El no es no del PNV al PP

La tajante negativa del Partido Nacionalista Vasco a prestar sus votos para la investidura de Alberto N¨²?ez Feij¨®o como presidente del Gobierno viene a poner fin a una maniobra melanc¨®lica del PP y Vox para formar una mayor¨ªa de derechas con los esca?os surgidos de las elecciones del 23-J. Vox public¨® un comunicado el domingo en el que garantizaba el apoyo de sus 33 diputados a Feij¨®o sin contrapartidas, lo que le otorga 171 votos. La esperanza era desactivar la imagen del PP y Vox como un bloque con aspiraciones de gobernar. Al quitar de la ecuaci¨®n la posibilidad de que la ultraderecha formara parte del Gobierno, supuestamente el PNV, partido relativamente pr¨®ximo al PP en cuestiones econ¨®micas, podr¨ªa votar a favor de Feij¨®o y garantizar as¨ª su investidura. La direcci¨®n del PNV ya hab¨ªa decidido el pasado 24 de julio su negativa incluso a hablar con el PP. Y este lunes se reafirm¨® en esta posici¨®n de forma fulminante, y por la muy p¨²blica v¨ªa de Twitter. La jugada dur¨® menos de 24 horas.

El mensaje del PNV no puede causar sorpresa a nadie, y menos al propio PP. Solo hay que leer el comunicado de Vox, donde al mismo tiempo que afirma que no quiere ser un impedimento para que otros apoyen a Feij¨®o, lo hace con el mismo lenguaje en el que llama a los partidos nacionalistas ¡°enemigos de Espa?a¡± y alerta de las cat¨¢strofes habituales si llegara a reeditarse el Gobierno actual. La necesidad que tiene Pedro S¨¢nchez de contar con Junts, el partido del expresident fugado Carles Puigdemont, no ha hecho sino desbocar a¨²n m¨¢s ese discurso. Y la cada vez m¨¢s intensa competencia entre PNV y EH Bildu por el voto nacionalista en Euskadi solo puede acentuar esa distancia. El lenguaje de Vox es incompatible con el supuesto objetivo de allanar los argumentos para que los nacionalistas apoyen a Feij¨®o, a no ser que la propuesta de encontrar cinco votos socialistas en realidad no fuera una broma.

El PNV ha votado a favor para que fueran presidentes del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez (1993), Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (1996) y Pedro S¨¢nchez (2019). Se abstuvo en las votaciones de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (2004 y 2008) y Mariano Rajoy (2012). El PP debe hacer la reflexi¨®n de por qu¨¦ Alberto N¨²?ez Feij¨®o no puede contar ni con el voto a favor de los nacionalistas vascos, como Aznar, ni con la abstenci¨®n, como Rajoy. Por qu¨¦ por primera vez el PNV, cuyo principal argumento para apoyar presidentes es dar estabilidad institucional en Espa?a a cambio de hacer avanzar sus prioridades en el Pa¨ªs Vasco, est¨¢ m¨¢s dispuesto a ofrecer sus votos a un candidato que ha quedado segundo en las elecciones y depende de siete grupos parlamentarios para ser investido. Que Feij¨®o no tenga ning¨²n interlocutor fuera de la derecha espa?ola se debe ¨²nicamente a que tiene a Vox subido en los hombros, y a la evoluci¨®n que esa realidad ha impuesto en el discurso del PP en los ¨²ltimos cinco a?os. El aislamiento del PP no tiene que ver con ser de derechas, sino con dar p¨¢bulo a una versi¨®n involucionista del conservadurismo espa?ol que, en alianza con Vox en cuatro autonom¨ªas, pone en peligro avances sociales e institucionales surgidos de la Constituci¨®n. Los pactos regionales hacen indisimulable esa realidad. Salvo sorpresa, nadie m¨¢s que Vox va a acompa?ar al PP en ese camino.

Tiene raz¨®n la direcci¨®n del PP cuando se sorprende de que un candidato con 171 votos garantizados, a solo cinco de la mayor¨ªa absoluta, pudiera no llegar a ser investido. Gonz¨¢lez, Zapatero, Rajoy y S¨¢nchez fueron presidentes con menos votos. Pero ninguno de ellos cogobernaba en m¨²ltiples instituciones con quienes llaman a sus rivales pol¨ªticos ¡°enemigos de Espa?a¡±.