La compa?¨ªa chilena Teatro Cinema traduce al escenario esa mezcla de realismo crudo y lenguaje de cuento de hadas caracter¨ªstica de ¡®El gran cuaderno¡¯, de Agota Kristof. Por otro lado, Basel Zaraa, palestino, pone al espectador en la piel de su hija mientras le habla de la di¨¢spora
Una acaba la lectura de ¡®Memoria por correspondencia¡¯, de la escritora Emma Reyes, sin aliento, y se pregunta c¨®mo aquella ni?a pudo continuar viviendo
Hace no mucho caminaba con Ingeborg Bachmann por los alrededores de una ciudad austr¨ªaca buscando un lago, y ayer pude volver a hacerlo con Kristof, con Walser, con Woolf, mientras mis manos amasaban barro
Para quienes se quedaron en Tolst¨®i o Dostoievski y saltaron directos a Svetlana Alexi¨¦vich despu¨¦s de embeberse de anglosajones, franceses o latinos sepan que en medio hay buen¨ªsimas noticias.