¨¢n al tiempo, como cada 16 a?os. Para entonces quedan muchos interrogantes abiertos.
¡°Hay que ver si el partido republicano regresa al centro racional o sigue en la barbarie xen¨®foba de los ¨²ltimos a?os¡±, valora Curzio sobre el lado norte de la frontera. Del lado sur, ¡°depender¨¢ de los resultados que muestre M¨¦xico en materia de seguridad¡±. En realidad, el futuro de estos dos vecinos se reduce a la pregunta que lanz¨® Fox hace 20 a?os, en un ingl¨¦s fr¨¢gil pero inequ¨ªvoco: ¡°La cuesti¨®n no es si podemos darnos el lujo de confiar el uno en el otro, sino si podemos darnos el lujo de no hacerlo¡±.
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