Diez precisiones para ¡°Negacionista¡±
Numerosos lectores critican a Savater por relativizar el cambio clim¨¢tico con un dato sin verificar
Sin haber concluido el verano m¨¢s caluroso desde que existen registros, Fernando Savater public¨® el d¨ªa 10 una columna que ha originado cr¨ªticas por doquier. Se titulaba Negacionista y el hist¨®rico columnista de EL PA?S relativizaba la gravedad actual del cambio clim¨¢tico. Varios lectores sostienen que el peri¨®dico, que tiene como estandarte la concienciaci¨®n frente al calentamiento del planeta, no debi¨® publicar ese texto por trivializar la amenaza y por basarse en alg¨²n dato sin verificar.
Estas son las claves de la pol¨¦mica:
1.- Los hechos m¨¢s criticados. ¡°Acabo de descubrir que yo nac¨ª con el cambio clim¨¢tico¡±, escribi¨® Savater, quien contaba que en San Sebasti¨¢n se lleg¨® a 53 grados en 1947. Y que Steven E. Koonin, subsecretario de Energ¨ªa con Barack Obama, niega en su libro Unsettled? que haya un consenso cient¨ªfico sobre el clima por la poca fiabilidad de los modelos predictivos.
2.- 53 grados ¡°disfrutados¡±. Savater tom¨® el dato del Diario Vasco y concretamente de una pieza de la secci¨®n La calle de la Memoria dedicada al verano de 1947. En una cr¨®nica del 19 de agosto de ese a?o, se recordaba, un periodista registr¨® temperaturas extremas mientras paseaba por Donostia: 40,5 en la plaza de Guip¨²zcoa, 43,5 en la Avenida... ¡°Nuestro cronista¡±, a?ad¨ªa el viejo texto, ¡°lleg¨® hasta Miraconcha y, detr¨¢s del hotel ?rsula, pudo ` disfrutar? de 53 grados¡±. O sea, que la supuesta medici¨®n se tom¨® sin garant¨ªa cient¨ªfica alguna.
3.- Registros oficiales. La Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet) tiene establecida la temperatura r¨¦cord en Espa?a en 46,7 grados, y en San Sebasti¨¢n, en 42,7 grados. Fueron tomadas el a?o pasado y este a?o, respectivamente.
4.- Los datos deben ser ¡°verificados¡±. Dice el Libro de estilo de EL PA?S: ¡°Los textos de opini¨®n han de basarse en datos verificados¡±. Esta vez no se hizo y varios lectores lo criticaron. Son ¡°datos falsos¡ no contrastados¡± (Adri¨¢n Garc¨ªa Vila). ¡°No es cre¨ªble¡± (Julio Alc¨¢ntara). Asimismo, hubiera sido preferible a?adir que Koonin trabaj¨® para British Petroleum de 2004 a 2008, y que el libro lo critican cient¨ªficos y lo aplauden negacionistas.
5.- Se mide la tendencia. Lo importante no es una medici¨®n concreta, sino la acumulaci¨®n de millones de datos que marcan una tendencia. Se lo recuerdan al columnista lectores como Sergio Santill¨¢n, Puri Rodr¨ªguez y V¨ªctor Vi?uales.
6.- ?Ha sobrepasado EL PA?S una l¨ªnea roja? Lo creen lectores como Julio Villanueva (¡°resulta inaceptable¡±), Adri¨¢n Garc¨ªa Vila (¡°Pido la baja como suscriptor¡±), V¨ªctor Vi?uales (¡°?Es razonable que EL PA?S publique la columna de un famoso fil¨®sofo que nos habla como algunos cu?ados en la barra de un bar?¡±), Javier Mu?oz (¡°Se mancilla la memoria de un peri¨®dico comprometido con el progreso y la evoluci¨®n humana¡±) o J. Enrique Rinc¨®n (¡°no debi¨® publicarse¡±).
7.- Ante la duda, libertad. Rara vez se plantea EL PA?S levantar un texto, menos si es de opini¨®n y nunca con el argumento de que discrepa de la l¨ªnea editorial. Ante la duda, prima la libertad de expresi¨®n.
8.- El peri¨®dico reaccion¨®. Sin embargo, el peri¨®dico actu¨® de forma poco habitual. El d¨ªa 12, public¨® un art¨ªculo de respuesta del economista Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn titulado Savater y el negacionismo ilustrado. El 13, una Carta a la Directora en la que se tildaba de ¡°inaceptable¡± la columna. Y el 14, la principal tribuna, titulada Qu¨¦ dif¨ªcil es ser negacionista, la dedic¨® Cristina Monge en una p¨¢gina entera a rebatir las tesis de Savater.
9.- La respuesta de Savater: ¡°Supongo que debemos distinguir dos tipos de negacionistas, aunque puede ser hilar demasiado fino y las cartas recibidas no parecen escritas por amantes de los matices. Una cosa es negar que exista cualquier calentamiento global y dem¨¢s alteraciones indeseables de origen antropog¨¦nico y otra distinta rechazar que tales alteraciones amenacen de tal modo la vida humana que debamos de abandonar el desarrollo industrial y nuestra forma de vida. Yo soy relativista del primer aspecto y negacionista sin rubor en el segundo. Y no estoy precisamente solo en ninguno de esos aspectos: adem¨¢s de Koonin (cuyo libro no solo ha sido criticado sino tambi¨¦n respaldado por personalidades cient¨ªficas que han dicho que ya era hora), est¨¢n Bjorn Lomborg, Michael Shellenberger, Vaclav Smil, Steven Pinker¡ Casi envidio a nuestros corresponsales los descubrimientos que van a hacer si perseveran en informarse¡±.
10.- Conclusi¨®n. A veces, los lectores exigen al Defensor un veredicto, una sentencia. Atiendo quejas y vigilo para que se cumpla el Libro de estilo. M¨¢s all¨¢ de eso, mi funci¨®n consiste en aportar a los lectores los elementos suficientes para que se formen su propio criterio. Los ¨²nicos jueces aqu¨ª son ustedes.
_________________________________
Puede enviar sus cuestiones a defensor@elpais.es
O preguntar en el blog El Defensor del Lector contesta
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.