La voz necesaria del Sur global
La Asamblea de la ONU arroja una sensaci¨®n de extrema urgencia para abordar la crisis clim¨¢tica, una tarea en la que hay que contar con las voces de las zonas m¨¢s afectadas y que la pandemia dificulta
¡°Nos enfrentamos a la mayor cascada de crisis de nuestras vidas¡±, declar¨® el secretario general de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, en su discurso de apertura de la Asamblea General de la ONU. A la hora de debatir sobre la...
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¡°Nos enfrentamos a la mayor cascada de crisis de nuestras vidas¡±, declar¨® el secretario general de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, en su discurso de apertura de la Asamblea General de la ONU. A la hora de debatir sobre las dos principales crisis a las que se enfrenta la humanidad, el cambio clim¨¢tico y la pandemia, fueron los l¨ªderes de los pa¨ªses peque?os y en v¨ªas de desarrollo, m¨¢s que los de las principales potencias del mundo, los que transmitieron un sentido de urgencia m¨¢s aut¨¦ntico.
El ministro de Relaciones Exteriores de N¨ªger, Hassoumi Massaoudou, por ejemplo, destac¨® los ¡°efectos devastadores¡± del cambio clim¨¢tico en su pa¨ªs. Estos efectos incluyen la intensificaci¨®n de las sequ¨ªas, como la de 2010 en N¨ªger, que mat¨® a aproximadamente 4,8 millones de cabezas de ganado, el 25% del reba?o del pa¨ªs, lo que supuso un coste de m¨¢s de 700 millones de d¨®lares.
Mientras tanto, el aumento del nivel del mar amenaza con provocar cambios irreversibles en los ecosistemas de los pa¨ªses insulares del Pac¨ªfico e incluso con sumergirlos. ¡°?Tuvalu seguir¨¢ siendo un Estado miembro de la ONU si finalmente se sumerge?¡±, pregunt¨® el primer ministro, Kausea Natano.
El hecho de que numerosos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo se enfrenten a amenazas tan inmediatas pone de relieve el imperativo moral de la cooperaci¨®n clim¨¢tica. Pero los pa¨ªses desarrollados deber¨ªan tambi¨¦n actuar por motivos pragm¨¢ticos. El Banco Central Europeo estima que, sin pol¨ªticas que mitiguen el efecto del cambio clim¨¢tico, el PIB de Europa se contraer¨ªa un 10%, lo que provocar¨ªa un aumento del 30% en las quiebras empresariales. La creciente frecuencia e intensidad de los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos tambi¨¦n amenazar¨¢ la seguridad alimentaria mundial.
Pero nuestras posibilidades de evitar los peores efectos del cambio clim¨¢tico se est¨¢n reduciendo r¨¢pidamente. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Clim¨¢tico de las Naciones Unidas, a menos que haya reducciones inmediatas, r¨¢pidas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir el calentamiento global a 1,5 grados cent¨ªgrados, o incluso a 2 grados, resultar¨¢ imposible.
Los l¨ªderes del Sur global en la Asamblea General de la ONU fueron necesariamente contundentes en la relaci¨®n a la respuesta global a la covid-19. Por ejemplo, el presidente de Namibia, Hage Geingob, se refiri¨® al ¡°apartheid de las vacunas¡± por su manifiestamente desigual distribuci¨®n. Nuestro sistema multilateral no ha cumplido en absoluto sus compromisos de garantizar la equidad de las vacunas en todos los pa¨ªses. Como se?al¨® recientemente el ex primer ministro brit¨¢nico Gordon Brown, solo el 2% de los adultos en los pa¨ªses de bajos ingresos est¨¢n completamente vacunados, en comparaci¨®n con m¨¢s del 50% de los adultos en la mayor¨ªa de las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas.
La humanidad ha demostrado ser muy eficiente en la fabricaci¨®n de vacunas contra la covid-19: ahora producimos 1.500 millones de dosis al mes. Sin embargo, hemos demostrado ser ineficaces en su distribuci¨®n, con lamentables consecuencias. Seg¨²n Airfinity, una importante empresa de investigaci¨®n, 100 millones de dosis caducar¨¢n a finales de este a?o, si no actuamos ahora para redistribuirlas. La Covid-19 Vaccine Global Access (Covax), que ten¨ªa como objetivo distribuir al menos 2.000 millones de dosis a pa¨ªses de rentas bajas para finales de 2021, hasta ahora solo ha distribuido 300 millones de dosis.
De igual modo que con la acci¨®n clim¨¢tica, la equidad en la distribuci¨®n de las vacunas es un imperativo moral y una cuesti¨®n pragm¨¢tica para las econom¨ªas avanzadas. Cuanto m¨¢s se permita que se propague el virus, m¨¢s probabilidades hay de que mute en nuevas variantes m¨¢s transmisibles y resistentes a las vacunas. Incluso en pa¨ªses con altas tasas de vacunaci¨®n, como Israel, que en agosto hab¨ªa administrado dos dosis a m¨¢s del 60% de su poblaci¨®n, tuvieron que volver a imponer restricciones el verano pasado debido a la propagaci¨®n de la variante Delta, contra la cual las vacunas de las que se dispon¨ªa han resultado menos efectivas.
M¨¢s all¨¢ de garantizar la equidad de las vacunas, la comunidad internacional debe fortalecer la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) para las emergencias de salud p¨²blica. La detecci¨®n temprana de crisis futuras s¨®lo ser¨¢ posible si contamos con un organismo multilateral capaz y bien financiado. Pero las contribuciones regulares representan menos de una cuarta parte del presupuesto de la OMS, por lo que depende en gran medida de contribuciones voluntarias.
La necesidad de superar estos retos globales viene en un momento de creciente confrontaci¨®n geopol¨ªtica, la cual se ha manifestado de forma m¨¢s frecuente en el Indo-Pac¨ªfico. Tras la retirada de Afganist¨¢n, Estados Unidos estableci¨® una nueva alianza de seguridad y tecnolog¨ªa con Australia y Reino Unido, Aukus, aumentando las tensiones con China.
Una escalada de las tensiones en la regi¨®n Indo-Pac¨ªfico, que representa aproximadamente el 65% de la poblaci¨®n mundial, el 62% del PIB mundial y el 46% del comercio total de mercanc¨ªas, tendr¨ªa consecuencias devastadoras. Taiw¨¢n est¨¢ demostrando ser un punto de fricci¨®n particularmente peligroso en las relaciones entre Estados Unidos y China. Los ejercicios militares sobre la isla se est¨¢n volviendo cada vez m¨¢s frecuentes, lo que aumenta las posibilidades de un error de c¨¢lculo o accidentes.
En el actual contexto de tensiones entre ambas potencias, la cooperaci¨®n clim¨¢tica se vuelve cada vez m¨¢s dif¨ªcil. El reciente viaje del enviado especial para el clima de Estados Unidos, John F. Kerry, a Tianjin, demostr¨® cu¨¢n tensas se han vuelto las relaciones bilaterales en numerosos campos incluido el comercio, los derechos humanos, y la defensa y la seguridad en el mar de China meridional. Hablando con Kerry por videoconferencia, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, advirti¨® que la cooperaci¨®n clim¨¢tica ser¨ªa insostenible sin concesiones diplom¨¢ticas en estas ¨¢reas de inter¨¦s para China.
Las tensiones entre EE UU y China tambi¨¦n son un obst¨¢culo en la superaci¨®n de la pandemia. La ¡°diplomacia de las vacunas¡±, por la cual las potencias mundiales exportan vacunas con el fin de incrementar su influencia geopol¨ªtica en algunas regiones y pa¨ªses, va en contra de una distribuci¨®n justa y segura de las mismas. Este enfoque tambi¨¦n hace m¨¢s dif¨ªcil una salida global de la pandemia. Entre otras cosas, porque ignora muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, Oriente Pr¨®ximo y ?frica, donde es m¨¢s probable que el virus contin¨²e propag¨¢ndose y mutando sin control.
La reuni¨®n de la Asamblea General de la ONU dej¨® a su audiencia con una sensaci¨®n de extrema urgencia y de d¨¦j¨¤ vu. Como lament¨® la primera ministra de Barbados, Mia Motley: ¡°?Cu¨¢ntas veces m¨¢s repetiremos lo mismo una y otra vez, para llegar a la nada?¡±. La respuesta depende, en gran parte, de la ONU.
A pesar de sus imperfecciones, la ONU ha sido durante mucho tiempo el coraz¨®n del sistema multilateral. Mientras nos dirigimos hacia la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico (COP26) en Glasgow, la comunidad internacional debe demostrar que puede traducir sus compromisos en resultados. Y no debe olvidarse de escuchar al Sur.