Las dram¨¢ticas ramificaciones de la covid-19
La desestabilizaci¨®n actual del sistema sanitario puede revertirse, pero solo ser¨¢ posible con el compromiso de todos, trabajando conjuntamente con lealtad y transparencia
Nadie pone en duda que la atenci¨®n a los pacientes con covid se llev¨® por delante toda la planificaci¨®n del sistema sanitario y buena parte de la asistencia a los pacientes con cualquier otra patolog¨ªa. Dada su importancia, desde la Federaci¨®n de Asociaciones Cient¨ªfico M¨¦dicas Espa?olas (FACME) hemos querido analizar ese impacto y proponer soluciones para la ingente tarea que tenemos por delante. Las sociedades cient¨ªficas queremos compartir las ense?anzas que nos ha dejado esta crisis para mejorar la atenci¨®n a los pacientes y tambi¨¦n queremos participar en las decisiones que se tomen para la necesaria priorizaci¨®n y reorganizaci¨®n global que tenemos que afrontar.
La desestabilizaci¨®n actual del sistema sanitario puede revertirse, pero solo ser¨¢ posible con el compromiso de todos, trabajando conjuntamente con lealtad y transparencia. Es necesario implementar cambios estrat¨¦gicos para fortalecer el Sistema Nacional de Salud y para poder hacer frente a circunstancias como las vividas en el futuro con menor vulnerabilidad. Eso solo puede lograrse con el apoyo de los profesionales, con una asignaci¨®n realista de fondos y poniendo al paciente en el centro. FACME y los m¨¢s de 120.000 m¨¦dicos a los que representa queremos y podemos colaborar, pero es fundamental la involucraci¨®n de las administraciones y la apuesta econ¨®mica. Tanto los fondos de recuperaci¨®n europeos como los presupuestos anuales deber¨ªan servir para ello.
Los m¨¦dicos hemos tenido que reorganizar la actividad y gestionar pacientes y recursos de otra forma durante la pandemia, lo que ha contribuido a salvar vidas y a minimizar su impacto sanitario; y lo hemos hecho porque se nos ha permitido tomar decisiones, en un modelo de liderazgo compartido, que creemos que se debe mantener. Por ello, en FACME hemos definido varias ¨¢reas estrat¨¦gicas y hemos planteado propuestas para volver a priorizar la atenci¨®n no-covid. El primer movimiento es la recuperaci¨®n de los pacientes demorados. En esta tarea las sociedades cient¨ªficas tenemos mucho que decir, porque podemos orientar sobre criterios generales y tambi¨¦n estratificar sobre la base de la gravedad y el impacto en salud. Pero, adem¨¢s, podemos colaborar para crear un observatorio que monitorice y vele porque la recuperaci¨®n de los pacientes diferidos se haga con calidad y seguridad en cada contexto local.
Cap¨ªtulo aparte merece la atenci¨®n a los pacientes cr¨®nicos. Se necesita un mejor manejo y seguimiento que dif¨ªcilmente puede garantizarse con el modelo asistencial actual. Por ello consideramos que hay que abrirse a experimentar en el marco de programas ambiciosos de innovaci¨®n y colaboraci¨®n entre servicios de salud, que faciliten a los equipos cl¨ªnicos evaluar nuevas soluciones, medir resultados y generar conocimiento aplicable que pueda compartirse entre equipos profesionales y organizaciones asistenciales diferentes. Y son precisamente los profesionales los que pueden hacerlo, aunque necesitan ese marco global para experimentar, aprender e implementar cambios.
En tercer lugar, entendemos que estamos en deuda con las pol¨ªticas de prevenci¨®n; se hace necesaria m¨¢s proactividad y calidad en la identificaci¨®n de factores de riesgo y en la optimizaci¨®n de los procesos diagn¨®sticos. La innovaci¨®n cient¨ªfico-t¨¦cnica puede ayudarnos en esta tarea y los equipos multidisciplinares locales pueden trabajar en ello si tienen el apoyo de sus organizaciones asistenciales; si se apuesta por trabajar en la identificaci¨®n de factores de riesgo, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil el desarrollo de m¨¢s prevenci¨®n y de mejor medicina personalizada.
Y, por ¨²ltimo, instamos a una reorganizaci¨®n y asignaci¨®n transparente de recursos en el sistema. A modo de ejemplo, a d¨ªa de hoy no se conoce la planificaci¨®n de recursos humanos para organizar el recambio de profesionales que debe ocurrir en el corto y medio plazo. El modelo de gobernanza tiene que cambiar y a los profesionales se nos tiene que dotar de m¨¢s capacidad y autonom¨ªa en la toma de decisiones.
Con todo ello, y a modo de resumen, creemos que la fuerza laboral, la tecnolog¨ªa y el desarrollo de la innovaci¨®n e investigaci¨®n permitir¨¢n avanzar en la recuperaci¨®n del sistema y mantener una atenci¨®n sanitaria de calidad si contamos con los profesionales. Y desde FACME, una vez que ofrecemos estas propuestas para empezar a trabajar, nos comprometemos a monitorizar intervenciones de gesti¨®n y liderazgo que se den en las diferentes comunidades aut¨®nomas y en el Ministerio de Sanidad, realizando informes peri¨®dicos de evaluaci¨®n y posicionamiento. Los sistemas de salud en Espa?a necesitan mayor financiaci¨®n y una nueva forma de liderar y gestionar el cambio para salir de esta crisis. Tenemos ante nosotros un reto crucial, pero tambi¨¦n una oportunidad de ofrecer mejor asistencia a nuestros pacientes que no deber¨ªamos desaprovechar.
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