Esto es lo que descubr¨ª despu¨¦s de sobrevivir a un feminicidio
Nunca est¨¢s preparada para entender que la persona que una vez te dijo que te amaba es la misma que quiere hacerte desaparecer
Se lo dije muchas veces a los jueces: Ese hombre nunca me peg¨®. Directamente quiso asfixiarme.
Mi nombre es Fabiola Pozadas, tengo 42 a?os y soy una mujer sobreviviente de feminicidio. Hace tres a?os y medio mi vida cambi¨® por completo. Podr¨ªa decirse que la mujer que era entonces muri¨® para siempre aquella noche del 15 de agosto de 2019, cuando M. Santander, el hombre que era mi pareja, quiso asfixiarme en mi propia casa. A partir de ah¨ª comenz¨® una lucha dolorosa por conseguir justicia, por ser escuchada y entendida. Tambi¨¦n emprend¨ª una b¨²squeda para entender qui¨¦n era yo despu¨¦s de aquello. Despu¨¦s de casi ser asesinada, qued¨¦ rota por dentro. Nunca est¨¢s preparada para entender que la persona que una vez dijo que te am¨®, es la misma que quiere hacerte desaparecer.
La ¨²nica diferencia entre un feminicidio y una tentativa de feminicidio es un momento de suerte. Son unos pocos segundos en los que puedes respirar, gritar, dar una patada a tiempo para defenderte, escaparte. Mientras miles de mujeres son asesinadas cada a?o en M¨¦xico, nosotras, las sobrevivientes, quedamos vivas para contarlo aunque eso nos convierta en v¨ªctimas inc¨®modas, en v¨ªctimas imperfectas para un mundo que nos prefiere silenciadas. En este sistema que aplasta lo femenino y lo confronta, las v¨ªctimas de intento de feminicidio somos molestas porque lo que nos pas¨® muestra los rincones m¨¢s oscuros de nuestra sociedad y nos confronta con algo que no queremos ver sobre las relaciones de pareja y sobre la educaci¨®n dentro de las familias.
La gente quiere creer que sobrevivir es f¨¢cil y minimizan lo que te pas¨®. ¡°Bueno, pero no te mat¨®, ?no?¡± ¡°Al menos t¨² est¨¢s viva¡±, me han dicho muchas veces. No comprenden lo traum¨¢tico que es. Despu¨¦s de aquella noche, lo que la gente no sabe es que no solo sobreviv¨ª a la asfixia. En tres a?os y medio he tenido que sobrevivir a m¨ª misma, a la sociedad que me juzg¨® por haber elegido a ese hombre como pareja y a un Estado machista que me ha revictimizado a cada paso y que mand¨® mi caso al archivo a¨²n cuando hab¨ªa pruebas suficientes para detener a mi agresor
Aquel 15 de agosto todo pas¨® de una manera que ni yo misma puedo creer. Mi agresor me tir¨® en el sof¨¢, me inmoviliz¨® con todo el peso de su cuerpo, tap¨® mi boca y mi nariz con sus manos para que no me entrara el aire en los pulmones y apret¨®. Apret¨® tan fuerte que mis dientes se clavaron en mi boca y me dejaron heridas por dentro. ?Recuerdan lo que les dec¨ªa de que la ¨²nica diferencia entre un feminicidio y una tentativa es un momento de suerte? Logr¨¦ resbalar del sill¨®n, ¨¦l perdi¨® el equilibrio y yo pude gritar muy fuerte. Gracias a eso me escap¨¦. Salt¨¦ desde la terraza de mi casa al tejado de las casas vecinas, en la oscuridad de la madrugada y hu¨ª. Aquella noche mi vida cambi¨® para siempre, pero lo que vino despu¨¦s se convirti¨® en una pesadilla de la que todav¨ªa no he podido salir.
Vivir violencia extrema me provoc¨® estr¨¦s postraum¨¢tico que se manifest¨® con insomnio, taquicardias, disociaci¨®n y una lesi¨®n permanente en la columna producto del forcejeo. Durante un a?o tom¨¦ medicamentos psiqui¨¢tricos y padec¨ª trastornos intestinales. Hasta aquel momento yo me sent¨ªa una mujer libre y fuerte, pero cuando trat¨® de matarme, perd¨ª mi seguridad y mi autoestima.
¡°Te crees muy lista, ?verdad? ?Por las buenas soy muy bueno y por las malas soy un hijo de la chingada! ?Me quer¨ªas conocer? Pues ya me est¨¢s conociendo¡±, recuerdo que me dijo la primera vez que me inmoviliz¨®. Lo que pas¨® aquella noche fue el final de una escalada de la violencia que viv¨ª a su lado. La primera vez que atent¨® contra mi vida fue el 22 de julio de ese mismo a?o, antes, hab¨ªa fingido estar enfermo para que no lo echara de mi casa. Entre ese d¨ªa y el 15 de agosto, me tuvo 24 d¨ªas secuestrada en mi propia casa.
No me dejaba salir ni hablar por tel¨¦fono con mi familia o mis amigos, y si lo hac¨ªa, ten¨ªa que ser a escondidas porque ten¨ªa miedo de sus cambios de humor. No se me despegaba, como aquellos esposos que no se apartan de sus mujeres cuando las llevan al hospital despu¨¦s de haberlas golpeado brutalmente. Fueron d¨ªas de locura, sin horarios, mal durmiendo y mal comiendo. La careta del hombre atento y culto que fing¨ªa ser cay¨® por completo y en su lugar apareci¨® un hombre peligroso de dudosa reputaci¨®n que traficaba con arte y piezas arqueol¨®gicas, despu¨¦s entend¨ª esa parte.
Actualmente este hombre se encuentra en prisi¨®n preventiva oficiosa en el reclusorio Oriente, en Ciudad de M¨¦xico, y est¨¢ haciendo uso de todos los recursos legales e ilegales a su disposici¨®n para retrasar y entorpecer que se celebre el juicio en su contra. Antes ya estuvo seis meses en prisi¨®n preventiva justificada pero la Quinta Sala Penal le otorg¨® la suspensi¨®n condicional mediante un recurso de apelaci¨®n. Lo liberaron en un d¨ªa naranja donde se conmemora la lucha contra la violencia machista y nadie me avis¨®, a¨²n cuando la autoridad sab¨ªa que nunca dej¨¦ de recibir amenazas. Despu¨¦s de eso, estuvo un a?o pr¨®fugo. Ahora depende del mismo tribunal que ya lo liber¨® una vez que se reanude el proceso, sin que se le permita aportar pruebas fuera del plazo establecido. Tengo miedo de lo que pueda pasar y de lo que pudo haber fabricado mientras estuvo pr¨®fugo con su red de c¨®mplices y corrupci¨®n.
La prensa y los medios de comunicaci¨®n retratan a los asesinos de mujeres como si fueran monstruos, pero las que hemos vivido esa violencia, sabemos que en realidad son unos dignos hijos del patriarcado. Es la impunidad que se repite caso a caso la que les permite pensar que pueden asesinar a una mujer sin que haya consecuencias, como si fu¨¦ramos de su propiedad. Son gente normal y corriente con la que te cruzas todos los d¨ªas, gente culta que entiende de arte, padres de familia, personas a los que les gustan los perros¡ no son monstruos, pueden ser cualquiera.
Ni siquiera culpo exclusivamente a M. Santander [mi agresor]. Lo que me pas¨® es el resultado de una sociedad y de un sistema que se alimenta de la indolencia y de la corrupci¨®n. Durante mucho tiempo no entend¨ª lo que pasaba porque me tragu¨¦ enterito el cuento de que todos somos iguales y podemos alcanzar nuestros sue?os, pero no es verdad. La vida de las mujeres vale menos y eso es lo que tenemos que cambiar.
Y yo, mientras compongo mis pedazos, les digo algo. Estoy cansada de que se juzgue m¨¢s a las v¨ªctimas por su apariencia que a los feminicidas que trataron de asesinarlas. Como si no tuvi¨¦ramos derecho a pintarnos los labios, a bailar o a re¨ªrnos. Como si no tuvi¨¦ramos derecho a seguir vivas despu¨¦s de lo que nos pas¨®. Nuestras vidas importan, nuestras vidas son valiosas.
Entrevista de Almudena Barrag¨¢n.
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¡°Creo que acabo de tener mi primer sofoco¡±: por qu¨¦ la reacci¨®n de Drew Barrymore en directo ayuda a normalizar la menopausia
Y una sugerencia para acabar:
? Un libro: ¡®Fruto¡¯, de Daniela Rea
Por Almudena Barrag¨¢n.
Los cuidados, ese tema del que hablamos tantas veces dentro del feminismo y tan poco en otras esferas, pese a que nuestra sociedad est¨¦ edificada sobre ellos. Y mientras eso se pasa por alto, el trabajo de millones de personas, sobre todo mujeres, queda invisibilizado. As¨ª lo refleja la escritora mexicana Daniela Rea en su ¨²ltimo libro: Fruto (M¨¦xico, Ant¨ªlope/UAM, 2023) En ¨¦l plantea lo importante que es abordar los cuidados no solo desde el amor y el cari?o, sino tambi¨¦n desde una perspectiva pol¨ªtica y social. ¡°Cuidar nos nutre y nos absorbe. Reivindico mucho los cuidados, pero no en las condiciones en que est¨¢n siendo dados. Hay una romantizaci¨®n que le permite al Estado, la empresa y la sociedad no comprometerse. El espacio p¨²blico no est¨¢ hecho para personas que necesitan cuidados especiales. Se nos exige criar buenos ciudadanos, pero las personas que cuidan est¨¢n solas¡±, afirmaba la autora en una entrevista con EL PA?S, hace unos meses.
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