Druidesas y s¨²per alimentos

En el mercado de Bol, los tenderos venden pescados de piel gruesa, grandes espinas y gesto torcido, verduras esmirriadas de tonos amarillos y huevos p¨¢lidos con restos de tierra y paja. Aunque la ciudad se encuentra a orillas del Lago Chad, uno de los m¨¢s grandes del mundo, hay poca variedad de alimentos y estos languidecen al sol.

Entre el bullicio del mercado, me llama la atenci¨®n una mujer recostada sobre un pl¨¢stico que exhibe sus productos en bandejas de mimbre. Atra¨ªda por un destello turquesa, me acerco a preguntar. ¡°Es alga espirulina¡±, me explica se?alando las piedras azul verdoso que me han hipnotizado hasta all¨ª. ¡°Es buena para la digesti¨®n¡±. Dobladas por la mitad, al borde del lago, las mujeres recogen esta alga, que contiene un 60% de prote¨ªnas. La filtran usando un tamiz y la ponen a secar al sol. Despu¨¦s la resquebrajan hasta obtener un polvo o grandes placas, como las de la mujer del mercado, a las que llaman ¡°dih¨¦¡±.

D¨¦sir¨¦e Ngu¨¦kadjita es la fundadora de una cooperativa de mujeres en Yamena, la capital chadiana. Ella y sus compa?eras transforman y venden alimentos locales. ¡°En este taller, producimos harina infantil a base de cereales cultivados localmente. Utilizamos sorgo, fonio, ma¨ªz, arroz y soja. El fonio tiene hierro, calcio y magnesio. Para reforzar la harina en vitamina C, a?adimos tamarindo. La espirulina y la moringa contienen mucho hierro y son buenas para los ni?os¡±, explica. Detr¨¢s de ella, cinco o seis mujeres hacen girar unas canastas llenas de cereal y se deshacen de los restos de tierra y otras impurezas que encuentran.

El fonio, ahora tan de moda en Espa?a, es un cereal que pertenece a la familia de los ¡°granos antiguos¡±, que no han sido modificados a trav¨¦s de la historia. Aunque su tama?o es peque?o, su sabor es delicioso y, pese a ser un cereal, es apto para personas cel¨ªacas porque no tiene gluten. En Chad se cultiva en el sur y el centro del pa¨ªs y se utiliza, sobre todo, en gachas y papillas.

Aqu¨ª crecen y se producen muchos alimentos nutritivos, pero no todo el mundo los conoce. Nosotras organizamos sesiones informativas para que la gente comprenda que en Chad tambi¨¦n hay productos buenos que pueden consumir¡±, me cuenta Desir¨¦e. ¡°Muchas personas sufren malnutrici¨®n en este pa¨ªs, pero si madres y beb¨¦s comiesen bien, no tendr¨ªamos este problema. Cuando comenzamos a fabricar harina para papillas, lo hicimos para atacar el problema de la malnutrici¨®n¡±. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP) apoya la cooperativa de Desir¨¦e, para que produzca y distribuya harina enriquecida en los barrios m¨¢s afectados de Yamena.

Cerca del 13% de los ni?os en Chad padece malnutrici¨®n aguda y necesita tratamiento a base de complementos nutricionales para recuperarse. Una alimentaci¨®n adecuada durante los primeros 1.000 d¨ªas de vida ¨Ddesde la gestaci¨®n y hasta que el beb¨¦ cumple dos a?os¨D previene la malnutrici¨®n infantil, cuyas secuelas acompa?an toda la vida.

De vuelta al Lago Chad, en la primera l¨ªnea del cambio clim¨¢tico, las mujeres de M¨¦l¨¦a est¨¢n plantando un bosque para frenar el avance de las dunas hacia sus cultivos. En la tierra ¨¢rida y cuarteada, los ¨¢rboles que mejor crecen son unas acacias de imponentes espinas y las moringas. ¡°Las moringas crecen r¨¢pido y utilizamos las hojas para cocinar. Como hemos plantado muchas, vendemos parte de la producci¨®n en el mercado¡±, explica Zara mientras desmenuza una hoja entre sus dedos. La tala de ¨¢rboles para cocinar es una pr¨¢ctica com¨²n en Chad, pero la moringa no se corta porque trae beneficios de muchos tipos. Por eso le llaman ¡°¨¢rbol milagro¡±.

Las druidesas del Sahel arrojan ingredientes extraordinarios a sus pucheros. Ingredientes de colores imposibles, con propiedades casi m¨¢gicas y, sobre todo, capaces de contribuir a acabar con la malnutrici¨®n en uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados en el mundo.

Mar¨ªa Gallar S¨¢nchez es responsable de comunicaci¨®n del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en Chad. A trav¨¦s de la campa?a NUTRIDAS, el PMA, con el apoyo de la ayuda humanitaria de la Uni¨®n Europea, nos acerca las historias de cuatro mujeres que luchan contra la malnutrici¨®n en Chad.

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