Chile como Ucrania
Medio siglo despu¨¦s, regresan las ¨¢reas de influencia, pero han cambiado las tornas y Putin es el heredero de Pinochet
Si alguien quiere entender lo que sucedi¨® en Chile hace 50 a?os, debe observar lo que sucede ahora en Ucrania. El mundo se hallaba entonces repartido en ¨¢reas de influencia y a los chilenos, situados en el lado occidental de la Guerra Fr¨ªa, se les ocurri¨® dar la mayor¨ªa a Salvador Allende, un presidente de izquierdas que se hallaba al frente de la Unidad Popular, coalici¨®n de comunistas amigos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, cristianos de izquierdas y unos socialistas que, salvo el propio Allende, eran m¨¢s revolucionarios que socialdem¨®cratas. Washington hizo con Chile lo mismo que Mosc¨² con Checoslovaquia en 1968, cuando el jefe comunista, Alexander Dubcek, opt¨® por el pluralismo pol¨ªtico y por las instituciones democr¨¢ticas. O lo que hab¨ªa hecho en 1956 en Hungr¨ªa, donde hab¨ªa sucedido algo similar con Imre Nagy, otro comunista que tambi¨¦n quiso ser dem¨®crata y termin¨® ejecutado por los sovi¨¦ticos.
Ma?ana es el aniversario del asalto al palacio de La Moneda por las tropas de Augusto Pinochet y la muerte del quim¨¦rico dirigente que quiso construir un socialismo con democracia y sin fusiles, una experiencia ins¨®lita que Mija¨ªl Gorbachov fue el ¨²ltimo en ensayar en la patria del socialismo totalitario, con el resultado de todos conocido. Como Jruschov en 1956 y antes Breznev en 1968, el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su brazo derecho en pol¨ªtica exterior, Henry Kissinger, hicieron lo que no estaba escrito y ahora puede leerse incluso en los numerosos documentos secretos desclasificados, primero para evitar que Allende llegara a la presidencia, luego para que se consolidara y finalmente para que fuera derrocado.
Ya antes de la elecci¨®n parlamentaria del presidente, en 1970, promovieron el secuestro, que deriv¨® en asesinato, del militar constitucionalista y comandante en jefe del Ej¨¦rcito Ren¨¦ Schneider, el ¨²nico obst¨¢culo que imped¨ªa un golpe destinado a evitar que Allende alcanzara la presidencia. Despu¨¦s, solo se abstuvieron de participar directamente y dejar sus huellas en el pinochetazo del 11 de septiembre, pero nada se ha podido ocultar de todo lo dem¨¢s, ni siquiera en la versi¨®n de Kissinger en sus memorias. El problema era geopol¨ªtico, hasta el punto de que el bur¨® de Am¨¦rica Latina del Departamento de Estado no ve¨ªa peligro en Allende ni atend¨ªa a los argumentos de los halcones sobre el significado de una econom¨ªa socialista centralizada en territorio de hegemon¨ªa capitalista. Bland¨ªan el espantajo de la dictadura cubana y del expansionismo sovi¨¦tico, pero tem¨ªan que el ejemplo se extendiera a democracias europeas como la francesa y la italiana, donde la izquierda pod¨ªa ganar las elecciones.
Medio siglo despu¨¦s las tornas han cambiado. El heredero de Pinochet es Vlad¨ªmir Putin. Joe Biden y Kamala Harris son todo lo contrario de Nixon y Kissinger y lo m¨¢s cercano a Allende que ha dado la Casa Blanca desde los tiempos de reformismo social de Franklin Delano Roosevelt.
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