Gabriel Rodr¨ªguez Liceaga: ¡°Toda mujer que camina en las calles es una mujer marchando¡±
El escritor mexicano plantea en ¡®La sombra de los planetas¡¯ una novela a dos voces en la que el universo que rodea la historia de amor de una pareja es Ciudad de M¨¦xico y la imposibilidad de reproducirse
¡°Me corrieron de mi empleo como maestra de primero de primaria porque les dej¨¦ de tarea a mis alumnos que investigaran por qu¨¦ no hab¨ªan sido abortados¡±. As¨ª comienza La sombra de los planetas (Random House, 2023) del escritor mexicano Gabriel Rodr¨ªguez Liceaga (Ciudad de M¨¦xico, 1980). Un libro que existe f¨ªsicamente desde el pasado lunes 20 de febrero, narrado por Santiago y Damiana, una pareja que, entrados en los cuarenta, est¨¢n imposibilitados de tener hijos y experimentan una suerte de insatisfacci¨®n por ello.
Es la sexta novela de Rodr¨ªguez Liceaga, y forma parte de un historial de producci¨®n que incluye cinco libros de cuentos y algunas otras novelas de juventud que el autor prefiere que se mantengan fuera de los reflectores, y que, sin embargo, conserva orgulloso en uno de sus libreros desparramados. Como aquel libro de cuentos que le edit¨® el ISSSTE y cuyos ejemplares fueron repartidos a pacientes de sus centros hospitalarios, o Hipster boy, cuyo nombre original Ya no har¨¦ hombres con el barro, fue cambiado para atraer a m¨¢s j¨®venes a sus p¨¢ginas. Y sin duda, El demonio perfecto, su primera novela publicada cuando ten¨ªa 25 a?os. La sombra de los planetas enmarca una vida dedicada a la escritura y a la lectura, con especial enfoque en los cuentos que tienen siempre a Ciudad de M¨¦xico, sus sonidos y olores, su imaginario, sus colores y sus palabras que crean universos, como tel¨®n de fondo. Esta es la primera novela de amor que escribe el autor.
Pregunta. Cuando present¨® este libro empez¨® hablando sobre el personaje de Damiana, quien es protagonista, junto con Santiago, de esta historia. Damiana camina por Ciudad de M¨¦xico entregando los dibujos que hace y que entrega a diferentes personas de su vida. ?C¨®mo fue hacer un personaje femenino tan potente?
Respuesta. Son dos viajes paralelos, en el hombre (Santiago) lo que quise fue comentar esta circunstancia de no ser pap¨¢. Sobrellevar la vida sin reproducirse. Y en el caso de ella, que es much¨ªsimo m¨¢s importante, es un tema de que toda mujer que camina en las calles es una mujer marchando. Hay un poder¨ªo del siglo XXI de una mujer que camina en la calle. Esta mujer, Damiana, est¨¢ todo el tiempo hablando consigo misma. Yo me enfoqu¨¦ mucho en escribir a una mujer que no est¨¢ obsesionada todo el tiempo sobre lo que opinen de ella, sino que est¨¢ en un constante mon¨®logo, en un soliloquio, reflexionando sobre su vida y pensando en sus cosas mientras camina en la calle. Ella camina en la calle y la obra camina en su vida.
P. Es su primera novela de amor. ?Por qu¨¦ lo decidi¨® as¨ª en este momento de su carrera? ?Fue por un proceso personal, deliberadamente?
R. Es un proceso personal, pero no de tiempos recientes. Esta novela no la constru¨ª desde la autoficci¨®n ni desde la autobiograf¨ªa, sino de la experiencia: porque el Gabriel que amaba a los veinte ya est¨¢ muy lejos de mi memoria, ese Gabriel amaba de una forma que se perdi¨® porque la tuve que volver literatura hoy, entonces este libro fue como una necesidad de contar una despedida de mi juventud, estoy despidiendo a mi juventud hablando de lo m¨¢s importante que hay en el mundo que es el amor, no creo que haya algo m¨¢s importante que eso, es lo que nos mueve. Tristemente, nos han ense?ado en esta parte del continente a buscarlo, cuando el amor no se busca, el amor es azar y un poquito de destino.
P. ?Y c¨®mo fue para usted escribir esto ahora?
R. Esta novela no la tengo tan clara en la mente, la tuve que trabajar y trabajar, pero ahora que ya es un objeto que tengo en casa, la reviso en las noches y yo mismo estoy sorprendido de algunas l¨ªneas. Es una historia de amor escrita de principio a fin porque opera de varias cosas que llevo pensando toda mi vida, como que nunca sabes qu¨¦ opina el otro, entonces aqu¨ª me met¨ª en la cabeza de dos que s¨ª se aman. A m¨ª me gusta mucho que cuando alguien lee Santa de Federico Gamboa, en el cap¨ªtulo uno Santa es una mujer rural que llega a un prost¨ªbulo y con miedo, y en el cap¨ªtulo dos ella dice: ¡°Me acost¨¦ con toda la Ciudad de M¨¦xico¡±, o sea dio un brinco entre ambos cap¨ªtulos. Yo quise eso. As¨ª funciona, el amor es de cero a un mill¨®n en un segundo, para bien y para mal. Para escribir esta novela necesit¨¦ vivir, escrib¨ª sobre el amor porque llevo perdiendo parejas y posibilidades amorosas sin crear una familia, como pasa en el libro.
P. Ha comentado que empez¨® escribiendo este libro desde el punto de vista de Santiago: ¡°A mi novia la corrieron de su empleo¡¡± ?En qu¨¦ momento decide y por qu¨¦, que finalmente sea a dos voces, con lo parecidas que ambas suenan en su libro?
R. A m¨ª me fascina descubrir a mi exnovia en m¨ª. Cuando se me antoja algo hago una expresi¨®n que hace ella y para m¨ª eso es padr¨ªsimo porque estuve dos a?os con ella, me construy¨®. Todos somos la suma de un mont¨®n de gente a la que le fuimos quitando cosas que ador¨¢bamos de ellos. En mi novela La felicidad de los perros del terremoto est¨¢ esa idea: todos somos hijos de todos. Si yo pudiera crear a la especie humana, no ser¨ªa hijo de hombre y mujer, sino de todos los hombres y de todas las mujeres que amaron esas personas. Eso que digo en esa novela aqu¨ª ya lo narr¨¦.
P. ?Y por qu¨¦ hacer la voz de una mujer?
R. Porque tenemos que ponernos retos literarios, no hay nada m¨¢s terrible que un escritor que no es su propio enemigo; un escritor que ya se siente a gusto, que ya est¨¢ en una casa de editorial fuerte y que ya tiene asegurados los libros del porvenir, ah¨ª se acaban las carreras literarias. La literatura es trabajo y trabajo, no te puedes estacionar, siempre cuesta. Y tambi¨¦n fue un poco pensando en el panorama editorial actual. Las mujeres tienen un mont¨®n de cosas que decir y no est¨¢bamos escuchando, es el momento de escuchar. Para m¨ª fue un esfuerzo. Damiana todo el tiempo est¨¢ hablando consigo misma, no est¨¢ hablando con un var¨®n, no est¨¢ tratando de quedar bien con el pendejo de Santiago, no est¨¢ tratando de quedar bien con nadie en la calle, es ella contra s¨ª misma pregunt¨¢ndose y reflexionando. No s¨¦ si logr¨¦ una voz femenina totalmente. Lo que s¨ª te puedo decir es que s¨ª puse muchas de mis herramientas, recursos y esfuerzos narrativos en que quedar¨¢ congruente. Y recuerdo mucho que en El siglo de las mujeres uno de los personajes se pinta las u?as y le duele, el barniz le duele y dice: ¡°eso es ser mujer, que te duelan las cosas m¨¢s m¨ªnimas¡±
P. ?Qu¨¦ es lo que espera que suceda con esta novela? ?Qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s de La sombra de los planetas con Gabriel Rodr¨ªguez?
R. Uno siempre tiene grandes esperanzas, yo quiero vivir de la literatura, ya no quiero estar yendo y viniendo de oficios que no me apasionan, porque me di cuenta de que me pagan por apasionarme por cosas que en el fondo no me importan tanto. Esto casi no me lo preguntan, as¨ª que tengo que responder con sinceridad: s¨ª es mi intenci¨®n formar parte del canon literario. Trabajo a diario para eso, no hay un segundo de mi vida en el que no est¨¦ pensando en ser un mejor escritor para dar mejores novelas, ojal¨¢ la gente encuentre la l¨ªnea que salva mi libro, al final de cuentas es una l¨ªnea la que marca nuestra existencia y tenemos que llegar a la muerte con el libro juzgado.
P. La forma en la que se ha vinculado desde siempre con sus lectores ha sido de mucha cercan¨ªa. ?Es consciente de ello, qu¨¦ cree que tenga que decir tras la publicaci¨®n de este libro?
R. Yo s¨ª creo que hay que darle un mensaje a la gente. Yo ahora, a mis 42 a?os, no estoy diciendo que sea el m¨¢s importante en las letras mexicanas, pero tengo una responsabilidad con las letras mexicanas, con los lectores, con mi literatura. Lo creo as¨ª por lo que ya he dicho varias veces: que exista un libro m¨ªo en Random House s¨ª es la solidificaci¨®n de un anhelo tumultuoso. Represento a todos los que no han llegado a Random, a todos los que no ganaron el premio y yo s¨ª. Uno no escribe solo ¨¦l, somos las letras mexicanas.
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