La guerra de Ucrania complica los planes para atajar la ¡°epidemia del carb¨®n¡± en Bosnia
El pa¨ªs balc¨¢nico es el quinto con una mayor mortalidad per c¨¢pita a causa de la contaminaci¨®n ambiental. La OMS estima que cada a?o unas 3.300 personas mueren de forma prematura por exposici¨®n a la poluci¨®n, lo que supone un 9% de la mortalidad total
A causa de la crisis energ¨¦tica derivada de la guerra de Ucrania, varios pa¨ªses europeos, entre ellos Alemania, han decidido aumentar el porcentaje de la producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica obtenida a partir del carb¨®n. Sin embargo, es una de las fuentes m¨¢s perjudiciales para la salud. Dzemila Agic, directora de la ONG ambientalista Centro para la Ecolog¨ªa y la Energ¨ªa de la ciudad de Tuzla, al noreste del pa¨ªs, considera que Bosnia-Herzegovina sufre una ¡°epidemia del carb¨®n¡±. Y es la principal responsable de que cada invierno su capital, Sarajevo, se sit¨²e entre las cinco urbes con una mayor contaminaci¨®n ambiental del mundo, una posici¨®n parecida a la ocupada por otras capitales de los Balcanes, como Belgrado (Serbia) y Skopje (Rep¨²blica de Macedonia).
De acuerdo con los ¨²ltimos datos disponibles, la mitad de la electricidad producida en Bosnia proviene del carb¨®n, mientras que m¨¢s de un 16% tiene su origen en otros combustibles f¨®siles, gas natural o petr¨®leo. La ¨²nica energ¨ªa renovable con un peso notable es la hidroel¨¦ctrica, con cerca de un 30%. En parte, la elevada cifra de la producci¨®n de carb¨®n se debe a que Bosnia ya padeci¨® hace a?os el problema al que se enfrenta ahora Europa: el uso del suministro de gas como medida de presi¨®n por parte de Rusia. ¡°A principios del siglo XXI, hubo un intento de sustituir una parte del consumo de carb¨®n por gas natural. Pero a causa de un conflicto con Rusia, y el chantaje que nos hizo Mosc¨², el Gobierno decidi¨® volver al carb¨®n para no ser dependientes¡±, explica Reuf Bajrovic, exministro de Energ¨ªa de la entidad de la Federaci¨®n de Bosnia-Herzegovina y, actualmente, experto en la materia.
Bajrovic se muestra pesimista respecto a la probabilidad de reducir el peso del carb¨®n a causa de la crisis energ¨¦tica derivada de la guerra de Ucrania. ¡°Superar esa dependencia es costoso y Bosnia es un pa¨ªs pobre. Hab¨ªa planes para pasar a consumir m¨¢s gas natural, pero ahora, con la escasez que hay en toda Europa, me temo que la tendencia ser¨¢ la contraria, hacia un mayor consumo¡±, asevera. De hecho, el Gobierno est¨¢ estudiando la construcci¨®n de nuevas plantas t¨¦rmicas a base de carb¨®n.
Los estudios realizados por diversas instituciones para medir la poluci¨®n en Bosnia apuntan todas en una misma direcci¨®n: la presencia de gases contaminantes, sobre todo de di¨®xido de azufre y de di¨®xido de nitr¨®geno, multiplica los m¨¢ximos aconsejables para evitar da?os graves a la salud humana. Bosnia-Herzegovina es el quinto pa¨ªs del mundo con una mayor mortalidad per c¨¢pita a causa de la contaminaci¨®n ambiental, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). En concreto, se estima que cada a?o unas 3.300 personas mueren de forma prematura ¡ªun 9% de la mortalidad total¡ª a causa de la exposici¨®n a la contaminaci¨®n. Las poblaciones de mayor riesgo son mujeres y ni?os.
Cada invierno, la situaci¨®n es cr¨ªtica, por la necesidad de calentar las casas. Algunos d¨ªas, apenas se puede ver el coche de delante por la nube de contaminaci¨®n
¡°La situaci¨®n en Tuzla es a¨²n peor que en Sarajevo, porque aqu¨ª adem¨¢s de los coches somos el polo industrial del pa¨ªs¡±, explica Agic en la sede de su organizaci¨®n. Para alimentar las contaminantes f¨¢bricas de la regi¨®n, incluidas las cementeras, se construy¨® hace d¨¦cadas una monumental planta t¨¦rmica que funciona con carb¨®n. Concretamente, la central, situada a las afueras de la ciudad, engulle unas cuatro millones de toneladas al a?o de este mineral. En funci¨®n de la direcci¨®n del viento, en las calles se puede percibir ya en oto?o un fuerte olor a chamuscado. ¡°Cada invierno, la situaci¨®n es cr¨ªtica, por la necesidad de calentar las casas. Algunos d¨ªas, apenas se puede ver el coche de delante por la nube de contaminaci¨®n¡±, apunta la directora del Centro para la Ecolog¨ªa y la Energ¨ªa.
Un informe de 2013 elaborado por la ONG en la regi¨®n de Tuzla, habitada por medio mill¨®n de personas, estim¨® que cada a?o se perder¨ªan a causa de la contaminaci¨®n 2.875 a?os en esperanza de vida ¡ªincluida la muerte de tres beb¨¦s de menos de un a?o¡ª, se detectar¨ªan 187 casos de bronquitis cr¨®nica y m¨¢s de 5.000 menores de edad padecer¨ªan s¨ªntomas de asma. Aunque las principales dolencias son respiratorias, el documento recuerda que la poluci¨®n tambi¨¦n provoca problemas cardiovasculares, y puede da?ar a otros ¨®rganos del cuerpo. ¡°Cada familia tiene alg¨²n enfermo con problemas pulmonares. En mi caso, mi madre tiene un c¨¢ncer de pulm¨®n, y mi hija, con 22 a?os, padece asma y bronquitis, y eso a pesar de que siempre evitamos que estuviera en espacios con humo del tabaco¡±, cuenta Sabina Cickusic, una habitante de Tuzla que los d¨ªas de mayor contaminaci¨®n en invierno evita salir de casa.
¡°Una desfasada dependencia del carb¨®n en Bosnia mata a miles de personas cada a?o, mientras las autoridades hacen poco para prevenir el problema o incluso advertir a la gente del riesgo para su salud¡±, comenta Felix Horne, un investigador especializado en temas ambientales de Human Rights Watch. Reuf Bajrovic, exministro de Energ¨ªa de la entidad de la Federaci¨®n de Bosnia-Herzegovina y actualmente experto en la materia, es m¨¢s positivo a la hora de valorar la actuaci¨®n de las autoridades: ¡°El Gobierno es consciente del problema. Ya lo era cuando estaba al frente del Ministerio, y ha tratado de mitigarlo. Ahora bien, este es un problema que es grave durante algunos meses, no durante todo el a?o¡±.
La central de Tuzla no es la ¨²nica que consume carb¨®n, sino que tambi¨¦n lo hacen miles de estufas a las que los bosnios recurren para hacer frente al riguroso invierno balc¨¢nico. ¡°Hab¨ªamos trabajado para convencer a la poblaci¨®n de que abandonara el carb¨®n en favor de pellets [unos cilindros de madera], menos contaminantes. Pero por la crisis energ¨¦tica su precio se ha multiplicado y es prohibitivo para muchas familias. Este invierno ser¨¢ muy dif¨ªcil¡±, lamenta Agic, que considera el autoconsumo de carb¨®n el m¨¢s peligroso. ¡°El consumo de carb¨®n en las casas es el m¨¢s da?ino. En las centrales es posible instalar filtros para que contaminen menos y, en parte, lo hemos conseguido. Con los particulares, no¡±, apostilla la responsable del Centro para la Ecolog¨ªa y la Energ¨ªa.
¡°Superar la dependencia del carb¨®n no solo es una cuesti¨®n econ¨®mica, sino pol¨ªtica. Bosnia es un pa¨ªs rico en carb¨®n, lo que hace que la electricidad aqu¨ª sea muy barata. Hay mucha gente que se dedica al sector de la miner¨ªa, y si cierran las minas perder¨¢n su trabajo¡±, sostiene Bajrovic. A menudo, en el segundo pa¨ªs de Europa m¨¢s corrupto, seg¨²n el ranking de Transparency International, la falta de reformas no se debe solo a intereses pol¨ªticos. ¡°Durante a?os hemos estado abogando por la aprobaci¨®n de una ley que fije est¨¢ndares ambientales m¨¢s estrictos. Pero los pol¨ªticos son reacios por puros intereses econ¨®micos personales¡±, censura Agic.
Se estima que cada a?o la contaminaci¨®n provoca la p¨¦rdida de 4.900 a?os de esperanza de vida en toda Europa
Una parte de la labor del Centro para la Ecolog¨ªa y la Energ¨ªa, que cuenta con seis trabajadores fijos y m¨¢s de medio centenar de voluntarios, consiste en poner en marcha proyectos para el ahorro energ¨¦tico, como mejorar el aislamiento t¨¦rmico de las viviendas. Pero, otra tarea muy importante, es la de la sensibilizaci¨®n de la sociedad a partir de la realizaci¨®n de charlas, seminarios y campa?as en los medios de comunicaci¨®n. ¡°Podemos decir que hemos avanzado, pero a¨²n queda camino por recorrer. El grupo social que se ha concienciado m¨¢s son las madres con hijos peque?os¡±, comenta Agic. Critica que muchas familias todav¨ªa calienten sus hogares en invierno por encima de los 25 grados. ¡°La gente suele estar en manga corta por casa en pleno invierno, y dormir con mantas ligeras a¨²n estando a 20 bajo cero. Como la mayor¨ªa paga una tarifa fija por metro cuadrado, no repara en el consumo de energ¨ªa¡±, espeta.
La elevada poluci¨®n en Bosnia-Herzegovina, no muy diferente de otros pa¨ªses de los Balcanes, es una lacra que va m¨¢s all¨¢ de los confines de la regi¨®n. El estudio elaborado por el centro ambiental de Tuzla en 2013 mide tambi¨¦n el impacto concreto de la central t¨¦rmica de la ciudad a nivel europeo, ya que el viento puede transportar las part¨ªculas contaminantes cientos de kil¨®metros. Seg¨²n sus c¨¢lculos, cada a?o provoca la p¨¦rdida de 4.900 a?os de esperanza de vida en todo el continente, y m¨¢s de 170 ingresos hospitalarios por problemas respiratorios o cardiovasculares. A nivel econ¨®mico, se perder¨ªan 131.000 d¨ªas de trabajo por bajas laborales.
Por lo tanto, las autoridades de la Uni¨®n Europea deber¨ªan considerar el problema de la poluci¨®n en Bosnia-Herzegovina como propio, aunque este pa¨ªs balc¨¢nico no sea un Estado miembro. ¡°El futuro aqu¨ª pasa por el uso combinado de energ¨ªa fotovoltaica y sobre todo geot¨¦rmica. Ya hemos hecho estudios al respecto. El problema es que requiere una elevada inversi¨®n, de unos 5.000 a 7.000 euros por vivienda. Aunque esta luego se recupere a largo plazo, no tenemos esos recursos¡±, comenta Agic, que considera clave la ayuda internacional para poder efectuar la transici¨®n ecol¨®gica en Bosnia.
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