Volver a la escuela y a ser ni?a, a pesar de la boda

A Isata Dabeni la casaron a los 12 a?os con un hombre de 43 al que no conoc¨ªa de nada. Esta ni?a, la segunda hija de cuatro hermanos, quiso negarse a esta boda, pero estaba sola: salvo ella, toda su familia apoyaba la decisi¨®n. ¡°Mi t¨ªo vino al pueblo despu¨¦s de que mi madre muriera y le propuso a mi padre que me uniera con el que ahora es mi marido, pescador y profesor de primaria¡±, explica Dabeni por tel¨¦fono desde Tobanda, una comunidad cercana a Pujehun (Sierra Leona). Pobre y sin recursos, la familia de esta joven, ahora de 17 a?os, decidi¨® que el matrimonio ser¨ªa la mejor soluci¨®n para que Isata siguiera estudiando. Nada m¨¢s lejos de la realidad. ¡°Despu¨¦s de casarme no pude volver a estudiar¡±, cuenta la adolescente, que fue madre por primera vez a los 14, y que desde su enlace pasa sus d¨ªas trabajando en el campo.

Cada a?o, alrededor de 12 millones de ni?as de todo el mundo se ven forzadas a casarse. Sierra Leona ocupa la posici¨®n 18 en la lista de pa¨ªses con mayor prevalencia de matrimonio infantil, seg¨²n Unicef. El 39% de las adolescentes en el pa¨ªs lo hace antes de los 18 a?os y el 13% antes de los 15. Con distintos nombres, edades, pero con circunstancias similares, la vida de Isata se repite en otras j¨®venes de esta zona de Sierra Leona. Solo en su comunidad, seg¨²n ella misma recuerda, hay otras 20 chicas como ella, casadas antes de tiempo y que se vieron obligadas a abandonar la escuela para siempre.

Para salir de este c¨ªrculo de exclusi¨®n social y pobreza en el que se ha visto envuelta la vida de Dabeni despu¨¦s de su boda a los 12 a?os, la joven se ha unido a The Right To Be a Girl, un proyecto con el que Save the Children lucha contra el matrimonio forzoso en el distrito de Pujehun, una zona empobrecida y remota al sureste del pa¨ªs. De momento, el programa tiene a 457 adolescentes como beneficiarias. ¡°Sabemos que puede sonar como una gota de agua en un oc¨¦ano, teniendo en cuenta las cifras totales de ni?as casadas antes de tiempo en el pa¨ªs, pero en una regi¨®n como esta estamos creando una gran diferencia¡±, explica a trav¨¦s de una videollamada Heather Campbell, directora regional de Save the Children para Sierra Leona. El proyecto realiza un trabajo integral con las j¨®venes casadas, para, no solo devolverlas a las aulas y que pueda seguir su educaci¨®n, sino que tambi¨¦n se les proporciona formaci¨®n, como talleres de costura y de radio, para que tengan una posible salida laboral y ganen confianza.

Adem¨¢s de estas actividades para mejorar la vida de las adolescentes, el programa tambi¨¦n busca concienciar a las familias, a la comunidad y a los l¨ªderes religiosos sobre las consecuencias y secuelas que tiene el matrimonio infantil en las j¨®venes de Sierra Leona. ¡°Conoc¨ª a algunas de estas chicas al principio, antes de que formaran parte del programa. Y era realmente desgarrador: no te miraban a los ojos, lloraban, no ten¨ªan confianza en s¨ª mismas. En seis meses, el cambio era notable: te miran directamente, hablan de sus esperanzas, de sus miedos. Una de las cosas m¨¢s emocionantes conseguidas es darles voz¡±, asegura Campbell.

Aprender de la crisis del ¨¦bola

Sierra Leona, una de los pa¨ªses m¨¢s azotados por la crisis del ¨¦bola en 2014, tiene una amplia experiencia en las consecuencias que acarrea una epidemia de estas caracter¨ªsticas para la infancia, en especial, las ni?as: las escuelas cerraron ante la expansi¨®n del virus, muchas quedaron hu¨¦rfanas, sin recursos econ¨®micos, los embarazos de adolescentes se incrementaron en un 65% en algunas comunidades del pa¨ªs y se vieron forzadas a casarse, para evitar el estigma de ser madres solteras.

Para seguir esa lucha contra esta lacra social despu¨¦s de la epidemia, en 2018, el Gobierno aprob¨® un plan estrat¨¦gico para luchar y reducir el n¨²mero de embarazos adolescentes y el matrimonio infantil (2018/2022). ¡°Es fundamental que exista un compromiso por parte de los l¨ªderes de las comunidades. Hemos conseguido que muchos de ellos firmen un acuerdo de no permitir este tipo de casamientos¡±, asegura Suleiman Braimoh, representante de Unicef en Sierra Leona, que anuncia que 120 comunidades de todo el pa¨ªs se han adherido.

A los millones de j¨®venes que ya se casaban de manera forzosa cada a?o en todo el mundo, la covid-19 y su impacto socioecon¨®mico podr¨ªan hacerlo crecer en unas 500.000 ni?as, mientras que un mill¨®n m¨¢s podr¨ªan quedarse embarazadas, seg¨²n el Informe Mundial sobre las Ni?as 2020. La covid-19 pone en peligro los avances logrados, de Save the Children. Seg¨²n la organizaci¨®n, aunque el aumento es ¡°una estimaci¨®n conservadora¡±, supondr¨ªa revertir 25 a?os de progreso, en los que se hab¨ªa conseguido reducir las tasas de matrimonio forzoso en ni?as y evitar 78,6 millones de enlaces infantiles. De seguir as¨ª para 2025 se alcanzar¨ªa una cifra de 61 millones de matrimonios forzosos.

Con la covid-19 y el cierre de las escuelas, desde Unicef Sierra Leona se ha hecho una petici¨®n oficial a las autoridades para que las madres j¨®venes puedan volver a las aulas una vez abiertas y as¨ª romper el c¨ªrculo de pobreza que lleva a las ni?as a abandonar su educaci¨®n y ser casadas tan temprano. Hasta marzo de 2019, las escuelas prohib¨ªan a las ni?as embarazadas ¡ªmuchas de ellas casadas de manera precoz¡ª asistir a clase. ¡°No es el ¨²nico, pero uno de los elementos que hemos identificado para entender por qu¨¦ los programas no funcionaron antes es que es necesaria el empoderamiento de las ni?as para que puedan decir que no¡±, asegura Braimoh, que sabe que la batalla contra el matrimonio infantil no ha acabado. Isata Dabeni, que ahora es madre de una ni?a de 10 meses, y ha podido volver a estudiar secundaria, sabe que su experiencia puede ayudar a otras. ¡°Les pedir¨ªa a los l¨ªderes que no permitan el matrimonio tan temprano, no antes de los 18. Hay consecuencias, destruye tu futuro¡±.

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