P¨ªldoras falsas e inyecciones de agua en lugar de anticonceptivos en Kenia
Ante la escasez de planificaci¨®n familiar gratuita y los tab¨²es, algunas j¨®venes recurren a m¨¦todos poco seguros para impedir un embarazo
Miriam, de 29 a?os, se prepara para ir a tomar una p¨ªldora anticonceptiva en una cl¨ªnica clandestina de los suburbios de Mathare, un barrio informal de Nairobi, la capital de Kenia. Para que el f¨¢rmaco haga efecto, le han dicho, no puede mantener relaciones sexuales la noche anterior. Miriam (nombre ficticio, como todos los de las protagonistas de este reportaje) sabe que la p¨ªldora, llamada Sofia, es ilegal en Kenia. Tambi¨¦n sabe que la persona que se la vende es un curandero. Pero, asegura, no tiene elecci¨®n. ¡°Los hospitales p¨²blicos de Nairobi no ofrecen acceso gratuito a los anticonceptivos. A los m¨¦dicos de esos hospitales no les gusta tratar a mujeres j¨®venes. Dicen que estamos dejando sin medicamentos a mujeres que los merecen m¨¢s¡±, asegura.
Dos de cada 10 adolescentes en Kenia (entre 15 y 19 a?os) se ha quedado embarazada, seg¨²n la Encuesta Demogr¨¢fica de Salud de 2022. Cada a?o, casi dos terceras partes de los embarazos de j¨®venes de esta edad son indeseados, seg¨²n el Instituto Guttmacher. El c¨®digo penal keniano proh¨ªbe la interrupci¨®n de embarazo, y la Constituci¨®n de 2010 la admite solo en caso de peligro para la vida de la madre o el beb¨¦, o si el embarazo resulta de una violaci¨®n.
Kenia tiene una normativa, llamada Pol¨ªtica de Salud Reproductiva Nacional, que promete ofrecer servicios de planificaci¨®n familiar en los centros sanitarios p¨²blicos. Pero a menudo, se quejan pacientes y activistas, los anticonceptivos escasean ¡ªen 2023 se produjeron manifestaciones de mujeres, entre ellas trabajadoras del sexo, en diversas partes del pa¨ªs por la escasez de preservativos¡ª. Esto, unido al estigma que algunos m¨¦dicos asocian a la planificaci¨®n familiar ¡ªla responsable del Ministerio de Salud, Susan Nakhumicha, ha llegado a declarar p¨²blicamente que no dar¨¢ anticonceptivos a las adolescentes kenianas, que en su opini¨®n deben practicar ¡°la abstenci¨®n¡±¡ª ha hecho que muchas mujeres y ni?as acudan a farmacias privadas para conseguir medicamentos, o recurran a alternativas ilegales como las p¨ªldoras Sofia.
A los m¨¦dicos de los hospitales p¨²blicos no les gusta tratar a mujeres j¨®venes. Dicen que estamos dejando sin medicamentos a mujeres que los merecen m¨¢sMiriam, de 29 a?os, que toma una p¨ªldora anticonceptiva vetada por el Gobierno
Naomi Jane, promotora de salud comunitaria (el v¨ªnculo entre los servicios sanitarios p¨²blicos y la comunidad), subraya que los anticonceptivos son gratuitos en los centros de salud p¨²blica, pero admite que el problema es la mala actitud de los que proveen el servicio. ¡°Te estigmatizan cuando eres joven y quieres acceder a los servicios de planificaci¨®n familiar y tambi¨¦n cuando eres mayor y te quedas embarazada¡±, afirma. ¡°Tampoco les echo toda la culpa a ellos, porque a veces tambi¨¦n est¨¢n desbordados. Por ejemplo, un solo hospital p¨²blico atiende a toda la poblaci¨®n de los suburbios de Mathare y Huruma¡±. Mathare concentra a m¨¢s de 200.000 habitantes, seg¨²n datos de 2019.
Antes de empezar a tomar Sofia, Miriam utilizaba un dispositivo intrauterino (DIU). ¡°Ten¨ªa efectos secundarios y me hac¨ªa sangrar mucho. En los hospitales p¨²blicos me molestaba la mala actitud de los m¨¦dicos cuando iba a quit¨¢rmelo, as¨ª que recurr¨ª a Sofia, porque es f¨¢cil acceder a ella¡±, cuenta Miriam. Esta p¨ªldora, fabricada en China, seg¨²n el prospecto, se vende al por menor a 1,90 euros. Los precios se han disparado en los ¨²ltimos cinco a?os debido al aumento de la demanda. El Ministerio de Sanidad keniano la prohibi¨® hace m¨¢s de 10 a?os debido a su alto contenido en levonorgestrel, un f¨¢rmaco hormonal que, seg¨²n el ministerio, provoca una pubertad precoz en los beb¨¦s que conciben las mujeres despu¨¦s de tomarla.
¡°Hubo una redada hace cuatro a?os y cerraron la farmacia donde compr¨¢bamos¡±, recuerda Miriam. ¡°Pero uno de los dependientes se hizo con nuestros datos y abri¨® su propia farmacia, a la que acudimos ahora¡±. El centro de distribuci¨®n se presenta como un herbolario. ¡°Somos muchas las que tomamos la pastilla y cada mes recibimos un mensaje del distribuidor record¨¢ndonos nuestras citas¡±, a?ade Miriam.
Abortos clandestinos
¡°Los anticonceptivos no son gratuitos en los hospitales p¨²blicos, como afirma el Gobierno. Muchas chicas se han visto obligadas a pagar por ellos o son tratadas de mala manera por los asistentes m¨¦dicos¡±, se?ala la directora ejecutiva de la Coalici¨®n de Defensores de los Derechos Humanos Populares, Rachael Mwikali. Por ello, las p¨ªldoras ilegales no son las ¨²nicas alternativas poco seguras para evitar un embarazo. Mwikali afirma haber recibido informes de que varias cl¨ªnicas y farmacias privadas de barrios humildes de Nairobi est¨¢n inyectando a mujeres j¨®venes con agua o suministr¨¢ndoles medicamentos caducados, lo que ha provocado que muchas chicas se queden embarazadas y se sometan a abortos inseguros en cl¨ªnicas clandestinas.
El trauma que me caus¨® un aborto inseguro sigue conmigoRehema, de 21 a?os, que se qued¨® embarazada tras una falsa inyecci¨®n anticonceptiva
Una de ellas es Rehema, de 21 a?os, que se qued¨® embarazada despu¨¦s de que le inyectaran agua en vez de un m¨¦todo anticonceptivo. ¡°Unos meses despu¨¦s de la inyecci¨®n, engord¨¦ y empec¨¦ a sentirme cansada y con n¨¢useas. Me hice unas pruebas y descubr¨ª que estaba embarazada¡±, cuenta. ¡°Me qued¨¦ desconcertada, pero tras hacer algunas averiguaciones, me enter¨¦ de que la cl¨ªnica es conocida por inyectar agua a la gente y que muchas chicas se hab¨ªan quedado embarazadas por esa raz¨®n¡±. Con un primer hijo a los 17 a?os, acudi¨® a una cl¨ªnica de aborto clandestina en Nairobi. ¡°No creo que el m¨¦dico tuviera formaci¨®n, porque sufr¨ª muchas complicaciones. El trauma que me caus¨® el aborto inseguro sigue conmigo¡±, reconoce.
Medicamentos caducados
Tina, de 21 a?os, qued¨® embarazada a los 16 pese a que tomaba la p¨ªldora. Una farmacia le vendi¨® las pastillas a 2,20 euros y no supo que estaban caducadas hasta que se qued¨® embarazada. ¡°Como a¨²n era menor, no pod¨ªa entrar en un centro m¨¦dico y solicitar planificaci¨®n familiar. Todo fue r¨¢pido; le di el dinero y ella me dio la bolsa¡±, recuerda. ¡°Llev¨¦ el embarazo a t¨¦rmino, pero eso me oblig¨® a dejar la escuela. Hoy no puedo conseguir un empleo decente por culpa de mi nivel de estudios. Tengo que hacer trabajillos para que mi hijo y yo podamos sobrevivir¡±, se lamenta Tina.
El ginec¨®logo John Ong¡¯ech subraya que las personas que busquen servicios de planificaci¨®n familiar deben acudir a centros m¨¦dicos con personal sanitario cualificado. ¡°Aunque estos medicamentos caducados no causan da?os f¨ªsicos, pueden provocar embarazos. Los m¨¦dicos que receten anticonceptivos deben conocer el historial m¨¦dico de la paciente para poder recomendarle el m¨¦todo anticonceptivo adecuado¡±, se?ala.
Seg¨²n la Encuesta Demogr¨¢fica y de Salud de Kenia de 2022, el 82% de la demanda de planificaci¨®n familiar de la poblaci¨®n est¨¢ cubierta, una cifra que ha aumentado desde el 77% registrado en 2014.
Los m¨¦todos anticonceptivos en el pa¨ªs africano est¨¢n financiados en gran parte por donantes. El a?o pasado, el Fondo de Poblaci¨®n de Naciones Unidas don¨® anticonceptivos inyectables, preservativos masculinos y femeninos, DIU hormonales, implantes y anticonceptivos orales por valor de m¨¢s de tres millones de euros al Gobierno keniano. Y, en el ¨²ltimo ejercicio, el Gobierno destin¨® m¨¢s de cinco millones de euros a la adquisici¨®n y distribuci¨®n de anticonceptivos.
La activista Mwikali se?ala que, aunque el Gobierno keniano y otras organizaciones trabajan para aumentar la prevalencia de los anticonceptivos, todav¨ªa queda mucho por hacer. ¡°Necesitamos cambios sist¨¦micos y formar a los m¨¦dicos para que dejen de estigmatizar la planificaci¨®n familiar. Tambi¨¦n necesitamos seriedad por parte del Gobierno a la hora de controlar las cl¨ªnicas que siguen vendiendo p¨ªldoras ilegales¡±, remacha. Iniciativas como el Proyecto de Ley de Finanzas de 2023, propuesto por el gobernador de Nairobi, Sakaja Arthur Johnson, puede empeorar la situaci¨®n, ya que un DIU pasar¨¢ a costar 3,15 euros en los hospitales p¨²blicos, y las inyecciones anticonceptivas de Depo-Provera 2,20. Las p¨ªldoras seguir¨¢n siendo gratuitas.
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