No es el puente de los esp¨ªas
Los occidentales detenidos en Rusia son todos v¨ªctimas de una agresiva diplomacia de los rehenes por parte del r¨¦gimen de Putin
Vadim Krasikov es un h¨¦roe de la Federaci¨®n Rusa, y como tal fue recibido por Vlad¨ªmir Putin en el aeropuerto de Vnukovo, en Mosc¨². Es poco habitual que el jefe del Estado se desplace al aeropuerto como hizo este jueves para saludar personalmente a los ciudadanos rusos liberados de c¨¢rceles occidentales como resultado de un acuerdo de canje de prisioneros.
Krasikov cumpl¨ªa cadena perpetua en Alemania por el asesinato de un disidente checheno de origen georgiano en Berl¨ªn, un crimen que perpetr¨® en su calidad de agente de elite de los servicios secretos federales (FSB), la instituci¨®n sucesora del KGB sovi¨¦tico a la que pertenec¨ªa Putin y que dirigi¨® antes de convertirse en presidente de Rusia. Al parecer, cumpl¨ªa ¨®rdenes presidenciales y actu¨® como un patriota. El asesino profesional encabezaba la lista elaborada desde Mosc¨² para el intercambio, pero no les deb¨ªan faltar m¨¦ritos a los otros siete presos liberados, puesto que todos ellos recibieron los parabienes y promesas de recompensas del m¨¢ximo jefe de los esp¨ªas que acudi¨® a recibirles.
Es peculiar el caso de P¨¢vel Rubtsov, conocido en Espa?a como Pablo Gonz¨¢lez, detenido sin juicio en Polonia durante m¨¢s de dos a?os desde los primeros compases de la guerra de Ucrania como sospechoso de espiar en favor de Mosc¨². Las duras condiciones de su larga detenci¨®n y su trabajo como periodista freelance para medios espa?oles levantaron una cierta campa?a de apoyo, pero la inclusi¨®n ahora en la lista de los agentes reclamados por Putin despeja bastantes dudas sobre el aut¨¦ntico car¨¢cter de sus actividades period¨ªsticas.
Proclama su inocencia su abogado Gonzalo Boye, que tambi¨¦n lo es de Carles Puigdemont, como es obligaci¨®n del defensor de cualquier acusado. Si as¨ª fuera, se tratar¨ªa del ¨²nico y extra?o caso entre ocho personas, todas ellas condenadas en distintos pa¨ªses occidentales por actividades propias de esp¨ªas. Rubtsov es caza menor al lado de Krasikov. El agente especial del KGB era la preocupaci¨®n principal de Putin, que ya se propuso su liberaci¨®n a cambio de Alex¨¦i Navalni, antes de su sospechosa muerte en la c¨¢rcel, y ahora la ha conseguido a cambio del corresponsal del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, y de otros 15 presos.
Aunque es discutible que haya empezado una nueva guerra fr¨ªa, este intercambio de presos puede abonar tal idea. Tiene poco que ver en todo caso con un canje de esp¨ªas como los que se hac¨ªan en el legendario puente de Glienicke en tiempos sovi¨¦ticos. Los occidentales detenidos en Rusia son todos v¨ªctimas de una agresiva diplomacia de los rehenes, que convierte en peligrosos los viajes de negocios, deportivos o las corresponsal¨ªas en la Rusia de hoy. El canje no es entre esp¨ªas, sino de rehenes y presos pol¨ªticos rusos por agentes secretos. Y plantea un grave dilema moral, especialmente vivo en Alemania, entre el imperativo de liberar a los presos de las c¨¢rceles rusas y el riesgo que significa dejar en libertad a asesinos convictos como Krasikov.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.