Los grupos informales de voluntarios sudaneses, ¨²ltimo salvavidas humanitario en la batalla final por Darfur
Las unidades de respuesta de emergencia, con una fuerte implantaci¨®n local, alivian la grave crisis que asola El Fasher ante las grandes dificultades a las que se enfrentan las organizaciones internacionales
El Fasher, la capital hist¨®rica de Darfur, es desde mayo el escenario de una de las mayores batallas que han asolado Sud¨¢n desde el estallido de la guerra civil entre el principal grupo paramilitar del pa¨ªs y el ej¨¦rcito regular, hace m¨¢s de un a?o. Para los primeros, que ya dominan casi todo el resto de Darfur, se trata del combate final por la subyugaci¨®n de esta regi¨®n; para los segundos, que han aunado fuerzas con m¨²ltiples movimientos armados locales, la ¨²ltima oportunidad para frenar el empuje paramilitar en el flanco oeste del pa¨ªs.
Las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido lanzaron en abril su ofensiva sobre el vasto Estado de Darfur Norte, uno de los cinco en los que se divide Darfur y el ¨²nico que no controlan del todo, con un ataque contra varias localidades cercanas a El Fasher. Despu¨¦s de cerrar un cerco pr¨¢cticamente total alrededor de su populosa capital, los paramilitares se abalanzaron sobre la ciudad a mediados de mayo, poniendo a prueba las reforzadas defensas locales.
En medio, atrapadas, quedaban alrededor de un mill¨®n de personas, incluidas muchas que hab¨ªan huido previamente del r¨¢pido avance de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido por el resto de Darfur a finales del a?o pasado. Estaban sin apenas protecci¨®n ni v¨ªas de salida, y con recursos limitados tras meses de aislamiento y un asedio que solo se ha podido burlar de forma espor¨¢dica. Desde el inicio del asalto contra El Fasher, al menos 260 personas han muerto y m¨¢s de 1.600 han resultado heridas, seg¨²n datos de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF).
Desde el inicio del asalto contra El Fasher, al menos 260 personas han muerto y m¨¢s de 1.600 han resultado heridasM¨¦dicos Sin Fronteras (MSF)
La guerra de Sud¨¢n ha provocado una de las crisis humanitarias m¨¢s graves y de m¨¢s r¨¢pido deterioro del mundo. Hoy, al menos 25 millones de personas ¡ªm¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n¡ª necesita ayuda humanitaria urgente, y una cifra similar sufre altos niveles de hambre. La declaraci¨®n de hambruna es cuesti¨®n de tiempo. Adem¨¢s, los desplazados, dentro y fuera del pa¨ªs, superan los 10 millones; el 65% de la poblaci¨®n no tiene acceso a la sanidad; y 19 millones de ni?os no van a escuela. No hay recuento preciso de muertes.
Como ha ocurrido por todo Sud¨¢n desde el inicio de la guerra, el colapso del Estado y las grandes dificultades a las que se enfrentan las organizaciones humanitarias han colocado en el centro de la provisi¨®n de servicios y suministros de primera necesidad a iniciativas locales de ayuda mutua. Las m¨¢s destacadas son las unidades de respuesta de emergencia, formadas en muchos puntos del pa¨ªs con grupos que tienen una gran implantaci¨®n local. Aunque las ONG y las agencias humanitarias y de desarrollo internacionales se han mostrado hasta ahora cautas a la hora de canalizar fondos hacia estas unidades por su poca institucionalizaci¨®n, algunas lo han empezado a hacer, sobre todo sottovoce, debido a que su autonom¨ªa e implantaci¨®n local las hace muy efectivas.
¡°[Nuestra] unidad de emergencia se form¨® dos semanas despu¨¦s del estallido de la guerra y ha continuado su labor hasta ahora pese a las dificultades a las que nos enfrentamos los voluntarios¡±, explica un miembro del grupo en el campo de desplazados de Abu Shouk, en el noroeste de El Fasher, que prefiere que no se publique su nombre por seguridad.
En El Fasher, estas unidades est¨¢n intentando cubrir, a pesar de los enormes desaf¨ªos que existen, todas las aristas de la crisis humanitaria que asola la ciudad, seg¨²n explican, por separado y por tel¨¦fono, miembros de tres de estos grupos. Esto incluye el apoyo a centros de salud, el suministro de medicamentos y material sanitario, la organizaci¨®n de cocinas comunitarias, la preparaci¨®n y el reparto de cestas de comida y la provisi¨®n de agua. Su labor es especialmente determinante ante los estragos de la guerra y la falta de ayuda exterior. Como parte de su asalto, los paramilitares han llevado los combates a lugares cr¨ªticos para la vida en El Fasher como su mercado central, pese a que la ciudad es una de las zonas de Sud¨¢n con los niveles de hambre m¨¢s altos, seg¨²n el ¨²ltimo informe sobre inseguridad alimentaria en el pa¨ªs de un grupo de expertos apoyado por la ONU.
¡°La situaci¨®n humanitaria es realmente mala debido al asedio de la regi¨®n y a que todos los mercados, excepto el de ganado, est¨¢n fuera de servicio a causa tambi¨¦n de los ataques de artiller¨ªa¡±, se?ala Ahmed Eissa, el director de programas de la unidad de respuesta de emergencia de un distrito del sur de El Fasher. ¡°Esto ha obligado a algunas personas a tener que mendigar y ha provocado que muchas pierdan sus casas y sus trabajos¡±, apunta.
La situaci¨®n humanitaria es realmente mala debido al asedio de la regi¨®n y a que todos los mercados, excepto el de ganado, est¨¢n fuera de servicioAhmed Eissa, director de programas de la unidad de respuesta de emergencia de un distrito del sur de El Fasher
Adem¨¢s, solo uno de los tres hospitales principales de El Fasher sigue hoy parcialmente operativo. De los otros dos, uno qued¨® da?ado ya a mediados de mayo en un ataque a¨¦reo del ej¨¦rcito a poca distancia, y el otro fue atacado varias veces y tuvo que cerrar a inicios de junio despu¨¦s de ser asaltado y saqueado por los paramilitares, seg¨²n MSF, que siguen apoyando el ¨²nico hospital de la ciudad con capacidad quir¨²rgica y para atender a heridos.
La situaci¨®n en los centros de salud es igualmente cr¨ªtica. ¡°Todos est¨¢n fuera de servicio porque se hallan en zonas de combates, excepto [uno] en el sector sur y [otro] en el norte¡±, apunta Eissa, que lamenta que incluso el ¨²ltimo hospital que contin¨²a en funcionamiento ¡°fue bombardeado [recientemente] con artiller¨ªa, lo que provoc¨® la destrucci¨®n de su farmacia y la muerte de la farmac¨¦utica que trabajaba en su interior¡±.
Situaci¨®n cr¨ªtica para los desplazados
Una de las zonas de El Fasher donde la situaci¨®n es m¨¢s grave es el campo de desplazados de Abu Shouk, donde ha habido fuertes combates y se est¨¢n registrando altos niveles de desnutrici¨®n, dificultades para conseguir agua, y falta de alojamiento y de acceso a la atenci¨®n sanitaria y a medicamentos, seg¨²n una evaluaci¨®n de la unidad de respuesta de emergencia local. ¡°La situaci¨®n est¨¢ totalmente colapsada¡±, admite uno de sus miembros, que nota que su centro de salud depende de donantes y de la organizaci¨®n comunitaria.
La presi¨®n sobre los pocos recursos disponibles en El Fasher se est¨¢ viendo asimismo aumentada por el creciente n¨²mero de desplazados que est¨¢ provocando el avance de los paramilitares. La Oficina de la ONU para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios estima que en los ¨²ltimos tres meses m¨¢s de 140.000 personas se han tenido que desplazar. Muchas de ellas se han trasladado a partes de la ciudad alejadas del frente, mientras que, quienes han podido, han huido principalmente hacia el sur, en direcci¨®n a las pocas zonas de Darfur que siguen fuera de control paramilitar, o hacia Chad y en menor medida Libia.
¡°La situaci¨®n de seguridad es muy complicada¡±, manifiesta un miembro de la unidad de emergencia formada en el distrito norte de la ciudad, que actualmente cubre tambi¨¦n parte del oeste. ¡°En la mayor¨ªa de los barrios de El Fasher se produjeron desplazamientos como consecuencia de los fuertes ataques y bombardeos dirigidos contra civiles por parte de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, pese a que sab¨ªan que no hab¨ªa defensas ni cuarteles militares en las zonas atacadas, y muchas casas fueron da?adas e incendiadas¡±, agrega.
En la mayor¨ªa de los barrios de El Fasher se produjeron desplazamientos como consecuencia de los fuertes ataques y bombardeos dirigidos contra civiles por parte de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pidoUn miembro de la unidad de emergencia formada en el distrito norte de El Fasher
Los combates en la ciudad, y sobre todo los ataques indiscriminados de los paramilitares, est¨¢n dejando una gran destrucci¨®n. En menos de dos meses, se estima que casi 20.000 estructuras, sobre todo en barrios del sur y del este de El Fasher, han resultado da?adas o destruidas por las hostilidades, que se est¨¢n desplazando hacia el interior, seg¨²n un an¨¢lisis del centro de sat¨¦lites de la ONU (UNOSAT). Tambi¨¦n por incendios provocados.
¡°La mayor¨ªa de gente se marcha en sus propios coches o en carros; algunos no tienen m¨¢s remedio que irse [montados] en sus animales, incluidos caballos y burros; otros se van en tuctuc. Se marchan cargados de tristeza, llanto y miseria, con una imagen desgarradora escrita en sus rostros¡±, desliza el mismo activista del norte de El Fasher.
Con todo, Eissa, de la unidad de respuesta de emergencia del distrito del sur de la ciudad, afirma que el centro de salud que gestionan ellos cubre ahora 12 barrios y sus alrededor de 100.000 personas, mientras que los ocho centros de acogida que apoyan pueden recibir a unas 10.000. El miembro de la unidad formada en el distrito norte de la ciudad se?ala que con todas sus acciones y una veintena de voluntarios llegan a cerca de 9.000 personas.
Los tres voluntarios entrevistados coinciden en se?alar que la comunidad internacional dispone de herramientas y v¨ªas para intentar frenar la crisis en El Fasher. La principal es aumentar la presi¨®n sobre las partes beligerantes para que se materialice un alto el fuego, se termine la guerra y llegue ayuda exterior. En paralelo, apuntan que, mientras tanto, se deber¨ªan considerar transferencias de fondos directas a iniciativas locales que siguen activas para, como m¨ªnimo, intentar salvar la actividad social y econ¨®mica que queda.
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