¡®Ley trans¡¯: el mayor premio es la dignidad
Espa?a se pone del lado correcto de la historia para los que llevamos d¨¦cadas esperando que nuestros derechos sean reconocidos. Por el camino, cu¨¢ntas l¨¢grimas nuevas completamente gratuitas
El olor a chocolate caliente. Un portal de Bel¨¦n sobre las cajas de vendimiar. Los ni?os de San Idelfonso cantando y mi hermano y yo afuera con los vecinos, quitando las piedras del camino para que el camello de Baltasar ¡ªmi favorito¡ª no se tropezara.
Las cosas han cambiado mucho desde que me fui de Tenerife hace 45 a?os. Ya no me tiran piedras los ni?os peque?os del p¨¢rvulo, y mi nombre en la carta de los deseos es el mismo que aparece en mi DNI: Carla. Casi nada. Tampoco est¨¢n mis padres ni muchos de mis seres queridos, pero sigo compartiendo aquella ilusi¨®n de jugar. Cada a?o, con mi amiga Maribel Peces-Barba, hermana de don Gregorio, compramos en el pueblo de Sort un boleto acabado en 5.
Conoc¨ª a Maribel en la Asamblea de Madrid cuando era diputada por el PSOE. Qu¨¦ tiempos m¨¢s dulces cuando los derechos no se torpedeaban desde dentro, sino que se ensanchaban hacia todas partes. En los parlamentos y en las calles, en la tele y en las casas: celebr¨¢bamos el progreso de las normas de igualdad entre hombres y mujeres, el matrimonio igualitario o la ley de identidad de g¨¦nero. Todas por igual. Acud¨ªamos al 8-M con bufandas moradas y grit¨¢bamos en el Orgullo con abanicos multicolor. Todas al un¨ªsono.
Si esto suena a lamento melanc¨®lico, quiz¨¢ sea porque han pasado tantas cosas tan r¨¢pido. En solo cuatro a?os ha habido una moci¨®n de censura triunfal, el Ejecutivo m¨¢s paritario de la historia, la primera coalici¨®n de Gobierno desde la Segunda Rep¨²blica, una pandemia terrible y una crisis institucional entre los poderes del Estado. En cuatro vasitos de uvas se ha subido tres veces el salario m¨ªnimo de los trabajadores y el mundo ha sufrido las consecuencias del talibanismo afgano y del delirio de Putin. Y en apenas dos giros al Sol hemos visto a un sector del PSOE y del feminismo pasar de defender los derechos de la minor¨ªa trans a boicotear con sa?a nuestra propia existencia.
Qu¨¦ necesidad. Qu¨¦ necesidad de dejarnos colar la bola del odio en el bombo de la izquierda. Cu¨¢ntas l¨¢grimas nuevas completamente gratuitas. Cu¨¢ntas pedradas virtuales a las personas trans con mensajes que nos deshumanizan y compran las tesis de la extrema derecha. Como si los progresistas no tuvi¨¦ramos suficiente con defendernos ante la ofensiva medi¨¢tica y judicial de quienes no soportan ver en La Moncloa a los hijos de los que una vez machacaron y persiguieron. Como si estuvi¨¦ramos para codazos en plena batalla cultural.
Pero bueno, vamos a quedarnos con la gran noticia de este 22 de diciembre. Sea por el triunfo de la raz¨®n o por una justicia c¨®smica demoledora, hoy aprobamos la ley trans y LGTBI. Parece que los albores del nuevo a?o trajeron constricci¨®n y prop¨®sitos de enmiendas parlamentarias en la direcci¨®n correcta, la de los derechos humanos, a falta del tr¨¢mite en el Senado. Imagino que algo tendr¨¢n que ver el aguante y la resistencia numantina de algunos (dentro y fuera del Consejo de Ministros; arriba y abajo en los partidos que lo componen), los sacrificios e inmolaciones de otras tantas y la unidad de un movimiento arco¨ªris trascendental (FELGTBI+, Fundaci¨®n Tri¨¢ngulo, Chrysallis, Plataforma Trans¡) que es referente en todo el mundo. Gracias, Uge, Mar, Jos¨¦ Mar¨ªa y Ana por hacerlo posible.
Por fin celebraremos las nuevas conquistas en derechos fundamentales: la autodeterminaci¨®n de g¨¦nero, la prohibici¨®n de las terapias de conversi¨®n, la filiaci¨®n en igualdad para las parejas de mujeres, la prohibici¨®n de cirug¨ªa genital de los beb¨¦s intersexuales o la despatologizaci¨®n de las vidas trans, nuestras vidas. Podemos festejar que volvemos al top de pa¨ªses m¨¢s avanzados en derechos civiles, como en los tiempos de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Pedro Zerolo.
Pero podr¨ªamos ser el pa¨ªs n¨²mero uno.
No lo seremos, entre otras cosas, porque han dejado a las personas no binarias y a los menores de 12 a?os atr¨¢s, a pesar de la sentencia del Constitucional de 2019. Los carbones ya sabemos para qui¨¦n. Pero vamos a seguir peleando con u?as y dientes por todas las siglas, hasta la total emancipaci¨®n. De eso se trata, y el feminismo en may¨²sculas sabe muy bien de lo que hablamos: la libertad de ser, sin tutelas ni paternalismos.
Queridos lectores, aquella copla dec¨ªa C¨®mpremelo usted, que est¨¢ premiado y ma?ana sale. Hoy, los bombos de la loter¨ªa giran y salpican de millones a toda Espa?a. Imagino muchos desayunos con los n¨²meros esparcidos por la mesa mientras se repite el soniquete y van saliendo las bolitas. Para quienes llevamos d¨¦cadas esperando que nuestros derechos sean reconocidos, hoy ganamos nuestro mayor premio: recuperar la dignidad. No es cuesti¨®n de suerte, sino de justicia social. Se trata de estar en el lado correcto de la historia.
Para mucha gente, hoy comienza la Navidad.
?Felices gestas!
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