Derecho de abstenci¨®n
Los lectores escriben sobre el 23-J, la influencia de los ¡®streamers¡¯ en los ni?os, las muertes de migrantes en el Mediterr¨¢neo, y sobre el trato que reciben los usuarios de Renfe
Se habla mucho estos d¨ªas de la abstenci¨®n y de su trasfondo antidemocr¨¢tico, cuando lo cierto es que si no existiera la abstenci¨®n quiz¨¢s habr¨ªa menos democracia. Todo el mundo tiene derecho a sentirse perplejo y m¨¢s en un momento de suma complejidad como el actual. ?Por qu¨¦ tengo que ir a votar si nadie de mi ideolog¨ªa, primer descarte, me convence? ?Por qu¨¦ tengo que leer por leer si entre tres o cuatro libros que me prestan ninguno me atrae? Gracias a la libertad de expresi¨®n e impresi¨®n, las bibliotecas son infinitas, no como las elecciones, que solo cuentan con un pu?ado de opciones. Si tanta importancia dan al voto como deber insoslayable, ?por qu¨¦ no se plantea que sea obligatorio, como ocurre en otros pa¨ªses, y que as¨ª nadie pueda escaparse de las urnas como no te puedes escapar de la Agencia Tributaria? Eduardo Haro Tecglen, abstencionista convencido, afirmaba que la abstenci¨®n surge cuando los votantes dejan de creer ¡°en el sistema que les hace elegir entre una falsa izquierda y una derecha bestial¡±.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logro?o
Menores y ¡®streamers¡¯
No somos conscientes del peligro que conlleva dejar la educaci¨®n de nuestros hijos en manos de internet. No me refiero solo al contenido indeseado e involuntario al que pueden acceder, sino tambi¨¦n al que eligen de manera consciente. Hablo de las personas a las que idolatran sin cuestionar, de a quienes eligen como modelos a seguir. Es preocupante ver c¨®mo muchos adolescentes defienden con m¨¢s fervor a sus streamers favoritos que cualquier causa social. Pero lo m¨¢s inquietante es que tambi¨¦n adoptan comportamientos reprochables. Basta con buscar en YouTube el t¨¦rmino ¡°carreritas GTA¡± y escuchar los insultos. Deber¨ªamos estar preocupados.
Lara Rivera Olmo. Jerez de la Frontera
Auxilio a n¨¢ufragos
Seg¨²n las normas internacionales y el mero sentido com¨²n, cualquier persona que est¨¦ en el mar en situaci¨®n de peligro tiene derecho a que se empleen en su auxilio todos los medios de salvamento disponibles. Se calcula en decenas de miles los inmigrantes muertos en los ¨²ltimos a?os en el Mediterr¨¢neo. En el ¨²ltimo naufragio sucedido cerca de Tenerife el auxilio lleg¨® unas 12 horas despu¨¦s de la petici¨®n de socorro. Recordemos que varios pa¨ªses (Espa?a, Francia, Italia, Grecia, Turqu¨ªa) tienen sus bases de marina militar en ese mar, dedicadas solo a tareas de mantenimiento y similares. Estos hechos contrastan con la gran movilizaci¨®n internacional que provoc¨® el accidente del peque?o sumergible que intentaba visitar el pecio del Titanic: barcos de Estados Unidos, Canad¨¢, Noruega, Francia, Reino Unido han enviado su mejor tecnolog¨ªa para el rescate, por supuesto tan necesario como cualquier otro. ?Cu¨¢l es la diferencia entre ambos casos?
Augusto Klappenbach. Pinto (Madrid)
Clientes o viajeros
Cada vez que oigo por la megafon¨ªa de la estaci¨®n de trenes de Atocha la palabra clientes se me cae el alma a los pies. ?Por qu¨¦ no decir viajeros en lugar de clientes? El t¨¦rmino cliente, en este contexto, tiene connotaciones claramente neoliberales. Y eso que los que gestionan, en ¨²ltimo t¨¦rmino, la estaci¨®n se dicen de izquierdas. Donde est¨¦ un viajero que se quite un cliente.
Jos¨¦ Antonio Pozo Maqueda. Madrid
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