Qu¨¦ hacer ante las desgracias que se ceban con la infancia de Hait¨ª
Inestabilidad pol¨ªtica, pobreza cr¨®nica, covid-19 y desastres naturales como los terremotos de 2010 y el del pasado s¨¢bado... los ni?os haitianos viven en constante amenaza. Pero hay quienes intentan evitar que caigan en manos de las mafias o que abandonen las escuelas
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Una muesca m¨¢s sobre un cuerpo que agoniza. Esa imagen tr¨¢gica parece ser la fotograf¨ªa del pueblo haitiano en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El pen¨²ltimo mazazo que ha recibido este pa¨ªs caribe?o sobre su ya dif¨ªcil y ca¨®tica situaci¨®n ha sido el terremoto que lo asol¨® el pasado s¨¢bado, de magnitud 7,2, y que ha dejado hasta este jueves m¨¢s de 1.941 muertos y 9.900 heridos y 30.000 familias afectadas. Pen¨²ltimo, porque apenas tres d¨ªas despu¨¦s, la depresi¨®n tropical Grace ha provocado fuertes lluvias en la misma zona arrasada por el se¨ªsmo. ¡°Viven con los pies en el agua debido a las inundaciones¡±, expresa Bruno Maes, representante de Unicef en Hait¨ª, qui¨¦n est¨¢ visitando Los Cayos, el epicentro de la tragedia.
A la inestabilidad pol¨ªtica, con el asesinato de su presidente Jovenel Mo?se el pasado julio, Hait¨ª suma a sus desgracias la miseria en la que vive la mayor¨ªa de la poblaci¨®n ¡ªun 60% lo hace con menos de un d¨®lar al d¨ªa y un 24% en la extrema pobreza¡ª; una segunda ola creciente de covid-19, adem¨¢s de los destrozos que provoc¨® el se¨ªsmo de 2010, que dej¨® m¨¢s de 300.000 muertos, y del que el pa¨ªs a¨²n hoy se recupera.
Y todas estas adversidades que no dan respiro a los haitianos tambi¨¦n se ceban con la infancia, que vive en constante amenaza y con sus derechos fundamentales restringidos. ¡°En este momento, alrededor de medio mill¨®n de ni?os y ni?as tiene un acceso limitado o nulo a refugio, agua potable, atenci¨®n m¨¦dica y nutrici¨®n¡±, ha lamentado Maes. Esta es la situaci¨®n que los equipos de emergencia se han encontrado en un pa¨ªs de 11 millones de habitantes en los que casi todos sus indicadores de pobreza, nutrici¨®n, salud y educaci¨®n ya marcaban en rojo antes de que la tierra temblase.
El 66% de los menores de cinco a?os sufre anemia
El gobierno caribe?o tiene uno de los niveles m¨¢s altos de inseguridad alimentaria del mundo: 4,4 millones de personas, casi la mitad de la poblaci¨®n, necesitan asistencia alimentaria inmediata y, entre ellos, 1,2 millones padecen hambruna, seg¨²n datos del Programa Mundial de Alimentos (WFP, en sus siglas en ingl¨¦s).
Si hablamos de infancia, las cifras siguen mareando: el 22% de los ni?os padece malnutrici¨®n cr¨®nica, el 10% tiene bajo peso y el 66% de los menores de cinco a?os sufre de anemia, seg¨²n WFP. ¡°El dato ya era espeluznante antes del terremoto. Veremos en qu¨¦ situaci¨®n compleja deja esto a la gente¡±, lamenta al tel¨¦fono, desde Jacmel, Florentine David, una de las coordinadoras de proyectos de Alianza por la Solidaridad (AxS) en el pa¨ªs.
La organizaci¨®n de David y el Programa Mundial de Alimentos colaboran en varios proyectos de reparto de comida en Los Cayos. Este lunes pasado comenzaba la distribuci¨®n de 50 kilos de arroz, 12,5 kilos de frijoles y 4,6 litros de aceite para 5.150 familias en cuatro comunidades distintas del sur, pero el terremoto lo paraliz¨® todo. ¡°Estamos estudiando c¨®mo reorganizar las entregas y as¨ª repartir v¨ªveres a las personas que ya ten¨ªamos previstas y que ahora han resultado afectadas¡±, explica Julia V¨¦lez, otras de las coordinadoras de AxS.
Depresi¨®n, ansiedad y malaria
Todos los expertos coinciden en que sobrevivir a un desastre de esta magnitud puede acarrear secuelas psicol¨®gicas, especialmente para los m¨¢s peque?os. ¡°Muchos ni?os quedar¨¢n traumatizados, incluso aunque no pierdan a sus padres por el terremoto. Ser¨¢ dif¨ªcil para ellos comprender la situaci¨®n en la que ha quedado todo a su alrededor¡±, lamenta Ndiaga Seck, jefe de comunicaci¨®n de Unicef en Hait¨ª.
Los niveles de depresi¨®n entre la infancia son verdaderamente ¡°alarmantes¡±, advierten desde World Vision. La organizaci¨®n ha centrado su apoyo humanitario en reforzar la salud mental de los m¨¢s peque?os, especialmente de aquellos sin familia. ¡°Aqu¨ª hay una emergencia tras otra, y los hu¨¦rfanos no tienen un adulto que los proteja¡±, explica por tel¨¦fono Marcelo Viscarra, director de World Vision en el pa¨ªs. ¡°El problema de no tratar a tiempo estas patolog¨ªas es incalculable y la repercusi¨®n que puede tener una enfermedad mental en la vida de un ni?o es mucho mayor que en un adulto¡±, a?ade.
Muchos ni?os quedar¨¢n traumatizados, incluso aunque no pierdan a sus padres por el terremotoNdiaga Seck, jefe de comunicaci¨®n de Unicef en Hait¨ª
¡°Ver un hospital es un antes y un despu¨¦s; sin m¨¦dicos, lleno de moscas, calor, sin material... Y as¨ª te los encontrabas antes de este terremoto¡±, reflexiona In¨¦s Lozano, presidenta de Flying High 4 Haiti, una organizaci¨®n que gestiona una escuela en Ile-a-Vache, en el suroeste, de las zonas m¨¢s afectadas por el temblor. M¨¢s all¨¢ de las clases regladas, el colegio, con 135 alumnos, ofrece lecciones de arte como terapia para la salud mental de los m¨¢s peque?os.
Adem¨¢s de la emergencia sanitaria, la violencia y la inseguridad est¨¢n complicando la respuesta humanitaria, y la carretera principal de Puerto Pr¨ªncipe hacia el sur est¨¢ controlada por pandillas. La ONU ha pedido que se abra un corredor humanitario para que la ayuda llegue correctamente. A pesar de las dificultades, Unicef consigui¨® trasladar suministros m¨¦dicos a las zonas afectadas pocas horas despu¨¦s del se¨ªsmo. Un cami¨®n entreg¨® seis botiquines a tres hospitales en Los Cayos, con material suficiente ¨Cguantes, analg¨¦sicos, antibi¨®ticos y jeringuillas¨C, para tratar a 30.000 v¨ªctimas durante tres meses.
Dormir en la calle y beber agua de la lluvia
El terremoto ha dejado m¨¢s de 84.000 casas da?adas o destruidas, adem¨¢s de edificios y obras p¨²blicas, como hospitales, escuelas y puentes. Las r¨¦plicas que se han sucedido a lo largo de todos estos d¨ªas han dejado a los habitantes de Los Cayos durmiendo en la calle y sin nada con lo que protegerse. ¡°La primera preocupaci¨®n de todos ha sido la de los cuidados m¨¦dicos m¨¢s inmediatos, pero despu¨¦s la poblaci¨®n echar¨¢ en falta el agua en el ¨¢rea donde reside, una casa donde vivir y dinero para comprar comida. Ah¨ª ser¨¢ cuando las madres vengan a pedir ayuda para sus hijos¡±, explica al tel¨¦fono Ndiaga Seck, jefe de comunicaci¨®n de Unicef en la zona.
Ya antes del episodio de 2010, solo el 69% de los haitianos ten¨ªa acceso a una fuente de agua y el 24% a un retrete, seg¨²n datos del Banco Mundial. La falta de estos dos recursos es crucial para que las infecciones contagiosas se propaguen de forma m¨¢s r¨¢pida.
El agua estancada es otro foco de enfermedades como la malaria y la diarrea. Esta dolencia es una de las principales responsables de la mortalidad de menores de cinco a?os en el mundo, y el pa¨ªs no es una excepci¨®n. ¡°La llegada de las fuertes lluvias de Grace pueden provocar que los ni?os beban agua contaminada y se enfermen de algo que se puede prevenir¡±, advierte Lozano. La presidenta de Flying High 4 Haiti promueve desde hace diez a?os el reparto de filtros para que las familias de los 135 estudiantes a los que asiste en su escuela puedan beber agua de lluvia sin que se enfermen.
Adem¨¢s, desde World Vision se est¨¢ elaborando un plan para implementar purificadoras de agua que cubran a corto plazo y durante la emergencia esta necesidad b¨¢sica. ¡°Somos conscientes de que esto es un problema estructural, y va a necesitar de un nivel de inversi¨®n y de que el Gobierno tambi¨¦n participe en su implementaci¨®n¡±, explica Viscarra.
M¨¢s hu¨¦rfanos, peligro de esclavitud y familias separadas
¡°Hay muchos ni?os deambulando por las calles, perdidos, solos¡±. Este es uno de los mensajes que le llegaban a Viscarra, de World Vision, tras la llegada y las primeras horas que su equipo de trabajo pasaba en la zona de Los Cayos. ¡°La situaci¨®n de la infancia es particularmente cr¨ªtica. La cantidad de hu¨¦rfanos ya era alta y la capacidad de los orfanatos, muy precaria. Ahora su situaci¨®n es a¨²n peor¡±, lamenta.
La cantidad de hu¨¦rfanos ya era alta y la capacidad de los orfanatos, muy precaria. Ahora su situaci¨®n es a¨²n peorMarcelo Viscarra, director de World Vision en Hait¨ª
Para mitigar esta situaci¨®n de desamparo, el equipo de Unicef en Los Cayos est¨¢ tratando de reunir a los peque?os con sus familias. ¡°Tenemos gran temor de que las pandillas que mantienen el paso cortado entre la capital y la regi¨®n del sur aprovechen la situaci¨®n de caos para reclutar y esclavizar a estos menores¡±, contextualiza Viscarra.
Escuelas destruidas y nuevo a?o escolar en vilo
La pandemia, al igual que en otro pa¨ªses de Latinoam¨¦rica y el resto del mundo, cerr¨® las escuelas en Hait¨ª. En concreto, 234 d¨ªas. El pasado marzo, los colegios comenzaron su reapertura, pero ahora, con muchos de los edificios destruidos, la pregunta de s¨ª se iniciar¨¢ el nuevo curso en septiembre ha quedado en el aire. Las evaluaciones preliminares realizadas el pasado martes por Unicef y funcionarios haitianos en uno de los tres departamentos m¨¢s afectados han revelado que 94 de las 255 centros educativos del departamento Sur est¨¢n completamente destruidos o han sufrido da?os parciales, y a¨²n no se han revisado los da?os en los departamentos de Nippes y Grand¡¯Anse. ¡°Ser¨¢ extremadamente dif¨ªcil para los padres, los maestros y el Gobierno lograr que los ni?os regresen a la escuela de manera segura en solo tres semanas¡±, advierte Maes. ¡°Pero es fundamental para los ni?os que acaban de pasar por esta experiencia traum¨¢tica volver a la normalidad y a la estabilidad de estar en un sal¨®n de clases con sus amigos y maestros¡±.
La formaci¨®n presencial es fundamental, m¨¢xime cuando el 79% de los hogares no tiene internet, seg¨²n datos de la agencia. ¡°?C¨®mo se le puede pedir a un ni?o que aprenda, aunque se le lleve al colegio, si tiene hambre? La educaci¨®n es primordial, pero tiene que ir acompa?ada de la cobertura de otros problemas estructurales¡±, explica Viscarra.
Acudir al colegio, principalmente a los privados, supone un gran coste para la mayor¨ªa de los haitianos. La alternativa para no pagar los 100 d¨®lares (85 euros) que cuesta una matr¨ªcula escolar, es recurrir a otros m¨¦todos. ¡°Cuando no pueden permit¨ªrselo, mandan a los hijos a Puerto Pr¨ªncipe para que vivan con otras familias y ellos se encarguen de su manutenci¨®n. El problema es que son usados como esclavos, a pesar de que la intenci¨®n de sus padres era darles un futuro mejor. Estos chicos, de siete u ocho a?os, acaban trabajando de d¨ªa y de noche¡±, lamenta Lozano, de Flying High 4 Haiti. Desde su organizaci¨®n, tratan de ofrecer todos los materiales y las clases gratis a los 135 estudiantes que acuden su escuela. Son ni?os que se levantan al alba para caminar y recoger agua para la familia, y que luego vuelven a casa y se visten con el uniforme para ir al colegio. ¡°A pesar de todas las adversidades que sufren, es una juventud con un esp¨ªritu muy estoico¡±, asegura la directora.
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