Brasil, cada vez m¨¢s lejos del resto de Am¨¦rica Latina

El rechazo por parte del presidente brasile?o, el ultraderechista Jair Bolsonaro, de la oferta de ayuda del Gobierno argentino a Brasil con motivo de las graves inundaciones que han golpeado al Estado de Bah¨ªa con decenas de muertos y m¨¢s de medio mill¨®n de desabrigados en plena Navidad, son un s¨ªntoma m¨¢s de c¨®mo Bolsonaro est¨¢ alejando a Brasil de Latinoam¨¦rica y, en general, del mundo. La excusa dada por el Jefe del Estado ha sido que su par argentino ¡°es de izquierdas¡±.

En este momento en que Brasil parece colocar m¨¢s sus ojos en sus or¨ªgenes coloniales portugueses con las clases altas comprando all¨ª una segunda casa y con visitas m¨¢s frecuentes al lugar, el periodista Carlos Fino, una de las figuras m¨¢s destacadas del periodismo portugu¨¦s, acaba de lanzar el libro Brasil: Raizes do Estranhamento, para demostrar lo contrario. Seg¨²n Fino, de 73 a?os, en Brasil crece la llamada ¡°rusofobia¡±, alimentada por una visi¨®n negativa de Portugal presente en la prensa, en los libros y hasta en filmes y telenovelas: ¡°Brasil tiene verg¨¹enza de la herencia de Portugal. Y ello hasta por parte de las ¨¦lites m¨¢s ilustradas¡±.

Si a ello se a?ade que Bolsonaro no ha hecho nada, al rev¨¦s, por estrechar los lazos de Brasil con el resto de Am¨¦rica Latina, ni siquiera con Am¨¦rica del Sur, que nunca fueron id¨ªlicos, queda m¨¢s claro el peligro de que Brasil se quede cada vez m¨¢s aislado del mundo encastillado en s¨ª mismo.

Cuando llegu¨¦ a Brasil hace 20 a?os lo que m¨¢s me choc¨® fue ver que entre la gente com¨²n y entre los estudiantes poco o nada se sab¨ªa sobre el resto del continente americano. Y cuando les preguntaba a los intelectuales qu¨¦ se sent¨ªan dentro del mundo me miraban extra?ados y respond¨ªan: ¡°brasile?os¡±. Poqu¨ªsimos entre las ¨¦lites hablaban espa?ol y hubo durante 10 a?os una batalla en el Parlamento para hacer obligatoria la ense?anza de la lengua de Cervantes en las escuelas. No sirvi¨® de nada. La ley se qued¨® olvidada bajo la excusa de que no hab¨ªa profesores suficientes y que ganaban menos que en otras partes del mundo.

A ello se a?ade la poqu¨ªsima informaci¨®n que los grandes medios de comunicaci¨®n, con peque?as excepciones, ofrecen sobre Am¨¦rica Latina. As¨ª se explica que los brasile?os se sientan solo brasile?os, pertenecientes a un imperio propio, conscientes de sus grandes riquezas, de ser el quinto mayor territorio del planeta que posee el 16% del agua potable del mundo. Ello junto con la incre¨ªble diversidad de la Amazonia que este Gobierno est¨¢ haciendo de todo por destruir para dar paso al ganado y al cultivo de la soja, sacrificando si es necesario a los pueblos ind¨ªgenas que fueron siempre los due?os de esos territorios.

Ese aislamiento hasta de sus mismos or¨ªgenes lleva a Brasil a no saber con quienes identificarse ni con quienes compartir su historia. El resultado es el empobrecimiento y un aislamiento del mundo cada vez mayor.

Brasil va a celebrar este a?o sus 200 a?os de Independencia de Portugal con un Gobierno que empobrece cada d¨ªa m¨¢s al pa¨ªs. En vez de convertir dicha fecha en un momento de reflexi¨®n para saber de d¨®nde se vino y a d¨®nde se quiere llegar, Brasil vive de zozobras y amenazas sobre su democracia, acosado por un Gobierno golpista cuyo presidente que solo est¨¢ interesado en mantener buenas relaciones con el ultraderechista americano Trump con las esperanzas que vuelva al poder.

Seg¨²n un estudio del Instituto Cervantes de Brasil, solo un 6,7% saben o estudian espa?ol en Brasil y el 3% ignora qu¨¦ pa¨ªses integran a Am¨¦rica Latina. Y, sin embargo, as¨ª como el Nobel de Literatura portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago ironizaba con que los espa?oles continuaban manteniendo en el mapa a Portugal porque si lo quitaban sent¨ªan ¡°complejo de castraci¨®n¡±, se podr¨ªa decir de Brasil ante el resto del continente. Si de Am¨¦rica Latina amput¨¢semos a Brasil, que tiene fronteras con 10 de sus pa¨ªses, el mapa quedar¨ªa fe¨ªsimo.

Brasil solo ser¨¢ la potencia geogr¨¢fica y econ¨®mica que representa injertado en el continente y solo podr¨¢ ser visto como una fuerza mundial dentro de su regi¨®n. Eso suceder¨¢ solo si se volvieran a plantear las ideas m¨¢s abiertas de algunos pol¨ªticos brasile?os del pasado, que so?aron con un continente unido, rico y con una moneda ¨²nica, una especie de los Estados Unidos latinoamericanos.

Si la desuni¨®n de los pueblos crea solo pobreza, violencia y desierto, la uni¨®n de los pueblos acaba enriqueci¨¦ndolos a todos. Se podr¨¢ criticar la experiencia de la Uni¨®n Europea, pero lo cierto es que, mientras antes de la uni¨®n el continente viv¨ªa siempre en guerras, hoy, desde entonces, nunca ha vuelto a sufrir un conflicto violento entre sus estados y cuenta con una moneda fuerte.

Bolsonaro ha llegado al poder con el virus de la separaci¨®n, del odio y del aislamiento de Brasil del resto del mundo. Hoy la ¨²nica posibilidad de volver a so?ar con un Brasil injertado en el resto del mundo, sobre todo en Am¨¦rica Latina, est¨¢ puesta en que el segundo centenario de su independencia pueda ser tambi¨¦n el de la liberaci¨®n del que ya ha sido considerado el ¡°peor gobierno¡±, el m¨¢s empobrecedor y aislacionista de su historia.

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