La ¡®republicanizaci¨®n¡¯ del PP
La actual deriva ultra del PP cada vez recuerda m¨¢s la deriva antidemocr¨¢tica del Partido Republicano de Estados Unidos

Lo que queda de legislatura va a ser un suplicio para S¨¢nchez, que tras echar del Gobierno por sus graves fallos a sus tres grandes fusibles (Carmen Calvo, Redondo y ?balos), se ha quedado definitivamente solo ante el peligro que representa el triple frente reaccionario que le acecha: la oposici¨®n parlamentaria de PP, Cs y Vox, los altos tribunales controlados por la magistratura conservadora y la prensa adicta que como un intelectual org¨¢nico orquesta el acoso ret¨®rico de la derecha radical contra el frentepopulismo socialcomunista.
Es verdad que todav¨ªa le quedan a S¨¢nchez algunos fusibles de recambio a quienes culpar de su ineluctable declive electoral, como la ministra de Sanidad que sigue mostr¨¢ndose incapaz de coordinar la lucha contra la quinta ola pand¨¦mica; o el inefable Tezanos que porf¨ªa en amortizar el maltrecho prestigio del CIS. Pero como a excepci¨®n de la intocable Calvi?o ya no cuenta con ning¨²n peso pesado que le haga sombra, pues los restos de UP son un p¨¢lido recuerdo de lo que fueron en sus ya lejanos d¨ªas de gloria, tampoco tiene m¨¢s aliados en que confiar que los militantes de su propio partido (como Bola?os y ?scar L¨®pez) que permanecen al pie del ca?¨®n tras el resentido distanciamiento de la vieja guardia frente al outsider que les hurt¨® su anterior control.
Y ante la soledad de S¨¢nchez crece el ansia de revancha del frente ultraderechista, que no le perdona la moci¨®n de censura contra Rajoy ni la formaci¨®n de un Gobierno Frankenstein apoyado desde fuera por la anti-Espa?a separatista. En este sentido, la actual deriva ultra del PP, con su atolondrado l¨ªder que no pierde ocasi¨®n de hilar ristras de insultos contra el anticristo S¨¢nchez, cada vez recuerda m¨¢s la deriva antidemocr¨¢tica del Partido Republicano en EE UU, que nunca perdon¨® al Partido Dem¨®crata la entrada de un negro en la Casa Blanca. De ah¨ª que alumbrase un Tea Party encargado de agitar el resentimiento de los wasp que se cre¨ªan ¨²nicos representantes leg¨ªtimos del pueblo estadounidense. De aquel esp¨ªritu de revancha (backlash) procede el protofascismo trumpista y todo lo que vendr¨¢ despu¨¦s, cuando la manipulaci¨®n de las leyes electorales les permita a los republicanos recuperar al pleno control del poder contra el mayoritario voto popular.
Y aqu¨ª pasa igual. El Tea Party espa?ol es evidentemente Vox, encargado de dise?ar los m¨¢s reaccionarios encuadres ideol¨®gicos (como el supremacismo masculinista a la caza de brujas feminazis en defensa de la familia cristiana bajo la autoridad del pater familias) que despu¨¦s adoptar¨¢n como propios los cuadros del PP, alentados para ello por la prensa ultraconservadora en pie de guerra santa cultural contra etarras, podemitas y separatistas. Pero lo m¨¢s llamativo es la republicanizaci¨®n del PP, dispuesto a quemar los puentes que le comunicaban con el PSOE (nuestro equivalente al partido dem¨®crata yanqui) al precio de romper el consenso constitucional. Como acaba de ocurrir con la sentencia del TC contra el estado de alarma, redactada no por un magistrado sino por un acad¨¦mico vinculado a la cong¨¦nita memoria ¡®popular¡¯ de la Universidad Rey Juan Carlos. El PP, rumbo a Visegrado.
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