Trump, fichado como un delincuente
El expresidente de EE UU utiliza la victimizaci¨®n como arma de campa?a en las primarias republicanas y sigue siendo el favorito
Como cualquier ciudadano detenido como sospechoso de cometer un delito, Donald Trump fue fichado el pasado 24 de agosto en la prisi¨®n de Fulton, incluyendo la fotograf¨ªa frontal de su rostro, y liberado a continuaci¨®n tras depositar 200.000 d¨®lares de fianza. Este cuarto procedimiento penal, en el que se le imputa el delito de encabezar una banda criminal organizada para cometer un fraude electoral, es el primero que lo ha llevado directamente a una moment¨¢nea detenci¨®n en la c¨¢rcel de este condado del Estado de Georgia, y no directamente al juzgado.
El expresidente ha convertido los casos judiciales en los que se halla implicado ¡ªy los m¨¢s de 100 cargos penales de los que se le acusa¡ª en munici¨®n para las elecciones primarias republicanas. La victimizaci¨®n es el n¨²cleo de una campa?a en la que se presenta como un perseguido pol¨ªtico, acosado por quienes quieren evitar su regreso a la presidencia. Demuestra la eficacia de tal estrategia la enorme ventaja demosc¨®pica de m¨¢s de 30 puntos que le separa de los dos siguientes candidatos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el empresario multimillonario Vivek Ramaswami, ambos destacados tambi¨¦n por su trumpismo, sus ideas conspirativas respecto a la covid, sus nulas simpat¨ªas con Ucrania en su guerra defensiva frente a Putin y el apoyo al expresidente en su peripecia judicial, hasta hacer dif¨ªcil de entender por qu¨¦ se presentan. Tal es el caso de Ramaswami, que ha calificado a Trump como el mejor presidente que ha tenido Estados Unidos en el siglo XXI. Esta distancia se increment¨® tras el primer debate entre candidatos republicanos a las primarias, en el que Trump no quiso participar. Trump pretende dominar la agenda de las primarias desde las salas de los juzgados a los que deber¨¢ acudir reiteradamente e incluso alargar las causas hasta m¨¢s all¨¢ de la elecci¨®n presidencial de noviembre de 2024. La jueza Tanya Chutkan fij¨® este lunes el inicio del juicio en Washington por intentar subvertir las elecciones presidenciales de 2020 el pr¨®ximo 4 de marzo, un d¨ªa antes del Supermartes, la fecha m¨¢s importante en el calendario de las primarias republicanas. Habr¨¢ que ver si le beneficia, o no, aparecer un d¨ªa como acusado y, al siguiente, como candidato a la presidencia.
De los procesos abiertos, el m¨¢s complejo y peligroso es el que acaba de proporcionarle la imagen que ser¨¢ su cartel de campa?a. Su enjuiciamiento junto a otros 18 procesados bajo la legislaci¨®n antimafia promete complicaciones y demoras de todo tipo, que aprovechar¨¢ para alargar el procedimiento y luego el juicio. Tambi¨¦n instar¨¢ su traslado a un tribunal federal, para buscar un jurado con menos simpat¨ªas dem¨®cratas, as¨ª como obtener la amnist¨ªa si es un republicano, o incluso ¨¦l mismo, quien llega a la Casa Blanca en 2024, una posibilidad que solo cabr¨ªa en el ¨¢mbito federal pero no en el de la justicia local. Trump busca en esta campa?a el peor de los escenarios para el sistema pol¨ªtico de Estados Unidos, como ser¨ªa la elecci¨®n como presidente de alguien condenado por los tribunales o incluso cumpliendo condena, despu¨¦s de recibir por el sufragio universal el aval de los ciudadanos y la absoluci¨®n por los tribunales de los delitos contra la Constituci¨®n como son los intentos de fraude electoral, la interferencia en la acci¨®n de las instituciones y la vulneraci¨®n de secretos oficiales, adem¨¢s de otros numerosos abusos de poder y extralimitaciones en sus funciones presidenciales. Si se hiciera con la suya, no ser¨ªa ¨²nicamente la democracia estadounidense la que se ver¨ªa comprometida, sino tambi¨¦n el futuro de la Alianza Atl¨¢ntica y la ayuda a Ucrania.
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