La UE y la inmigraci¨®n

La reuni¨®n extraordinaria de ministros del Interior de la UE el viernes en Bruselas abord¨® por en¨¦sima vez la necesidad de acelerar las medidas que mitiguen el drama humano que vive el Mediterr¨¢neo a diario. El rescate de 234 migrantes a bordo del barco con bandera francesa Ocean Viking, de la ONG SOS Mediterran¨¦e, ha sido el detonante en las ¨²ltimas semanas de una nueva crisis en la UE ante el bloqueo de los puertos italianos por parte de la ultraderechista y nueva primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el desv¨ªo del buque a un puerto franc¨¦s. La respuesta de Macron consisti¨® en suspender el compromiso de reubicar a 3.500 refugiados desde Italia y anunciar su retirada del pacto de reparto migratorio de 2020. En realidad, ese acuerdo, ratificado por la UE el pasado junio, lleva estancado dos a?os y apenas ha surtido efecto: de las 8.000 ofertas de reubicaci¨®n de migrantes por parte de los 21 Estados de la UE que lo suscribieron, hasta la fecha solo se ha materializado un centenar de traslados.

La crisis alimentaria que ha generado en ?frica la guerra de Ucrania y la presi¨®n migratoria del cambio clim¨¢tico han acelerado la llegada de migrantes irregulares a la UE hasta las 275.000 personas en lo que va de a?o, un 73% m¨¢s que en el mismo periodo en 2021. La ruta m¨¢s peligrosa es la del Mediterr¨¢neo central, del norte de ?frica hacia Malta o Italia, con m¨¢s de 90.000 migrantes y refugiados (un 50% m¨¢s que en 2021), aunque todas las previsiones apuntan a que las cifras seguir¨¢n creciendo bajo la presi¨®n adicional desestabilizadora de pa¨ªses como Turqu¨ªa, que usan los flujos migratorios como potencial elemento de discordia entre los socios de la UE.

La Comisi¨®n Europea ha tenido que recordar a Meloni que los Estados de la UE tienen el ¡°deber moral¡± y la ¡°obligaci¨®n legal¡± de rescatar en el mar a los migrantes en peligro. Pero la veintena de medidas que incluye el plan para reforzar la acci¨®n de la UE ni son nuevas ni por s¨ª solas podr¨¢n atajar la emergencia que vive y va a seguir viviendo la ruta del Mediterr¨¢neo central. Recomendar la mejor coordinaci¨®n de los Estados es una obligaci¨®n de la Comisi¨®n, pero tambi¨¦n resulta decepcionante la incapacidad para establecer medidas concretas que incluyan la gesti¨®n de los barcos privados dedicados al salvamento de los n¨¢ufragos.

Cada nuevo incidente, cada nuevo barco a la deriva o cada nueva desgracia no deben ser la espoleta que active a la Comisi¨®n Europea. Solo la prevenci¨®n efectiva podr¨¢ mitigar los desastres que afectar¨¢n a miles de personas que buscan otra vida rumbo a las costas de la UE. El ¡°marco ¨²nico basado en la legislaci¨®n de la UE¡± que ha reclamado el vicepresidente de la Comisi¨®n, Margaritis Schinas, es algo m¨¢s que una recomendaci¨®n pol¨ªtica: es un imperativo moral para que la sociedad europea no viva de nuevo la verg¨¹enza de asistir a peleas entre primeros ministros, como la protagonizada por Meloni y Macron, sobre qui¨¦n ha de acoger un cargamento humano rescatado de una muerte segura, como exige la ley del mar. Las sucesivas crisis humanas que vivir¨¢ el Mediterr¨¢neo no ser¨¢n una sorpresa para nadie. Solo la acci¨®n concreta puede reducir el drama e impedir que los desplantes y el histrionismo nacionalpopulista de Meloni puedan acabar condicionando la pol¨ªtica migratoria de la UE.