Restaurar nuestros bosques
El uso insostenible de los recursos naturales aumenta en gran medida el riesgo de enfermedades ocasionadas por agentes pat¨®genos que pasan de los animales a los seres humanos. La deforestaci¨®n tiene mucho que ver
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Hoy celebramos el D¨ªa Internacional de los Bosques, y nunca ha habido mayor motivo para centrar nuestra atenci¨®n en estos preciosos recursos naturales que cubren un tercio de la superficie terrestre de la Tierra. Es mucho lo que les debemos. Durante el ¨²ltimo a?o, han ayudado a mantener a la gente sana y salva durante la pandemia de la covid-19.
Muchos de nosotros hemos utilizado productos forestales esenciales fabricados con papel y cart¨®n, tales como equipos de protecci¨®n personal y envases para las entregas a domicilio. Para otras personas, los bosques han ofrecido un espacio para hacer ejercicio al aire libre, que refuerza nuestra salud y nuestro esp¨ªritu. Pero, para las personas vulnerables de todo el mundo, han actuado como redes de seguridad fundamentales, ya que proporcionan fuentes de alimentos e ingresos cuando las cadenas de suministro se ven afectadas.
Esto se suma a los extraordinarios beneficios que siempre proporcionan: act¨²an como sumideros de carbono, purifican nuestra agua, suministran alimentos, combustible y plantas medicinales a m¨¢s de 1.000?millones de personas y apoyan los medios de vida de cientos de millones m¨¢s.
No obstante, la covid-19 ha servido como una llamada de atenci¨®n de la interrelaci¨®n entre la salud de los animales, las personas y el medio ambiente. Debemos reconocer que la deforestaci¨®n y el uso insostenible de los bosques del mundo aumentan en gran medida el riesgo de enfermedades ocasionadas por agentes pat¨®genos que pasan de los animales a los seres humanos.
Aproximadamente el 70?% de las enfermedades infecciosas emergentes, y casi todas las epidemias recientes, han tenido su origen en animales, especialmente silvestres. Cuando se talan los bosques para ampliar las tierras de cultivo o los pastizales para el pastoreo, y cuando la demanda urbana de carne de especies salvajes como un art¨ªculo de lujo impulsa la sobreexplotaci¨®n, aumenta el contacto entre los seres humanos, el ganado y la fauna silvestre. Y tambi¨¦n aumenta el riesgo de la pr¨®xima gran pandemia.
El mensaje es claro: bosques sanos significan personas sanas. Sin embargo, siguen estando sujetos a amenazas. En los ¨²ltimos 30 a?os, hemos perdido 420?millones de hect¨¢reas debido a la deforestaci¨®n y la conversi¨®n a otros usos de la tierra, impulsadas principalmente por la expansi¨®n agr¨ªcola. Esta destrucci¨®n pone en riesgo la salud de la poblaci¨®n mundial, libera gases que ocasionan el calentamiento del clima, pone a las plantas y los animales en riesgo de extinci¨®n y pone en peligro los medios de vida de las personas que dependen de los bosques.
Entonces, ?qu¨¦ podemos hacer para mantener su salud y nuestra propia salud? Primero, tenemos que poner fin a las pr¨¢cticas que impulsan la conversi¨®n a gran escala de bosques en terrenos agr¨ªcolas, reconociendo que es posible alimentar a la creciente poblaci¨®n mundial sin talarlos. Segundo, debemos tomar medidas en¨¦rgicas contra el comercio ilegal de especies silvestres, respetando al mismo tiempo el hecho de que los animales salvajes siguen siendo una fuente esencial de alimentos e ingresos para millones de pueblos ind¨ªgenas y comunidades locales.
Cada ¨¢rbol cuenta: los proyectos de plantaci¨®n y restauraci¨®n en peque?a escala pueden tener un efecto positivo en la salud humana
Tercero, tenemos que invertir en la restauraci¨®n de los bosques y paisajes degradados del mundo con miras a restablecer ecosistemas sanos, el tema central del D¨ªa Internacional de los Bosques de este a?o. En la actualidad, unos 2.000 millones de hect¨¢reas ¡ªel doble de la superficie de China¡ª est¨¢n degradadas debido a sobreexplotaci¨®n, sequ¨ªas y pr¨¢cticas insostenibles de gesti¨®n. La buena noticia es que podemos encarar una recuperaci¨®n a gran escala.
La Iniciativa de la Gran Muralla Verde del S¨¢hara y el Sahel, dirigida por la Uni¨®n Africana, es un ejemplo. Su objetivo es restaurar, para 2030, 100?millones de hect¨¢reas en las zonas ¨¢ridas de ?frica con especies arb¨®reas y vegetaci¨®n locales, lo que permitir¨¢ reverdecer los paisajes, captar 250?millones de toneladas de carbono y crear 10?millones de empleos verdes. Y, a nivel mundial, ya se han fijado metas ambiciosas: el Desaf¨ªo de Bonn insta a restaurar 350?millones de hect¨¢reas para 2030, mientras que los Objetivos de Desarrollo Sostenible van m¨¢s all¨¢ y pretenden lograr la neutralidad de la degradaci¨®n de las tierras para ese mismo a?o.
Hasta el momento, m¨¢s de 60 pa¨ªses y entidades se han comprometido a restaurar m¨¢s de 210?millones de hect¨¢reas de tierras degradadas, una superficie de casi dos tercios del tama?o de la India. Sin embargo, debemos acelerar el ritmo para cumplir las metas y convertir los compromisos en acciones.
El Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauraci¨®n de los Ecosistemas comienza este a?o y es una oportunidad para aumentar la restauraci¨®n de los bosques en cientos de millones de hect¨¢reas, sanando las tierras degradadas. Tambi¨¦n es una ocasi¨®n para que muchos se beneficien de los empleos verdes y las posibilidades de generar ingresos que presenta la restauraci¨®n, contribuyendo a la recuperaci¨®n econ¨®mica tras la pandemia de la covid-19.
Tambi¨¦n debemos recordar que cada ¨¢rbol cuenta. Los proyectos de plantaci¨®n y restauraci¨®n en peque?a escala pueden tener un efecto positivo en la salud humana. La creaci¨®n de espacios verdes en las ciudades ofrece un aire m¨¢s limpio, proporciona sombra y beneficia el bienestar mental y f¨ªsico de los habitantes. Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de marcar la diferencia a un nivel micro, ya sea mediante la producci¨®n dom¨¦stica o en huertos comunitarios.
Hagamos que el D¨ªa Internacional de los Bosques que celebramos hoy anuncie un nuevo comienzo con vistas a restaurar nuestros bosques y crear un mundo m¨¢s sano para todos nosotros.
Maria Helena Semedo es directora general adjunta de Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO).
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