De visados y genios

Algunos genios han tenido una brillante idea: ?no sabemos qu¨¦ m¨¢s hacer con Vlad¨ªmir Putin? Pues castiguemos a casi 150 millones de rusos (y de otras sufridas etnias de pasaporte ruso) con una denegaci¨®n general de visados para venir a Europa. As¨ª, razona el genio, cambiar¨¢n su comportamiento como electores, pasar¨¢n a votar masivamente a de momento inexistentes candidatos democr¨¢ticos, las elecciones ser¨¢n limpias, y ello implicar¨¢ la derrota de Putin, a quien le encantar¨ªa por cierto dicha maniobra de denegaci¨®n general de visados. Qu¨¦ m¨¢s prueba se necesitar¨ªa para demostrar un complot general contra el pueblo ruso.

Eso ser¨ªa un castigo colectivo e indiscriminado, y cr¨¦anme genios, el derecho internacional humanitario no lo ve nada bien. Uno de esos genios avala en las redes sus 20 a?os de experiencia en temas de visados para asegurar que eso funciona. Un servidor puede certificar que la Comisi¨®n de Venecia del Consejo de Europa (que acaba de expulsar a Rusia por el comportamiento de su Gobierno en temas de derechos humanos) lleva casi 30 a?os monitorizando varias transiciones en el espacio de las antiguas URSS y Yugoslavia, y uno de los problemas recurrentes, casi siempre, son los sistemas electorales y las elecciones. Y se busca siempre la interlocuci¨®n con las instituciones, los partidos, y la sociedad civil, con resultados desiguales en cuanto a resultados. La OSCE (Organizaci¨®n para la Seguridad en Europa) hace algo muy parecido, y en general de modo coordinado con el Consejo de Europa. Ya existe un tratado de Schengen que hace a?os que filtra las peticiones de visados, ya se han visto los resultados muy positivos del incentivo de la Uni¨®n Europea para consolidar esos procesos de democratizaci¨®n. En Serbia, sin ir m¨¢s lejos, la evoluci¨®n democr¨¢tica de sus ¨¦lites ha sido clara, aunque lento y en ocasiones bastante irritante. O en Macedonia, Kosovo, o la misma Ucrania (que he visitado cuatro veces con la Comisi¨®n de Venecia desde 2017). El genio antes citado afirma que hay una v¨ªa, que es la petici¨®n de ¡°visados humanitarios¡±, pero esto es un proceso individual en el que la carga de la prueba se invierte. ?Qu¨¦ pueden decir mis amigos Yura y Zina? Son rusos an¨®nimos que suman entre los dos siglos y medio de edad, que simplemente no votan a Putin, y no han escrito ni un grafiti en el barrio. ?Qu¨¦ alegar¨¢n?

En 1966, el r¨¦gimen de Franco convoc¨® un refer¨¦ndum sobre la Ley Org¨¢nica del Estado, y despu¨¦s unas ¡°elecciones al tercio familiar de Las Cortes¡±. Hab¨ªa urnas, propaganda (solo de Franco y su ley) y las c¨¢rceles ten¨ªan muchos presos pol¨ªticos (de los de verdad), pero ?hubiera sido una buena idea que Europa se movilizara para denegar la entrada de los espa?oles, turistas, exiliados, etc.? Alg¨²n genio (entonces ya los hab¨ªa) suger¨ªa en Par¨ªs un boicot en t¨¦rminos de viajes entre Espa?a y Francia, y la reacci¨®n abrumadora fue la contraria. Cuantos m¨¢s extranjeros visitasen Espa?a y cuantos m¨¢s espa?oles fueran a Francia, mejor que mejor.

Al genio de hoy le digo que, siendo as¨ª que hay sanciones selectivas que impiden a jerarcas rusos venir a Europa, cuantos m¨¢s rusos ¡°normales¡±, seres humanos, podamos traer, mejor.