Desmontando de un soplido los progresos de 20 a?os de lucha contra las neumon¨ªas
Dada la coyuntura actual de la covid-19, hay que prevenir las muertes por neumon¨ªa infantil haciendo hincapi¨¦ en las necesidades de los pa¨ªses m¨¢s pobres y con sistemas de salud m¨¢s fr¨¢giles
Cuando a finales de enero pasado reunimos en Barcelona a m¨¢s de 300 personas expertas internacionales en el campo de las neumon¨ªas, ni el virus SARS-CoV-2 ni la enfermedad que ahora conocemos como covid-19 ten¨ªan siquiera nombre, y los casos solo despuntaban en algunas zonas concretas de China. Esta reuni¨®n, en la que participaron Gobiernos de pa¨ªses con alta carga de neumon¨ªa ¨Dincluyendo una docena de ministros de salud de pa¨ªses africanos y asi¨¢ticos¨D, representantes de agencias internacionales y multilaterales, financiadores, ONG, empresas, investigadores e instituciones acad¨¦micas de hasta 55 pa¨ªses diferentes, fue una celebraci¨®n alrededor de los enormes progresos conseguidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas en la lucha contra la neumon¨ªa, la enfermedad infecciosa que m¨¢s contribuye a la mortalidad infantil.
Darle visibilidad a la neumon¨ªa era necesario para seguir avanzando en su prevenci¨®n y tratamiento, en un momento en que esta enfermedad no ocupaba precisamente las primeras p¨¢ginas de la prensa mundial, ni recib¨ªa una atenci¨®n m¨ªnimamente proporcional a su enorme impacto a nivel global. Apenas ocho meses despu¨¦s, el mundo ha cambiado radicalmente, y asistimos at¨®nitos a los estragos causados por la covid-19, culpable de m¨¢s de 50 millones de episodios documentados, 1,25 millones de muertes, y todav¨ªa descontrolado.
Cualquiera con dos dedos de frente pensar¨ªa que la irrupci¨®n en forma pand¨¦mica de un virus que t¨ªpicamente causa neumon¨ªas ser¨ªa por lo menos una buena oportunidad para fortalecer los sistemas de salud en todo el mundo y contribuir a una mejora del diagn¨®stico, tratamiento y sobre todo prevenci¨®n de este s¨ªndrome, pero la realidad nos ha demostrado que el camino a recorrer no ser¨¢ f¨¢cil, y que los efectos colaterales de esta plaga pueden ser todav¨ªa peores.
Se calcula que, en 2019, las neumon¨ªas mataron a m¨¢s personas en el mundo que cualquier otra enfermedad infecciosa. La foto para 2020 es, si cabe, todav¨ªa m¨¢s espeluznante. A los cerca de 2,5 millones de muertes anuales (672.000 de las cuales en ni?os y ni?as), deber¨¢n a?adirse las muertes directamente asociadas a covid-19 (aunque muy pocas de estas en la poblaci¨®n infantil), y sobre todo aquellas que ocurran como consecuencia indirecta del colapso del sistema sanitario. Las predicciones m¨¢s realistas advierten que las restricciones en el acceso a la atenci¨®n sanitaria, las interrupciones en la provisi¨®n de servicios b¨¢sicos de salud ¨Dincluyendo la vacunaci¨®n¨D y el aumento de las tasas de desnutrici¨®n debido a la escasez de alimentos y de la pobreza podr¨ªan causar hasta 890.000 muertes de ni?os adicionales, siendo hasta una tercera parte de estas secundarias a las neumon¨ªas.
En una carta publicada hoy en la revista The Lancet, con motivo del D¨ªa Mundial contra la Neumon¨ªa, el director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus y la directora ejecutiva mundial de Unicef, Henrietta Fore, junto con otros l¨ªderes de opini¨®n, animan a aprovechar la coyuntura actual de la covid-19 para garantizar el progreso hacia el fin de las muertes prevenibles por neumon¨ªa infantil, haciendo hincapi¨¦ en las necesidades de los pa¨ªses m¨¢s pobres y con sistemas de salud m¨¢s fr¨¢giles.
Para los cerca de 4,2 millones de ni?os y ni?as con neumon¨ªas e hipoxemia, tener acceso al ox¨ªgeno es una cuesti¨®n de vida o muerte
Muy conscientes de lo dram¨¢tico de la situaci¨®n actual, aunque con cierto optimismo, destacan que las medidas actuales recomendadas para frenar al coronavirus (uso de mascarillas, distancia f¨ªsica, mejora de la higiene) pueden tambi¨¦n ser efectivas para reducir el riesgo de las neumon¨ªas infantiles, y que el refuerzo de los sistemas de salud y la capacitaci¨®n y fortalecimiento del personal sanitario de primera l¨ªnea, conducir¨¢n sin duda a un mejor manejo no solo de los pacientes de covid-19 sino tambi¨¦n de todos aquellos que necesiten cuidados de salud.
En ese sentido, el campo donde se presentan las mayores oportunidades de mejora tiene que ver con la falta de ox¨ªgeno o hipoxemia, una de las consecuencias m¨¢s temibles de las neumon¨ªas y la principal causa de las muertes asociadas a este s¨ªndrome. Para los cerca de 4,2 millones de ni?os y ni?as con neumon¨ªas e hipoxemia, tener acceso al ox¨ªgeno es una cuesti¨®n de vida o muerte, y su ausencia una condena por adelantado.
La actual crisis sanitaria mundial deber¨ªa permitir, como m¨ªnimo, una distribuci¨®n masiva de la tecnolog¨ªa necesaria para la detecci¨®n de la hipoxemia (los pulsiox¨ªmetros) y sobre todo garantizar los equipamientos y la distribuci¨®n de ox¨ªgeno, un tratamiento salvavidas tremendamente barato y eficaz pero cuya disponibilidad define mejor que nada las inequidades en salud de nuestro mundo.
Quique Bassat es investigador ICREA en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundaci¨®n ¡°la Caixa¡±.
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