Cinco prioridades en la agenda contra la pobreza para el nuevo curso
Los meses que ahora comienzan van a suponer una verdadera prueba de esfuerzo para la comunidad internacional por la envergadura de los desaf¨ªos y por las oportunidades perecederas que tenemos para hacerles frente
No recuerdo ninguna apertura de curso en la que este blog haya pronosticado un a?o f¨¢cil. Pero los meses que ahora comienzan van a suponer un verdadero test de esfuerzo para la comunidad internacional en el campo de la pobreza y el desarrollo: por la envergadura de los desaf¨ªos y por las oportunidades perecederas que tenemos para hacerles frente.
De los muchos asuntos graves y urgentes que conforman esta agenda, les propongo cinco que vamos a seguir con particular atenci¨®n desde 3.500 Millones:
1) Para los pa¨ªses pobres, la pandemia no tiene un fin a la vista. Mientras Europa, Am¨¦rica del Norte y alg¨²n otro pa¨ªs hemos pasado a una fase de gesti¨®n con sustos de la ¡°nueva normalidad¡±, dos terceras partes del planeta permanecen en el lodazal sanitario y econ¨®mico de la covid-19. Los 660.000 contagios y las 10.000 muertes diarias regitradas de media en la ¨²ltima semana reflejan una estrategia global de inmunizaci¨®n lastrada por el ego¨ªsmo y la desinformaci¨®n. Las promesas de los donantes no han logrado hasta ahora impedir que la ratio de vacunaci¨®n de ?frica est¨¦ por debajo del 7% y sus indicadores de progreso hayan retrocedido una d¨¦cada. La mentalidad de b¨²nker de las sociedades m¨¢s ricas es impermeable a la creciente probabilidad de nuevas variantes y los programas billonarios de autorrescate conviven con magros incrementos de la ayuda al desarrollo. Como explicaba ISGlobal en una serie de an¨¢lisis cortos realizados con CIDOB e Ideograma, la combinaci¨®n de factores en juego sugiere una estrategia multilateral muy diferente a la que se est¨¢ aplicando.
2) La reforma migratoria se estanca y la protecci¨®n internacional se debilita. Afganist¨¢n es el pen¨²ltimo agujero en un modelo de asilo y refugio que hace aguas por demasiados sitios. Las ¨²ltimas semanas, en particular, han sido como un gran espect¨¢culo de magia: mientras pol¨ªticos de media Europa se afanaban en explicar c¨®mo hacer pasar afganos a trav¨¦s de un muro cerrado, Pedro S¨¢nchez se fotografiaba en Torrej¨®n con una mano y con la otra hac¨ªa desaparecer ni?os en Ceuta. El problema del ilusionismo pol¨ªtico es que no resulta ¨²til para discusiones serias como la del futuro modelo de migraciones y asilo de la UE. En este debate nos jugamos el pasado ¡ªun sistema de garant¨ªas que cumple ahora 70 a?os y que sufre ataques sin precedentes¡ª tanto como el futuro ¡ªun modelo de movilidad laboral m¨¢s ajustado a los intereses de la mayor¨ªa de los europeos que a la histeria identitaria de una minor¨ªa¡ª. Y todo en medio de una tormenta perfecta en la pol¨ªtica comunitaria: la salida de Merkel, la amenaza nacionalpopulista del Este, las tensiones electorales en Francia e Italia, o la inanidad de Espa?a. Tem¨¢monos lo peor.
Pedro S¨¢nchez se fotografiaba en Torrej¨®n con una mano y con la otra hac¨ªa desaparecer ni?os en Ceuta
3) La reforma de la Cooperaci¨®n Espa?ola que nunca llega. Una de las promesas m¨¢s repetidas ?(y menos originales) de este Gobierno en materia de acci¨®n exterior. La reforma de nuestro vetusto y canino modelo de ayuda al desarrollo ha logrado cierta tracci¨®n pol¨ªtica durante esta legislatura, con una subcomisi¨®n parlamentaria ad hoc y una bater¨ªa de propuestas que adaptan viejas aspiraciones ¨Cinstituciones m¨¢s profesionales, herramientas m¨¢s ¨¢giles, planes m¨¢s estrat¨¦gicos¨C a nuevos contextos. Nov¨ªsimos, incluso, si pensamos en ¨¢mbitos como el de salud global. Misteriosas consideraciones pol¨ªticas han hecho que el equipo que lideraba esta reforma cambiase al completo a mitad de partido. Los reci¨¦n llegados son profesionales competentes y cargados de las mejores intenciones, pero es inevitable pensar que vivimos en el D¨ªa de la Marmota. Ojal¨¢ esta vez sea diferente. La prueba del ocho la tendremos en los pr¨®ximos presupuestos, en el borrador de la nueva Ley de Cooperaci¨®n y en el desempe?o de Espa?a en la respuesta al punto 1 de nuestra peque?a lista.
4) El futuro clim¨¢tico ya est¨¢ aqu¨ª. El informe del IPCC puede ser resumido en una frase poco acad¨¦mica: estamos jodidos, es culpa nuestra y lo estaremos mucho m¨¢s si no intervenimos de manera radical y urgente para frenar el calentamiento global. Como en el caso de la inmunizaci¨®n, regiones pobres y ricas estamos en el mismo barco (literalmente, dentro de poco) pero las primeras cargan con una parte desproporcionada de las consecuencias. La conferencia de Glasgow de este oto?o es lo m¨¢s parecido a un gabinete de guerra: lo que all¨ª se decida puede definir nuestra supervivencia misma. Los pilares de financiaci¨®n clim¨¢tica y reducci¨®n a cero de las emisiones netas han sido traducidos a una mir¨ªada de objetivos que van a establecer el rasero de la comunidad internacional.
Necesitamos una conversaci¨®n p¨²blica mucho m¨¢s inteligente de la que ahora tenemos
5) La epidemia de la pobreza infantil en Espa?a. Perm¨ªtanme concluir con un asunto que no tiene marcas inmediatas en el calendario, como los anteriores, pero que ya ha adquirido las mismas proporciones catacl¨ªsmicas. Los datos m¨¢s recientes de la Encuesta de Condiciones de Vida estiman en 2.260.000 (27,4% del total) los ni?os y ni?as que viven en nuestro pa¨ªs en riesgo de pobreza y exclusi¨®n. De estos, casi una quinta parte se encuentra en situaci¨®n de pobreza severa. Estos datos corresponden a 2019 y solo recogen el impacto de la crisis del coronavirus en el cap¨ªtulo de carencia material infantil severa, que aumenta un 50% entre 2019 y 2020. Toda una bomba moral y demogr¨¢fica en dos tiempos. El Gobierno ha hecho de este asunto una de sus prioridades ¡ªliderada de forma tenaz por el Alto Comisionado Contra la Pobreza Infantil¡ª, pero no es suficiente. La complejidad pol¨ªtica, administrativa y narrativa de este asunto, as¨ª como su car¨¢cter intergeneracional, exigen la complicidad de la oposici¨®n y un amplio pacto social que destaque a los ni?os en los planes de recuperaci¨®n poscovid.
Si se fijan, la caracter¨ªstica com¨²n a todos estos asuntos es el modo en que combinan valores, intereses y actores. La decencia de las sociedades modernas est¨¢ directamente ligada a una inteligencia colectiva que es capaz de reconocer el inter¨¦s propio como extensi¨®n del ajeno. El gran desaf¨ªo de nuestro tiempo consiste en identificar estas encrucijadas y sortear las tentaciones cortoplacistas y ensimismadas que definen el debate pol¨ªtico moderno. Para eso necesitamos una conversaci¨®n p¨²blica mucho m¨¢s inteligente de la que ahora tenemos. Este blog les desea exactamente eso para este curso que comienza.
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