Pisado, evitado, ignorado, invisible: sin hogar
La falta de vivienda es, por definici¨®n, un fracaso de los gobiernos para defender este derecho. Es un ataque a la dignidad, la humanidad y la seguridad de una persona
Nota a los lectores: EL PA?S ofrece en abierto la secci¨®n Planeta Futuro por su aportaci¨®n informativa diaria y global sobre la Agenda 2030, la erradicaci¨®n de la pobreza, la desigualdad y el progreso de los pa¨ªses en desarrollo. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscr¨ªbete aqu¨ª.
Hay pocas ciudades en el mundo en las que la falta de vivienda no sea un problema importante. Naciones Unidas estima que 150 millones de personas viven sin hogar en todo el mundo. Una cantidad equivalente a la poblaci¨®n del Reino Unido y Francia juntas.
Alrededor del mundo, hemos hablado con personas en las calles, debajo de los puentes, junto a las v¨ªas del tren, al lado de las carreteras y en parques o bosques. Muchos carecen de acceso a un inodoro, una ducha o agua corriente. Si tienen suerte, lo que los protege de la lluvia, la nieve, los vientos fuertes o el calor extremo es solo un techo de nailon o lona, en forma de tienda de campa?a. Ellos mismos dicen haber sido abandonados por los gobiernos, por un lado, y estar hiper vigilados por la polic¨ªa, por el otro.
Hemos sido testigos de estas condiciones tanto en pa¨ªses ricos como pobres. Estados Unidos, la naci¨®n m¨¢s pr¨®spera del mundo, tiene m¨¢s de medio mill¨®n de personas sin hogar, en su mayor¨ªa afroamericanos. California, el Estado m¨¢s acomodado, alberga a casi la mitad de ellos. El Reino Unido, siendo la sexta econom¨ªa m¨¢s grande del mundo, tiene 280.000 personas sin hogar solo en Inglaterra.
La falta de vivienda tiene sus ra¨ªces en pol¨ªticas econ¨®micas neoliberales, medidas de austeridad y programas de ajuste estructural que han liberalizado los sistemas inmobiliarios y han dado lugar a alquileres inasequibles, al retiro de los gobiernos como proveedores de casas y protecciones sociales, y a la falta de aplicaci¨®n de legislaci¨®n para la protecci¨®n de los inquilinos.
En el proceso de buscar soluciones, los gobiernos rara vez solicitan las ideas de las personas que viven sin hogar
Si bien la falta de vivienda a la escala actual tard¨® d¨¦cadas en gestarse, fue necesario un virus altamente contagioso y una pandemia para exponerlo como una posible sentencia de muerte. La exposici¨®n a esta enfermedad ha permitido desarrollar nuevas oportunidades para solucionarlo.
En el proceso de buscar soluciones, los gobiernos rara vez solicitan las ideas de las personas que viven sin hogar. Existen pocos espacios y lugares para que ellas mismas puedan articular sus opiniones sobre cu¨¢l es la mejor manera de mejorar sus condiciones de vida. En nuestra experiencia, son personas muy claras: quieren que sus gobiernos las traten como a otros seres humanos y les garanticen acceso a una vivienda que les brinde seguridad y dignidad. En otras palabras, quieren que sus gobiernos hagan realidad el derecho humano a la vivienda, como se han comprometido en virtud del marco internacional de los derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Pero no tienen que creernos a nosotros. Durante el transcurso de la pandemia, 30 organizaciones de 20 pa¨ªses pasaron meses trabajando en la Acci¨®n Global para las Personas sin Hogar. Recorrieron esquinas, refugios, campamentos y estaciones de metro en todas las regiones del mundo, y recopilaron declaraciones en las que personas sin hogar exigen que sus pol¨ªticos tomen medidas urgentes durante este tiempo precario para eliminar la falta de alojamiento y brindarles una vida digna. Estos videos de testimonios son un reclamo colectivo contundente al derecho a la vivienda.
La falta de un techo es, por definici¨®n, un fracaso de los gobiernos para defender este derecho. Es un ataque a la dignidad, la humanidad y la seguridad de una persona. Y es una violaci¨®n desenfrenada de los derechos humanos en casi todos los pa¨ªses del mundo.
Afortunadamente, los gobiernos se est¨¢n concienciando cada vez m¨¢s. Por ejemplo, el Parlamento Europeo acaba de aprobar una resoluci¨®n que recuerda que el acceso a la vivienda es un derecho humano fundamental para todas las personas. Y pidi¨® a sus Estados miembros que pongan fin a esta falta en la UE para el 2030. Del mismo modo, un senador de Connecticut presentar¨¢ una propuesta de ley en 2021 para el reconocimiento del derecho humano a la vivienda como un precursor para acabar con la falta de la misma, algo que el gobierno de Canad¨¢ tambi¨¦n hizo hace un a?o.
Legislar el derecho a la vivienda es un paso importante, pero solo el primero
Legislar el derecho a la vivienda es un paso importante, pero solo el primero. Las personas que viven sin hogar en medio de una pandemia necesitan una acci¨®n urgente que insufle vida y significado al derecho humano a un hogar. El medio m¨¢s eficaz para hacerlo es el Housing First, esta acci¨®n es la expresi¨®n program¨¢tica del respeto por la dignidad humana que anima todos los derechos humanos. Es por esta raz¨®n que el Parlamento Europeo ha pedido a todos sus Estados que adopten esta estrategia como la principal respuesta a la falta de vivienda.
Como modelo y filosof¨ªa, Housing First se basa en el principio de que todas las personas necesitan una casa digna, que los gobiernos deben cuidar de todos los miembros de la sociedad. Seg¨²n esta propuesta, se debe proporcionar vivienda directamente a personas sin hogar sin condiciones previas. Las personas no necesitan estar sobrias, libres de problemas de salud o tener empleo para acceder a una. Simplemente por el hecho de ser humanos, las personas que carecen de ella la reciben.
Housing First no es magia. Se basa en la disponibilidad inmobiliaria permanente, lo que requiere que los gobiernos obtengan y pongan a disposici¨®n por todos los medios apropiados una oferta suficiente de casas sociales verdaderamente asequibles como columna vertebral. El alojamiento temporal en albergues y refugios s¨®lo se justifica como una medida de emergencia de corta duraci¨®n, no es una soluci¨®n sostenible para las personas sin hogar.
Un enfoque que podr¨ªa cambiar el mundo
Basta con mirar a Finlandia. Este pa¨ªs adopt¨® un enfoque nacional de Housing First que ha contribuido a la eliminaci¨®n virtual de personas en condici¨®n calle en todo el pa¨ªs y se est¨¢n preparando para eliminar la falta de vivienda en 2027. No solo eso, los estudios han demostrado un ahorro de costes considerable para los gobiernos cuando optan por albergar a las personas en lugar de mantenerlos en situaciones de desamparo.
Housing First en Finlandia no es solo un modelo de servicio, es una parte sist¨¦mica de una estrategia m¨¢s amplia cuyo objetivo es abordar las causas estructurales de la falta de techo mediante la prevenci¨®n y la seguridad social. En este sentido, la vivienda social asequible y de buena calidad es una medida estructural importante.
El enfoque de Finlandia tambi¨¦n se distingue por el reconocimiento de que la falta de vivienda es de importancia nacional, que trasciende la pol¨ªtica y que puede eliminarse con voluntad pol¨ªtica y reconociendo a las personas sin hogar como un miembro m¨¢s de la sociedad y con total goce de sus derechos humanos. Sobre todo, se trata de aceptar el concepto indivisible que tienen el valor humano y la dignidad. Esto es lo que todas las personas sin hogar esperan de sus gobernantes. En palabras de George Orwell: ¡°O vivimos todos en un mundo decente, o nadie lo hace¡±.
Leilani Farha es directora global de The Shift y ex relatora especial de la ONU sobre el derecho a la vivienda (2014-2020). Juha Kaakinen es director ejecutivo de Y-Foundation, desarrollador experimentado de Housing First y viviendas sociales asequibles.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.