Afrancesados
Espa?a y Francia sufren de un an¨¢logo pluralismo polarizado, donde el centro del arco parlamentario en que se sit¨²a el Gobierno est¨¢ sitiado por dos frentes opuestos
Lola Garc¨ªa sostiene que, ¡°visto por sus aliados parlamentarios, Pedro S¨¢nchez recuerda a Emmanuel Macron¡± como gobernante ¡°altivo y condescendiente¡±. Quiz¨¢ por eso la lideresa madrile?a lo denigra ante el 2 de mayo como si fuera un afrancesado. Y, en efecto, puede plantearse cierta analog¨ªa entre sus suertes respectivas. No por sus cualidades personales, que no podr¨ªan ser m¨¢s opuestas, pues el tacticista presidente espa?ol lo f¨ªa todo a la fortuna maquiav¨¦lica, mientras que el superdotado soberano franc¨¦s hace gala de una soberbia virt¨´ intelectual. Sino porque los dos se enfrentan a encrucijadas an¨¢logas que les hacen ser el centro de ataques cruzados a derecha e izquierda, dadas las presidenciales y legislativas francesas y la ruptura catalana del bloque de investidura por el caso Pegasus. De este modo, ambos se quedan solos ante el peligro, sufriendo pinzas cruzadas de aliados contrapuestos.
Nuestras dos democracias, por diferentes que sean sus sistemas electorales, sufren de un an¨¢logo pluralismo polarizado, seg¨²n la tipolog¨ªa de Sartori, donde el centro del arco parlamentario en que se sit¨²a el Gobierno se halla sitiado por dos frentes opuestos, liderados a derecha e izquierda por sendos partidos desleales y antisistema. En Francia, Macron se ve desafiado por Le Pen y por Zemmour desde la derecha radical, y por M¨¦lenchon desde la izquierda antiliberal y euroesc¨¦ptica. Y en Espa?a, S¨¢nchez est¨¢ doblemente tironeado desde la derecha por el bloque coligado del PP y Vox, y desde la izquierda por el frente popular de UP y los nacionalistas perif¨¦ricos y secesionistas, que no dudan en alinear su voto con la ultraderecha para sabotear al Gobierno.
Pero no es solo por la actual coyuntura cr¨ªtica, pues esta situaci¨®n de cerco en pinza o de asedio cruzado viene de lejos. En Espa?a se denomina ¡°crispaci¨®n¡± desde que fue patentada hace 30 a?os por la pinza Aznar-Anguita contra el felipismo, pero en realidad procede de m¨¢s atr¨¢s, como revela el hecho de que la II Rep¨²blica cayera por el doble ataque cruzado de la derecha reaccionaria y de la izquierda revolucionaria. Y por extensi¨®n, toda la Espa?a moderna ha padecido esta misma cacer¨ªa de tutti quanti contra el Gobierno estatal, que se puede caricaturizar como lidia de Leviat¨¢n en el ruedo ib¨¦rico.
Y en Francia ocurre algo an¨¢logo, pues mucho antes de Macron el poder republicano siempre ha estado sometido al doble cerco de la derecha reaccionaria heredera de La Vend¨¦e, del caso Dreyfus, de Acci¨®n Francesa y de Vichy, y el pueblo insumiso, desde los sans-culottes y los communards a las banlieues y los chalecos amarillos. Es lo que Bernard-Henry L¨¦vy bautiz¨® como ¡°ideolog¨ªa francesa¡±, una cultura pol¨ªtica antiestatal que se opone al universalismo jacobino que encarna Macron en defensa de un nacionalismo diferencial y particularista en el que se reconoce no solo la derecha reaccionaria sino tambi¨¦n la izquierda antielitista, antiglobalista y antiliberal. De ah¨ª la lucha del pueblo contra el Estado, y eso tanto en el nacionalismo perif¨¦rico franc¨¦s como en el espa?ol, el catal¨¢n o el vasco. Todos estamos afrancesados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.