Guatemala: la necesidad de invertir en nutrici¨®n
La falta de voluntad pol¨ªtica y soluciones cient¨ªficas lastran el desarrollo de un pa¨ªs donde uno de cada dos ni?os menores de cinco a?os sufre desnutrici¨®n cr¨®nica
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El 30 de abril el m¨¦dico tuvo que dar el alta a los ocho ni?os internos en el Centro de Recuperaci¨®n Nutricional en San Juan Sacatep¨¦quez, en Guatemala. Pero no por un tratamiento eficaz, sino por la desatenci¨®n estatal contra la desnutrici¨®n en el pa¨ªs. Los ni?os no estaban en condiciones de volver a sus domicilios, pero el centro tuvo que cerrar por falta de fondos, tan solo cuatro meses despu¨¦s de haber reabierto tras el cierre por la covid-19.
La clausura vino en el peor momento, justo con el comienzo de la ¨¦poca de hambre estacional en abril. Tan solo en la semana del 10 al 17 de ese mes se notificaron m¨¢s de mil casos de desnutrici¨®n aguda en menores de cinco a?os. Guatemala es el pa¨ªs con mayor tasa de desnutrici¨®n cr¨®nica en Am¨¦rica Latina: el 46,5% de los menores de cinco a?os la sufren, m¨¢s de un mill¨®n de ni?os y ni?as. La cifra es todav¨ªa m¨¢s sangrante en zonas rurales e ind¨ªgenas como la regi¨®n noroccidental, donde pr¨¢cticamente dos de cada tres sufre falta de nutrientes.
El caso del centro de San Juan Sacatep¨¦quez no es ¨²nico. Desde que comenz¨® la pandemia, el Gobierno guatemalteco ha reducido la partida para 9 de los 15 programas dedicados a afrontar el grave problema de desnutrici¨®n. En noviembre de 2020, en medio de las protestas, unos asaltantes quemaron el Congreso ante la inacci¨®n del Gobierno en temas sociales.
Entre las medidas criticadas y que obligaron a hacer retroceder al presidente del pa¨ªs, Alejandro Giammattei, estaba la supresi¨®n de la partida de 21 millones de euros para la Gran Cruzada por la Nutrici¨®n. A pesar de la clara problem¨¢tica nutricional, el Ejecutivo guatemalteco ha reducido poco a poco su gasto p¨²blico en seguridad alimentaria, una asignaci¨®n que no ha superado el 2% del PIB en la ¨²ltima d¨¦cada. La falta de inversi¨®n no solo compromete la salud de los guatemaltecos, sino tambi¨¦n el desarrollo econ¨®mico del pa¨ªs al afectar su bien m¨¢s preciado: el capital humano.
Los primeros dos a?os de vida de una persona son vitales para poder tener un desarrollo f¨ªsico y cognitivo adecuado. La altura es la medida m¨¢s evidente: si un ni?o mide menos de 80 cent¨ªmetros a los dos a?os de edad, sufre desnutrici¨®n. Esto incide en la vulnerabilidad a sufrir enfermedades cardiovasculares y metab¨®licas. M¨¢s all¨¢ del cuerpo, el cerebro experimenta su mayor crecimiento en los primeros meses de vida. La falta de una nutrici¨®n correcta afecta la capacidad de concentraci¨®n, memoria y aprendizaje en la edad joven. Los ni?os desnutridos tienen un 20% menos de probabilidades de saber leer y escribir.
Los ni?os desnutridos tienen un 20% menos de probabilidades de saber leer y escribir
El retraso en la educaci¨®n redunda, a su vez, en el futuro de la vida laboral. Quien no ha padecido un retraso en el crecimiento durante su infancia tiene un 28% m¨¢s de probabilidades de trabajar en una ocupaci¨®n cualificada, mejor remunerada y con un sueldo hasta 66% mayor al de los que s¨ª padecieron desnutrici¨®n. En Guatemala, la falta de nutrici¨®n ha generado un c¨ªrculo vicioso de pobreza que trasciende a tres generaciones e impide el desarrollo adecuado.
Luchar contra la desnutrici¨®n requiere de altura de miras por parte de las instituciones p¨²blicas para comprender no solo la necesidad de afrontar el problema desde un punto de vista sanitario, sino tambi¨¦n econ¨®mico. La inversi¨®n ser¨ªa rentable para el pa¨ªs a largo plazo: cada d¨®lar invertido en reducir el retraso en el crecimiento genera una rentabilidad equivalente de unos 18 d¨®lares en pa¨ªses muy afectados, seg¨²n los c¨¢lculos del Banco Mundial.
En Guatemala, la falta de nutrici¨®n ha generado un c¨ªrculo vicioso de pobreza que trasciende a tres generaciones e impide el desarrollo adecuado
A la hora de dirigir las pol¨ªticas debe afrontarse tambi¨¦n la situaci¨®n econ¨®mica y ambiental. Un 40% depende de la agricultura de subsistencia en una regi¨®n que sufre de manera c¨ªclica fen¨®menos como El Ni?o, relacionados con el cambio clim¨¢tico, que reducen los esfuerzos y aumentan la crisis alimentaria. A los desastres naturales como los huracanes Eta e Iota, que afectaron gravemente a Guatemala en 2020, se unen la degradaci¨®n de la tierra por la explotaci¨®n excesiva, la deforestaci¨®n y la utilizaci¨®n de pr¨¢cticas antiguas como la quema que son de baja productividad y erosionan el suelo.
Para solventar la desnutrici¨®n en Guatemala hacen falta principalmente dos ingredientes: una verdadera voluntad pol¨ªtica y medidas basadas en la evidencia cient¨ªfica. Existen ejemplos internacionales que muestran que la desnutrici¨®n se puede combatir con ¨¦xito con esta receta. En Per¨², los esfuerzos de tres gobiernos distintos y el enfoque cient¨ªfico permitieron al pa¨ªs reducir entre 2008 y 2016 su desnutrici¨®n cr¨®nica en m¨¢s de la mitad, del 28% al 13%. Guatemala tambi¨¦n puede conseguirlo, pero primero debe contar con un liderazgo con vocaci¨®n de servicio p¨²blico.
Rodrigo Asturias es investigador del Centro de Investigaci¨®n para Desarrollo Regional de la Universidad del Istmo en Guatemala y David Soler es investigador junior del Navarra Center for International Development de la Universidad de Navarra.
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