Sequ¨ªa, toros y cuentos de hadas

Desde 1988, la comunidad cient¨ªfica ¡ªampliamente representada en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC)¡ª ha venido alertando, cada vez con mayor contundencia , sobre las causas y las consecuencias del progresivo aumento de las temperaturas. Las grandes multinacionales del petr¨®leo, as¨ª como los gobiernos de los pa¨ªses productores de hidrocarburos, han conseguido retrasar las respuestas ante el desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico, cuyos graves efectos afectan en particular a los pa¨ªses m¨¢s desfavorecidos y a los ciudadanos m¨¢s vulnerables.

Ante la emergencia clim¨¢tica, resulta por tanto muy urgente acometer la descarbonizaci¨®n del modelo energ¨¦tico, as¨ª como hacer frente a las consecuencias de las emisiones de gases de efecto invernadero, entre las que destaca la mayor intensidad y frecuencia de los periodos de sequ¨ªa, en Espa?a y en muchos otros pa¨ªses. La sequ¨ªa ha entrado en el debate pol¨ªtico: y es importante compartir informaci¨®n rigurosa, a la vista de algunas reacciones. Sin duda, la m¨¢s esperp¨¦ntica ha sido la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, asociando la sequ¨ªa en Catalu?a con el cierre de las plazas de toros... posiblemente desconociendo la gravedad de la sequ¨ªa en Andaluc¨ªa, donde la tauromaquia se ve reforzada por el Gobierno del PP y el entusiasmo de Vox. Lo anterior no pasa de ser otro ataque de Ayuso contra el ¡°sanchismo¡± por sus pactos con el independentismo; lo m¨¢s preocupante son algunas convicciones sobre la gesti¨®n del agua que todav¨ªa sobreviven.

Por ejemplo, ante la sequ¨ªa se reclaman m¨¢s embalses, a pesar del elevado n¨²mero de presas que existen en Espa?a, as¨ª como de la evidencia de la escas¨ªsima agua almacenada en la actualidad. Esto ¨²ltimo no es solo la consecuencia de la sequ¨ªa, sino tambi¨¦n de c¨®mo se han gestionado esos recursos durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. En ¨¦pocas relativamente recientes se han llevado a cabo importantes inversiones para aumentar la eficiencia en los regad¨ªos y para reducir p¨¦rdidas en abastecimientos urbanos; pero tales avances se han visto neutralizados por el incremento en las hect¨¢reas de regad¨ªo, as¨ª como en los usos recreativos del agua. Esto significa que el consumo total de los recursos h¨ªdricos ha seguido aumentando, mientras las precipitaciones disminu¨ªan y se agravaba la sobreexplotaci¨®n y la contaminaci¨®n de los acu¨ªferos.

Precisamente la planificaci¨®n hidrol¨®gica de las diferentes cuencas, aprobada por el Gobierno en 2023 conforme a las exigencias europeas, contempla actuaciones concretas para garantizar la disponibilidad efectiva de agua en cantidad y en calidad, a partir de una mejor gesti¨®n de la demanda, integrando la perspectiva de los efectos del calentamiento global.

De poco servir¨ªa construir m¨¢s embalses sin corregir las deficiencias se?aladas; ser¨ªa ¡ªcomo dice el relator de Naciones Unidas para el derecho al agua, Pedro Arrojo¡ª pretender aumentar el agua disponible por el simple incremento de la capacidad de almacenamiento: el equivalente, seg¨²n Arrojo, a creer que se resuelve la pobreza regalando monederos vac¨ªos.

Lo mismo cabe decir con otra de las propuestas que renacen cada vez que hay sequ¨ªa: la soluci¨®n, dicen algunos, est¨¢ en conectar las cuencas ¡°en las que sobra agua¡° con aquellas ¡°en las que falta¡±, mediante trasvases adicionales a los ya existentes, a pesar de que la sequ¨ªa afecta a todo el territorio; y, cuando, adem¨¢s, en aplicaci¨®n de la legislaci¨®n europea, hay que garantizar que en todos los r¨ªos exista un caudal m¨ªnimo, necesario para la supervivencia de los ecosistemas fluviales y marinos. El Partido Popular insiste, incluso, en resucitar el proyecto del trasvase del Ebro, que no recibi¨® ni un euro de los fondos europeos solicitados por el Gobierno de Aznar, y que por supuesto Rajoy no intent¨® volver a plantear a la Comisi¨®n Europea.

Hay pues algunos ¡°cuentos de hadas¡± con los que se enga?a a mucha gente, generando expectativas de ampliaci¨®n de regad¨ªos en ¨¢mbitos territoriales en situaci¨®n de emergencia a causa de la sobreexplotaci¨®n y contaminaci¨®n de sus acu¨ªferos. Es el caso del entorno de Do?ana, y tambi¨¦n el del Campo de Cartagena: en ambos, la degradaci¨®n ambiental ha afectado ya a la reputaci¨®n de sus respectivas producciones agrarias. Afortunadamente, est¨¢n ya implement¨¢ndose actuaciones, financiadas en parte por los fondos europeos Next Generation, que permitir¨¢n su recuperaci¨®n, no solo ambiental sino tambi¨¦n social y econ¨®mica.

El Partido Popular demoniz¨® la desalaci¨®n, que form¨® parte de la alternativa al trasvase del Ebro, junto con importantes inversiones en modernizaci¨®n de regad¨ªos y en control de las aguas subterr¨¢neas. Hoy resulta que la ¨²nica cuenca en situaci¨®n de sequ¨ªa extrema donde no se requieren restricciones es la del Segura, gracias a la construcci¨®n de grandes plantas desaladoras (Torrevieja, Alicante II, San Pedro del Pinatar II, Valdelentisco, ?guilas¡­). En dichas plantas, en proceso de ampliaci¨®n (solicitada ahora por gobiernos del Partido Popular), se est¨¢n implantando energ¨ªas renovables para reducir costes y emisiones de gases de efecto invernadero; y el agua resultante atiende tanto a usos urbanos como agr¨ªcolas, como demuestra el reciente acuerdo con regantes de la cuenca.

Un m¨ªnimo rigor es imprescindible en una cuesti¨®n crucial para ese sector primario que merece respuestas serias.