La prohibici¨®n de exportar arroz indio alienta el temor a la inflaci¨®n y a la escasez de alimentos en el resto del mundo

La pandemia de covid-19, la crisis clim¨¢tica y la invasi¨®n de Rusia a Ucrania han disparado, en apenas cuatro a?os, el n¨²mero de personas castigadas por el hambre en el planeta. El ¨²ltimo informe mundial sobre seguridad alimentaria, editado por cinco organismos especializados de Naciones Unidas, alertaba de que, el a?o pasado, 122 millones de personas m¨¢s que en 2019 padecieron hambre. A esta situaci¨®n, ya de por s¨ª preocupante, se le a?ade ahora un nuevo reto: en julio, la India prohibi¨® la comercializaci¨®n al extranjero de arroz blanco no basmati, categor¨ªa que representa una cuarta parte de las ventas totales del primer exportador mundial de este grano. El veto, que se suma a otro ¡ªal arroz partido, es decir, los fragmentos de arroz¡ª impuesto en septiembre, ha desatado el temor a una subida de la inflaci¨®n global y a un aumento de la inseguridad alimentaria entre las poblaciones m¨¢s vulnerables.

El arroz es el alimento b¨¢sico para m¨¢s de 3.000 millones de personas en el mundo, y casi el 90% de su cultivo se produce en Asia. Tras a?os sucesivos de cosechas abundantes, el precio del arroz se ha mantenido m¨¢s asequible que el del trigo o el ma¨ªz, incluso despu¨¦s del estallido del conflicto ucranio. Sin embargo, debido al impacto del fen¨®meno meteorol¨®gico El Ni?o en el rendimiento de los arrozales, su importe a nivel mundial se ha disparado entre un 15% y 20% desde el pasado septiembre, de acuerdo con estimaciones del Instituto Internacional de Investigaci¨®n sobre Pol¨ªticas Alimentarias (Ifpri). Seg¨²n el ¨ªndice del precio del arroz que la Organizaci¨®n para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) publica mensualmente, en julio alcanz¨® su nivel m¨¢s alto desde 2008.

Ante esta situaci¨®n, el 20 de julio Nueva Delhi anunci¨® un cambio en su pol¨ªtica de exportaciones del arroz blanco no basmati ¡°para asegurar la adecuada disponibilidad¡± en el mercado local y para ¡°contener una subida de precios a nivel nacional¡±.

En julio, el precio del arroz alcanz¨® su nivel m¨¢s alto desde 2008, seg¨²n el informe mensual de la FAO

El aumento de la inflaci¨®n en la cesta de la compra es un tema delicado para el Gobierno de Narendra Modi, y mucho m¨¢s en v¨ªsperas de una serie de elecciones ¡ªlas regionales, que ser¨¢n clave, se celebran a finales de este a?o, y las generales en abril de 2024¡ª. Los cereales son una parte predominante de la dieta de la naci¨®n m¨¢s poblada del mundo, especialmente entre las clases con rentas bajas. Pero su exportaci¨®n resulta m¨¢s lucrativa que la venta en el mercado dom¨¦stico. Seg¨²n datos oficiales, ante un incremento de la demanda exterior, los precios en la India del arroz blanco no basmati se han encarecido un 11,5% a lo largo del a?o y un 3% solo entre mayo y junio.

¡°Entendemos la motivaci¨®n [del Gobierno]. Las autoridades indias est¨¢n tratando de garantizar la seguridad alimentaria al tiempo que intentan suavizar la presi¨®n inflacionaria¡±, apunta Luis Breuer, representante del Fondo Monetario Internacional para India. ¡°Dicho esto, cualquier medida adoptada por la India tendr¨¢, por supuesto, efectos secundarios en el resto del mundo, como una posible mayor volatilidad en el precio de los alimentos¡±, se?ala este economista en una videoconferencia. ¡°Por eso, el FMI alienta a todas las naciones, incluida India, a eliminar este tipo de restricciones a la exportaci¨®n, que puedan ser perjudiciales a nivel global¡±, apostilla.

La India es el segundo mayor productor de arroz (el primero es China, aunque pr¨¢cticamente todo lo destina al consumo interno) y l¨ªder exportador desde hace casi una d¨¦cada. En 2022, vendi¨® 22,3 millones de toneladas a m¨¢s de 140 pa¨ªses, ocupando el 40% de la cuota del mercado global. Esas cifras r¨¦cord se registraron incluso despu¨¦s de imponer en septiembre una limitaci¨®n a los env¨ªos de arroz partido y aplicar un arancel suplementario del 20% sobre las exportaciones del de calidad superior. En total, 42 naciones obtienen m¨¢s de la mitad de sus importaciones totales de arroz de la India, una porci¨®n que no se sustituye f¨¢cilmente con el producto de otros grandes exportadores como Tailandia, Vietnam o Pakist¨¢n. Entre los compradores m¨¢s dependientes del arroz indio destacan Banglad¨¦s, Nepal, Ben¨ªn, Senegal, Costa de Marfil, Togo y Guinea.

¡°La nueva prohibici¨®n refuerza la del a?o pasado¡±, explica por tel¨¦fono Shirley Mustafa, analista de mercado de productos b¨¢sicos de la FAO. ¡°Aunque se aplica a un tipo muy espec¨ªfico de arroz (al ¨ªndico blanco que no es ni basmati, ni arom¨¢tico, ni sancochado), es una categor¨ªa sustancialmente importante para los suministros alimentarios de Asia y ?frica¡±, enfatiza. De hecho, casi la mitad de las exportaciones indias en 2022 fueron de arroz no basmati. Mustafa, no obstante, insiste en que la India ¡°ha prometido excepciones¡± y que atender¨¢ las peticiones de los pa¨ªses que aleguen inseguridad alimentaria con arroz partido. Desde el Indian Council for Research on International Economic Relations, un laboratorio de ideas con base en la capital india, consideran que para que el pa¨ªs se convierta en un ¡°l¨ªder responsable del Sur global en el G-20¡å deber¨ªa dejar de imponer ¡°restricciones abruptas¡±.

Entre los compradores m¨¢s dependientes del arroz indio destacan Banglad¨¦s, Nepal, Ben¨ªn, Senegal, Costa de Marfil, Togo y Guinea

Si bien la India tiene reservas suficientes para sus 1.400 millones de habitantes, se teme que el calor extremo y las fuertes lluvias monz¨®nicas da?en la pr¨®xima cosecha, que se plant¨® en junio y se recoger¨¢ en septiembre. De hecho, aunque se esperaba que la superficie cultivada aumentara tras la subida del precio del arroz, hasta ahora los agricultores han plantado en una superficie un 6% menor que en 2022.

La Federaci¨®n de Arroz de Estados Unidos ha tranquilizado a los consumidores estadounidenses sobre el impacto de la decisi¨®n de India: ¡°Pueden estar tranquilos: hay suficiente arroz estadounidense como para llenar las ollas en todos los rincones del pa¨ªs¡±. ¡°No se trata de papel higi¨¦nico en la primavera de 2020¡å, zanja la entidad en un comunicado, aludiendo a la desorbitada demanda de este producto cuando se declar¨® la pandemia y se aliment¨® de la creencia de que se iba a agotar.

Las prohibiciones agroalimentarias no son una novedad. Desde el inicio de la guerra de Ucrania, el n¨²mero de pa¨ªses que las imponen ha pasado de tres a 16, seg¨²n Ifpri. Indonesia vet¨® las exportaciones de aceite de palma; Argentina, las de carne de vacuno; y Turqu¨ªa y Kirguist¨¢n, las de diversos cereales. Durante las primeras semanas de la pandemia de covid-19, al menos 21 naciones aplicaron trabas similares.

Sara Mbago-Bhunu, directora regional de ?frica oriental y del sur del Fondo Internacional de Desarrollo Agr¨ªcola de la ONU (FIDA), opina que de esta crisis tambi¨¦n pueden surgir oportunidades. En una videollamada detalla que, por ejemplo, Tanzania, Kenia y Uganda trabajan desde hace tiempo para reducir la dependencia de otros pa¨ªses y no verse tan afectados por medidas proteccionistas. ¡°Est¨¢n ampliando las zonas de agricultura de regad¨ªo y est¨¢n apostando por un sistema muy interesante de intensificaci¨®n del cultivo del arroz, m¨¦todo que, adem¨¢s de incrementar la producci¨®n, permite combinar el cultivo de este cereal con la producci¨®n acu¨ªcola¡±, puntualiza.

Esta experta hace hincapi¨¦ en que ¡°el cultivo de arroz requiere del 40% del agua de riego del mundo y contribuye de forma significativa al cambio clim¨¢tico, ya que el 10% de las emisiones mundiales de metano proceden de los arrozales¡±. Por eso, la potencia asi¨¢tica tambi¨¦n tiene ante s¨ª la posibilidad de ¡°ganar credibilidad¡±: ¡°La India podr¨ªa utilizar este per¨ªodo, en el que cuenta con reservas suficientes de arroz, para mejorar estos sistemas de intensificaci¨®n del cultivo y adoptar pr¨¢cticas m¨¢s sostenibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero¡±, opina Mbago-Bhunu.

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