El resquicio de la duda ante los globos chinos
Entre dos versiones contradictorias, es deseable explicar al lector la opci¨®n que ofrece m¨¢s credibilidad en aras de la transparencia


Es indudable que la palabra esp¨ªa a?ade un elemento inquietante a cualquier noticia. Entre globo chino y globo esp¨ªa, ning¨²n periodista dudar¨ªa qu¨¦ opci¨®n elegir para un t¨ªtulo y, seguramente, tampoco muchos lectores escapar¨ªan a las promesas literarias que ofrece la segunda alternativa. Pero la clave est¨¢ en c¨®mo se justifica en el texto.
¡°El Pent¨¢gono detecta un globo esp¨ªa chino sobre territorio de Estados Unidos¡±. As¨ª inaugur¨® EL PA?S el pasado 3 de febrero la cobertura sobre el hallazgo de un aerostato chino en el espacio a¨¦reo estadounidense. En los d¨ªas siguientes, los acontecimientos conducir¨ªan al derribo de la aeronave y a una crisis diplom¨¢tica entre las dos potencias mundiales, mientras el peri¨®dico manten¨ªa el mismo enfoque en los titulares: ¡°Estados Unidos derriba el globo esp¨ªa chino sobre aguas del Atl¨¢ntico¡± o ¡°El globo esp¨ªa anticipa tiempos dif¨ªciles entre China y EE UU¡±.
Estados Unidos acus¨® desde el principio a China de utilizar el globo para el espionaje en su territorio, mientras que el pa¨ªs asi¨¢tico, que admiti¨® enseguida que el artefacto era suyo, ha defendido que se trataba de una nave civil, destinada a la investigaci¨®n meteorol¨®gica y cient¨ªfica, a la que el viento desvi¨® de su rumbo. Son dos tesis contradictorias, recogidas en todas las informaciones por los diferentes redactores que se han ocupado del tema y que en los primeros d¨ªas tuvieron la precauci¨®n de escribir que era un ¡°supuesto globo esp¨ªa chino¡±, un ¡°globo chino sospechoso de espionaje¡± o ¡°lo que parece ser un globo esp¨ªa chino¡±. Pero, sobre todo, no se decantaron por ninguna de las dos versiones o, al menos, no incluyeron en los textos ning¨²n argumento que permitiera hacerse la composici¨®n de que una de ellas ten¨ªa m¨¢s credibilidad.
No ocurri¨® lo mismo en los t¨ªtulos, que fueron m¨¢s all¨¢ de la informaci¨®n, como se?alaba esta semana el lector Emilio Gonz¨¢lez L¨®pez. ¡°Parece bastante evidente, por los titulares, que EL PA?S da por cierto que el globo chino realizaba labores de espionaje en su paseo por los EE UU. ?No hay ninguna duda sobre el asunto?¡±.
Responde Luc¨ªa Abell¨¢n, redactora jefa de Internacional: ¡°La justificaci¨®n que ofreci¨® China y la inmediata cancelaci¨®n por parte de Washington del viaje que ten¨ªa previsto hacer el secretario de Estado, Antony Blinken, a Pek¨ªn reforzaron, de alg¨²n modo, las sospechas estadounidenses. Y, tres d¨ªas despu¨¦s, las autoridades chinas admitieron que hab¨ªa habido un segundo globo, esta vez sobrevolando Latinoam¨¦rica, que ¡®cumpl¨ªa funciones de vigilancia¡¯. Es una definici¨®n que no est¨¢ tan alejada del concepto de espionaje¡±.
El Libro de estilo de EL PA?S, que rige el trabajo de la Redacci¨®n, enumera las tres v¨ªas por las que un periodista obtiene la informaci¨®n: ¡°Su presencia en el lugar de los hechos, la narraci¨®n por una tercera persona o el manejo de un documento¡±. En la crisis de los globos no hemos sido capaces de aportar informaci¨®n propia, salvo lo que han dicho fuentes oficiales o han publicado otros medios. Tampoco se ha aportado un relato de los indicios y el contexto para explicar con transparencia al lector por qu¨¦ la versi¨®n de Estados Unidos le pareci¨® mejor al peri¨®dico a la hora de titular.
Equilibrio
En estos casos, el Libro de estilo exige ecuanimidad respecto a las fuentes: ¡°Si una informaci¨®n recoge hechos radicalmente distintos seg¨²n los narre una fuente o los explique otra enfrentada con la anterior, y el medio no se define en el texto por ninguna de ellas, los distintos elementos del titular procurar¨¢n equilibrar las diferentes versiones¡±.
Y, ojo, no significa que EL PA?S tenga que mantener una postura neutral respecto a dos fuentes contradictorias. Siempre existe la opci¨®n de darle credibilidad a alguna de ellas. Pero entonces hay que explicar con argumentos por qu¨¦. Y esto es lo que aqu¨ª no ha sucedido.
¡°En los titulares es m¨¢s dif¨ªcil meter siempre presunto o supuesto, porque parece que estemos restando credibilidad a lo afirmado¡±, precisa Abell¨¢n. ¡°Por otra parte, en muchos casos ponemos como sujeto Estados Unidos o el Pent¨¢gono. Creo que eso da m¨¢s margen para hablar de globos esp¨ªa¡±.
Lo que ocurre es que el resquicio para la duda desapareci¨® incluso de los textos a medida que transcurr¨ªa la semana. Los globos ya eran considerados definitivamente esp¨ªas cuando el Pent¨¢gono admiti¨® no haber detectado tres incursiones de globos durante el mandato de Trump o al informar del discurso del estado de la Uni¨®n del presidente Joe Biden. Pero la justificaci¨®n de a qu¨¦ d¨¢bamos m¨¢s credibilidad segu¨ªa ausente de los enunciados.
¡°Este jueves hemos conocido otra informaci¨®n en la que Washington documenta m¨¢s los hallazgos de su investigaci¨®n sobre los supuestos globos: que las im¨¢genes de alta resoluci¨®n registradas ¡®muestran equipos claramente dise?ados para funciones de inteligencia¡¯ y que la compa?¨ªa fabricante del globo ¡®mantiene lazos con el Ej¨¦rcito chino¡±, justifica Abell¨¢n. ¡°Aunque no tenemos herramientas para comprobar estas afirmaciones, consideramos cre¨ªble la informaci¨®n oficial que divulga el Departamento de Estado, aunque es cierto que debemos ser cuidadosos en la redacci¨®n de los textos para dejar claro que son sus conclusiones, no las nuestras como peri¨®dico¡±.
Es cierto que la credibilidad de Estados Unidos es mayor en comparaci¨®n con China, un pa¨ªs que se ha caracterizado por la opacidad de su acci¨®n pol¨ªtica. Pero no hemos hecho nuestro trabajo de explicar a los lectores por qu¨¦ hemos llegado a esa conclusi¨®n. Adem¨¢s, eso ha repercutido en todo el ecosistema digital de EL PA?S, donde se han dado por buenos los titulares de los globos esp¨ªas. Como en la newsletter de las ma?anas, donde se titulaba: ¡°Tres globos esp¨ªas m¨¢s¡±, o en el perfil de Twitter del peri¨®dico, que hablaba de ¡°la crisis del globo esp¨ªa chino¡±.
? EN DIRECTO | El presidente de EE UU, Joe Biden, pronunciar¨¢ en unas horas el discurso del estado de la Uni¨®n que marca el ecuador de su mandato. Biden se dirigir¨¢ al Congreso en una cita marcada por la crisis del globo esp¨ªa chino https://t.co/SXAWQ4t4lP
— EL PA?S (@el_pais) February 7, 2023
Lo curioso es que, a medida en que la informaci¨®n ha ido apuntando cada vez m¨¢s a que, efectivamente, los globos ten¨ªan una intenci¨®n de vigilar el territorio estadounidense, hemos sido m¨¢s prudentes. Y ya en los ¨²ltimos d¨ªas la f¨®rmula ¡°globo chino¡± se ha generalizado en los titulares. Como este viernes: ¡°Estados Unidos asegura que el globo chino ten¨ªa antenas para interceptar se?ales de comunicaciones¡±.
No hemos sido, por tanto, todo lo rigurosos que debi¨¦ramos en esta cobertura y, como admite la responsable de la secci¨®n, debimos dejar claro lo que eran hechos y lo que sab¨ªamos por fuentes indirectas. Nuestro deber, al fin y al cabo, es contar lo que sabemos, no lo que creemos.
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