Chistes de mal gusto

La sociedad de la nieve ha recuperado una tradici¨®n humor¨ªstica de mal gusto, quiz¨¢s incluso de mal sabor (perd¨®n): los chistes sobre comer carne humana. Mi tuit favorito de este g¨¦nero es anterior a la pel¨ªcula de J. A. Bayona y viene firmado por @haprostata. ¡°Ha sido horrible¡±, comenta alguien, ¡°hemos tenido que recurrir al canibalismo¡±. Cuando le recuerdan que ¡°solo hace dos horas del accidente¡±, contesta: ¡°Bueno, pues ya nos vamos cenados¡±.

Tras el estreno de la pel¨ªcula, se han difundido chistes y memes que hacen referencia expl¨ªcita al accidente a¨¦reo (real, recordemos) cuyos supervivientes tuvieron que alimentarse de las v¨ªctimas. Por ejemplo, este di¨¢logo: ¡°?chate una cabezadita, filete¡±. ¡°Felipe¡±. ¡°Eso, eso, Felipe¡±. O el cl¨¢sico y un poco infantil ¡°?qu¨¦ hay de postre? Frigo Pie¡±.

S¨¦ que a mucha gente esto le puede parecer desagradable y poco o nada gracioso. Sin embargo, el humor sobre tragedias, cat¨¢strofes e incluso atentados no es precisamente nuevo, aunque las redes sociales lo hayan acelerado y le hayan dado mucha m¨¢s visibilidad. Seg¨²n el soci¨®logo Christie Davies, en 1986 se registraron 50 chistes sobre el accidente del transbordador Challenger. En 1998, la muerte de Lady Di provoc¨® m¨¢s de 300. Todo esto se queda cort¨ªsimo en tiempos de Twitter: por ejemplo, no se puede ni pensar en la posibilidad de saber cu¨¢ntos memes se compartieron sobre el coronavirus.

No es ¡ªo no siempre¡ª humor gratuito: estudiosos como el antrop¨®logo Elliott Oring y el neurocient¨ªfico Scott Weems recuerdan que estos chistes suponen un mecanismo para lidiar con las tragedias. El humor negro es una respuesta a la ansiedad y al miedo, nos ayuda a gestionar la incertidumbre y a encontrar a gente que tiene los mismos temores. Hay, sin duda, una desconexi¨®n emocional, una ¡°anestesia temporal del coraz¨®n¡±, como escribe el fil¨®sofo Henri Bergson en La risa. Pero esta anestesia no tiene por qu¨¦ dar paso a la burla, sino que nos ayuda a poner nuestros temores en perspectiva y a analizarlos con distancia.

No re¨ªmos por crueldad, sino porque el humor negro provoca reacciones emocionales complejas que pueden ser contradictorias, como el respeto a las v¨ªctimas y a la heroicidad de los supervivientes, y la sensaci¨®n de que lo ocurrido nos supera. Por ejemplo, resulta dif¨ªcil imaginar qu¨¦ habr¨ªamos hecho nosotros en el lugar de los protagonistas. Como tuitea @chaquetumate, uno de ellos estudiaba Medicina y atendi¨® a los enfermos; otro Ingenier¨ªa y arregl¨® la radio. La tuitera es f¨ªsica: ¡°?Qu¨¦ hubiera hecho yo en la monta?a? ?Integrar ecuaciones diferenciales?¡±.

El humor puede ayudarnos no solo cuando se trata de un accidente de hace medio siglo, sino, sobre todo, cuando hablamos de asuntos que nos tocan de cerca, que siempre resulta mucho m¨¢s dif¨ªcil. El jueves pasado, Dani Rovira estuvo en No s¨¦ de qu¨¦ me hablas, el programa de RTVE presentado por Mercedes Mil¨¢ e In¨¦s Hernand. En uno de los momentos m¨¢s compartidos en las redes, Rovira cuenta c¨®mo se enfrent¨® a su diagn¨®stico de c¨¢ncer de hace unos a?os, ya superado. En su podcast con Arturo Gonz¨¢lez Campos, Mi a?o favorito, Rovira siempre bromeaba con que su compa?ero morir¨ªa antes, al ser mayor. Poco despu¨¦s de saber que estaba enfermo, le advirti¨® de que este tema se hab¨ªa abierto m¨¢s de lo esperado.

Esto no vale ni siempre ni para todo el mundo, porque no estamos obligados a que el humor negro nos haga gracia. Pero el c¨®mico explicaba que poder re¨ªrse de su enfermedad supuso ¡°un alivio. Porque al final el humor tambi¨¦n es una catarsis¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Que yo suelte un chiste sobre algo que me afecta no quiere decir que no me afecte. Igual ese chiste lo suelto porque estoy muerto de miedo¡±.

Tengamos eso en cuenta: muchas veces, detr¨¢s de un chiste que parece bruto o de mal gusto, hay alguien que no entiende qu¨¦ hacemos en este planeta ni por qu¨¦. Como casi todo el mundo.