Un riesgo que vale la pena correr

La desproporcionada atenci¨®n que los medios de comunicaci¨®n dieron a la ¡°enfermedad inexplicable¡± de solo uno de los voluntarios participantes en los ensayos cl¨ªnicos de la vacuna contra la covid-19 da una idea de las enormes expectativas depositadas por el mundo entero en superar esta pandemia por la v¨ªa de una inmunizaci¨®n masiva. Sin embargo, para conseguir la vacuna con la m¨¢xima celeridad, los pa¨ªses tienen que invertir en el desarrollo y producci¨®n de vacunas con probabilidades de ¨¦xito. Esto es particularmente necesario para Am¨¦rica Latina y el Caribe, que, con el 10% de la poblaci¨®n mundial, acumula cerca del 25% de los casos globales de coronavirus.

El cronograma normal del desarrollo de una vacuna suele estar entre los cinco y los quince a?os. La crisis humanitaria y econ¨®mica que la covid-19 est¨¢ ocasionando en todo el planeta no permite esperar esos plazos. El Fondo Monetario Internacional ha estimado que los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe tendr¨¢n en el a?o 2020 unas p¨¦rdidas acumuladas de casi un bill¨®n de d¨®lares. Se trata de unas cifras tan elevadas que los beneficios de adelantar el acceso a la vacuna, aunque solo sea un mes, supondr¨ªan m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares para la regi¨®n. Y eso considerando ¨²nicamente los t¨¦rminos econ¨®micos.

Las empresas farmac¨¦uticas suelen desarrollar su capacidad industrial a escala comercial solo despu¨¦s de que se haya probado la efectividad y la seguridad de una vacuna. Es m¨¢s, al principio las empresas normalmente producen de una manera limitada para atender a los mercados de altos ingresos, lo que supone esperas y demoras para los pa¨ªses en desarrollo. Ante esta situaci¨®n, los gobiernos pueden acelerar el acceso a la vacuna realizando inversiones de riesgo para que las empresas instalen o readapten su capacidad industrial mientras se realizan los ensayos cl¨ªnicos y antes de que se pruebe su seguridad y efectividad de la vacuna. Es una apuesta sin garant¨ªa absoluta de ¨¦xito, pero los beneficios bien valen el riesgo.

As¨ª lo han visto todos los pa¨ªses de alto ingresos que ha invertido miles de millones de d¨®lares para asegurarse centenares de millones de dosis de la vacuna, antes de que sean certificadas, mediante acuerdos bilaterales con m¨²ltiples productores. Adem¨¢s, los pa¨ªses con capacidad de producci¨®n dar¨¢n una cierta prioridad a abastecer su demanda interna antes de ofrecer vacunas para la venta a otros pa¨ªses.

Am¨¦rica Latina y el Caribe, por su parte, est¨¢ invirtiendo en vacunas mediante acuerdos bilaterales y multilaterales. Hasta el mes de octubre, 27 pa¨ªses latinoamericanos hab¨ªan firmado compromisos para su participaci¨®n en el Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas contra la covid-19, tambi¨¦n llamado COVAX, que ser¨¢ administrado por la Alianza para las Vacunas (GAVI). Brasil, Argentina, Chile, Colombia, M¨¦xico y Per¨², entre otros, han negociado ya o est¨¢n en proceso de negociar con diversas compa?¨ªas farmac¨¦uticas. Algunos pa¨ªses de mediano-bajos ingresos en la regi¨®n podr¨¢n tener acceso a cierta cantidad de dosis de eventuales vacunas gratuitamente gracias a donaciones a trav¨¦s del mecanismo COVAX.

Los beneficios de adelantar el acceso a la vacuna, aunque solo sea un mes, supondr¨ªan m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares para Am¨¦rica Latina y el Caribe

La reciente publicaci¨®n del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ¡°Compra a riesgo de vacunas contra el COVID-19¡± muestra lo valiosa que es una vacuna segura y efectiva. Este trabajo, liderado por Michael Kremer, uno de los ganadores del premio Nobel de Econom¨ªa del a?o pasado, se?ala que merece la pena invertir miles de millones de d¨®lares de las arcas p¨²blicas en compromisos de compra adelantada y en capacidad de producci¨®n para acelerar, aunque solo sea tres meses, la disponibilidad de vacunas en la regi¨®n.

A¨²n bajo supuestos muy conservadores, la publicaci¨®n se?ala que invertir 2.600 millones de d¨®lares en una posible vacuna con un 29% de probabilidades de ¨¦xito y la posibilidad de vacunar al 20% de la poblaci¨®n, podr¨ªa, potencialmente, beneficiar a la regi¨®n en su conjunto con tres meses de problemas econ¨®micos y de salud minimizados por un valor de 8.700 millones de d¨®lares, lo que supondr¨ªa una ganancia neta de 6.100 millones. Una proyecci¨®n m¨¢s ambiciosa de invertir 19.000 millones de d¨®lares en un portafolio de tres vacunas podr¨ªa ahorrar a la regi¨®n 35.000 millones de d¨®lares, con beneficios de 16.000 millones y una probabilidad de ¨¦xito del 58%.

La l¨®gica es, pues, innegable: los beneficios de invertir en un buen portafolio de potenciales vacunas, diferenciado en t¨¦rminos de plataformas de desarrollo y de geograf¨ªas de producci¨®n, para inmunizar a la poblaci¨®n son tan grandes que tiene sentido invertir fondos p¨²blicos, incluso si eso requiere pr¨¦stamos. Por muy extra?o que pueda sonar, contraer deuda para invertir en vacunas podr¨ªa ser lo m¨¢s responsable.

William Savedoff es especialista l¨ªder en la divisi¨®n de Protecci¨®n Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ferdinando Regalia es jefe de la Divisi¨®n de Protecci¨®n Social y Salud del BID.

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