Las tiendas de raya de Morena
Los diputados de Morena buscan empoderar a empleadores para descontar deudas bancarias abusivas directo del sueldo de trabajadores. Reviven abusos prerevolucionarios para favorecer a los banqueros
Esta semana se discutir¨¢ en la C¨¢mara de Diputados un dictamen que busca aprobar la ¡°cobranza delegada¡±, es decir, una figura que permitir¨¢ que el empleador descuente del salario de los trabajadores las deudas que ¨¦stos tengan con Sociedad Financieras de Objeto M¨²ltiple (Sofom).
Las Sofom son un abuso. La falta de competencia y de regulaci¨®n adecuada las ha convertido en instituciones opacas con ganancias extranormales. Llegan a cobrar inter¨¦s del 92% por un cr¨¦dito de n¨®mina de 20.000 pesos y de 109% por uno personal. Esto es mucho m¨¢s que los bancos donde las tasas m¨¢ximas son de 45% y 76%, respectivamente.
De ser aprobado, cual tienda de raya porfirista, el patr¨®n podr¨¢ disponer del dinero del trabajador para darle prioridad a las Sofom, sin que el trabajador pueda hacer nada. En caso de emergencias de salud o familiares, el trabajador no podr¨¢ usar su dinero sin antes, primero, haber pagado su mensualidad a las instituciones de cr¨¦dito.
Hay varias excusas para aprobar el dictamen de cobranza delegada a las Sofom, todas insostenibles en los datos.
La primera es que solo mediante estas tiendas de raya modernas los trabajadores podr¨¢n acceder al cr¨¦dito. Se argumenta que prestar es muy riesgoso en M¨¦xico y que, por lo tanto, solo mediante la cobranza delegada, las instituciones de cr¨¦dito estar¨¢n en capacidad de prestar sin quebrar.
Esto es falso. La banca tiene un amplio margen para reducir sus ganancias y extender su tolerancia al riesgo sin quebrar. Controlando por activos y capital, los banqueros hacen mejor negocio en M¨¦xico que en el 82% de los pa¨ªses del mundo, e incluso controlando por riesgo, la banca mexicana tiene m¨¢rgenes superiores a la de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.
Si las instituciones de cr¨¦dito no prestan, no es porque no puedan, sino porque no necesitan hacerlo. El mercado de cr¨¦dito al consumo mexicano tiene muy poca competencia y por tanto, asegura ganancias extranormales sin que las instituciones financieras tengan que esforzarse por atraer nuevos clientes.
Existe una disparidad de poder en favor de las instituciones de cr¨¦dito y en detrimento del acreedor. La aprobaci¨®n del dictamen no cambiar¨ªa esto, solo ensanchar¨ªa la disparidad a¨²n m¨¢s pues permitir¨¢ que las instituciones de cr¨¦dito ganen certeza sobre sus ingresos, a costa de que el trabajador pierda el derecho a usar los que ¨¦l se gana.
La segunda excusa para aprobar el dictamen es que algunas instituciones bancarias ya tienen sistemas de cobranza delegada operando, pero lo hacen sin regulaci¨®n. Se argumenta que el dictamen solo las regularizar¨ªa.
Este argumento no se sostiene. Si las Sofom ya est¨¢n descontando las deudas de los trabajadores de su salario, lo que necesitamos no es regularlas, sino llamarlas a cuentas porque eso es ilegal. Los descuentos a la n¨®mina contradicen el art¨ªculo 123 de la Constituci¨®n mexicana y la Ley Federal del Trabajo. M¨¢s a¨²n, de acuerdo art¨ªculo 17 del C¨®digo Civil Federal los acuerdos para la cobranza delgada podr¨ªan estar viciados de inicio al aprovecharse de un estado de desventaja por parte del trabajador.
La ¨²nica explicaci¨®n que yo encuentro a que un dictamen de esta naturaleza vaya a ser discutido y posiblemente aprobado es la captura del Congreso por parte de intereses privados. Uno de los senadores que present¨® la iniciativa, Pedro Haces, es un famoso l¨ªder sindical. Cercanos de l¨ªderes sindicales auspician Sofom y lucran con los cr¨¦ditos. Adem¨¢s, seg¨²n me han contado en confidencialidad fuentes expertas, al parecer algunos sindicatos han hecho negocios a partir de esquemas de cobranza delegada informales. El esquema es sencillo: el patr¨®n cobra las deudas a los trabajadores y las deposita a los sindicatos quienes a su vez las deber¨ªan depositar a la Sofom. Los sindicatos tardan en hacerlo y con ello adquieren ganancias financieras.
Gobiernos estatales y cabilderos bancarios tambi¨¦n podr¨ªan estar impulsando el dictamen por intereses propios. Activistas veracruzanos han acusado al Instituto de Pensiones de Veracruz de quedarse con el 5% de los pagos a Sofom hechos por los trabajadores. Por su parte, el diputado presidente de la Comisi¨®n de Hacienda y Cr¨¦dito P¨²blico que est¨¢ revisando el dictamen, Luis Armando Melgar Bravo, fue presidente de la banca de gobierno de Banco Azteca hasta el a?o pasado y todav¨ªa reporta ser asesor de planeaci¨®n estrat¨¦gica de Grupo Salinas. Su cercan¨ªa con la banca privada crea desconfianza sobre su neutralidad.
La captura del Congreso por parte de cabilderos de la banca es a¨²n m¨¢s factible debido a la ignorancia que tienen muchos diputados del tema. La mayor¨ªa de los diputados no tienen experiencia en instituciones de cr¨¦dito.
Sea cual sea la raz¨®n por la que este dictamen ha avanzado tanto, no debe aprobarse. El dictamen llevar¨ªa a que maestros, trabajadores al servicio de la salud y muchos otros sufrieran abusos. De hecho, actualmente activistas ya reportan ciertas irregularidades en las Sofom que operan de la mano con empleadores como reestructuras no solicitadas, aumentos de las l¨ªneas de cr¨¦dito, negativas a entregar las cartas finiquito e incluso la negativa a presentar informaci¨®n y aclaraci¨®n que los acreditados soliciten.
Para que los trabajadores accedan al cr¨¦dito se necesita una regulaci¨®n que permita la competencia en el sector, ampl¨ªe la oferta de servicios y demande que los bancos compartan informaci¨®n con las Sofom de forma que ¨¦stas puedan mejorar su escaneo de clientes. Es decir, no se necesita una ley para que cobren mejor, sino un entramado legal para que cobren menos.
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