Raeda Taha, dramaturga palestina: ¡°A los dictadores ¨¢rabes les molesta la causa palestina¡±
Decepcionada con la actitud de los dirigentes mundiales tras el estallido de la guerra en Gaza, esta creadora afirma que la gran esperanza para el di¨¢logo y la paz son las nuevas generaciones, que no quieren que sus impuestos sirvan para pagar armas que matan a gente
En muchos aspectos, la vida de Raeda Taha (Jerusal¨¦n, 59 a?os) se parece a la de millones de palestinos porque ha estado marcada por la experiencia del exilio y la p¨¦rdida. Pero en otros, es excepcional. Su padre, Ali Taha, fue un c¨¦lebre combatiente palestino que fue asesinado en 1970 por un comando de las fuerzas especiales israel¨ªes ¡ªintegrado, entre otros, por un joven Benjamin Netanyahu¡ª durante el asalto a un avi¨®n secuestrado. Con solo 22 a?os se convirti¨® en la secretaria de prensa del l¨ªder palestino Yasir Arafat. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, es una de las dramaturgas palestinas con mayor proyecci¨®n internacional. Su ¨²ltima obra, La gacela de Akka, sobre la figura del comprometido intelectual palestino Ghassan Kanafani, se estren¨® el a?o pasado en el Festival Internacional de Cartago, en T¨²nez, en el que este a?o, Taha ha ejercido de jurado.
Pregunta. ?Por qu¨¦ abandon¨® su carrera pol¨ªtica para dedicarse al teatro?
Respuesta. El teatro es mi pasi¨®n, siempre quise ser actriz. Me gusta el contacto con la gente desde el escenario. So?¨¦ con esta carrera toda mi vida. Y cuando fue el momento, lo cumpl¨ª. Espero morir en el escenario. Arafat intent¨® hacer de m¨ª la nueva cara de la diplomacia palestina, pero yo no estoy hecha para la pol¨ªtica. Soy muy directa y honesta. Digo siempre lo que pienso.
Hay muchas formas de resistencia que son importantes: escribir, hacer pel¨ªculas, teatro, incluso tejer kufiyas (el pa?uelo palestino). Sirven para demostrar que somos un pueblo con nuestra propia cultura y aferrados a nuestra tierraRaeda Taha
P. ?Cree que la cultura es una herramienta m¨¢s de la causa palestina?
R. Ahora, quiz¨¢s s¨ª. Vivimos un tiempo pol¨ªtico decepcionante. La Autoridad Nacional Palestina se ha vuelto un Gobierno ¨¢rabe m¨¢s, con todos sus defectos. El arte hace que la gente reflexione. Pero hay muchas formas de resistencia que son importantes: escribir, hacer pel¨ªculas, teatro, incluso tejer kufiyas [el pa?uelo palestino]. Sirven para demostrar que somos un pueblo con nuestra propia cultura y aferrados a nuestra tierra. La idea sionista de ¡°una tierra sin un pueblo para un pueblo sin tierra¡± es una gran mentira.
P. Y el teatro, espec¨ªficamente, ?es importante para Palestina?
R. El teatro palestino ha sido importante para mantener y contar nuestra memoria colectiva. Pero como en todos los ¨¢mbitos de nuestra sociedad, sufri¨® un duro golpe con la Nakba de 1948.
P. ?Por qu¨¦ tiene usted vetada la entrada en varios pa¨ªses ¨¢rabes?
R. Creen que mis palabras son peligrosas. Todas mis obras hablan de Palestina de forma directa, sin pelos en la lengua y a los dictadores ¨¢rabes les molesta la causa palestina. Son unos hip¨®critas. En la televisi¨®n dicen apoyarla, pero no es cierto. Nos han fallado muchas veces a lo largo de los a?os. Prefieren tener una relaci¨®n de complicidad con EE UU e Israel. Incluso te dir¨ªa que quieren que perdamos la guerra. Otra cosa es el pueblo ¨¢rabe, la gente. Ellos s¨ª nos aman.
P. ?Qu¨¦ se puede esperar de Occidente?
R. La guerra en Gaza ha servido para que caigan muchas m¨¢scaras. Y no solo en EE UU, tambi¨¦n en Europa. Te pueden arrestar por ir a una manifestaci¨®n con una bandera [palestina]. ?D¨®nde est¨¢ la democracia?
P. ?D¨®nde encuentra la esperanza para seguir luchando?
R. En los j¨®venes. Soy optimista de cara al futuro porque estamos en el lado correcto de la historia. La guerra en Gaza est¨¢ generando una nueva conciencia mundial sobre la causa palestina. Las nuevas generaciones, incluso en EE UU, defienden Palestina porque les toca directamente. No quieren que sus impuestos sirvan para pagar armas que matan a gente, sea cual sea su nacionalidad. La nueva generaci¨®n sabe la diferencia entre antisemitismo y antisionismo. Es una realidad muy diferente a la de hace unas d¨¦cadas. En 1983, cuando fui a EE UU y dec¨ªa que era de Palestina, la gente me respond¨ªa: ¡°Ah, eres de Pakist¨¢n¡±.
P. ?Qu¨¦ soluci¨®n ve al conflicto? ?Se puede seguir hablando de la soluci¨®n de los dos Estados?
R. Esa opci¨®n est¨¢ enterrada. Los Acuerdos de paz de Oslo eran una trampa, los israel¨ªes nunca quisieron realmente crear un Estado palestino. Las condiciones que inclu¨ªan eran p¨¦simas. Hay que reconocer que la negociaci¨®n de la parte palestina fue horrible.
Las nuevas generaciones incluso en EE UU defienden Palestina porque les toca directamente. No quieren que sus impuestos sirvan para pagar armas que matan a gente, sea cual sea su nacionalidad
P. ?Eso le distanci¨® de Yasir Arafat?
R. Solo pol¨ªticamente. Para m¨ª ¨¦l fue un padre adoptivo, y uno no puede dejar de amar a su padre, incluso cuando se equivoca. Despu¨¦s de que mataran a mi padre, yo ten¨ªa ocho a?os, ¨¦l se hizo cargo de m¨ª y de mis cuatro hermanas. Incluso fue a Arafat a quien mi marido pidi¨® mi mano.
P. ?No le ve ning¨²n m¨¦rito a ese intento de conseguir la paz?
R. Solo uno: nos permiti¨® volver a Palestina del exilio, y por eso la lucha ahora tiene lugar en nuestra tierra, y no en Beirut, Am¨¢n o Damasco. Y eso es muy importante. Nosotros tenemos una conexi¨®n muy fuerte con nuestra tierra, a diferencia de los israel¨ªes. Desde el inicio de la guerra, muchos se han marchado. Para ellos, esta es una tierra de oportunidad. Como tienen dinero, muchos ahora ven que la oportunidad se esfuma, hacen las maletas y se van. El proyecto sionista, que solo se ha sostenido por el apoyo de EE UU, ya est¨¢ empezando a colapsar.
P. ?Ha pensado en hacer una obra sobre Arafat?
R. Claro, la har¨¦. Pero a¨²n es pronto. No ser¨¢ f¨¢cil porque es un personaje con muchas contradicciones. Era una persona muy modesta en todo, en su ropa, en su comida... Incluso dir¨ªa que demasiado. Era un hombre del pueblo, y por eso le amaban. No fue un corrupto, si acaso un corruptor [r¨ªe]. Era muy astuto, un aut¨¦ntico zorro. Y ten¨ªa una memoria de elefante. Se acordaba de todos los detalles de la gente que conoc¨ªa. ?l era un luchador, pero como pasa con todos los l¨ªderes pol¨ªticos, sobre todo los ¨¢rabes, no supo pasar el relevo a la nueva generaci¨®n cuando tocaba.
P. ?Fue m¨¢s f¨¢cil hacer la obra sobre su padre?
R. De hecho, la obra es m¨¢s bien sobre mi t¨ªa, a la que considera la Ant¨ªgona de Palestina, aunque en la regi¨®n ahora tenemos muchas Ant¨ªgonas. Esta mujer, que era analfabeta y muri¨® el a?o pasado, se dedic¨® a perseguir a Henry Kissinger all¨ª donde iba con un solo objetivo: entregarle una carta pidiendo que nos devolvieran el cad¨¢ver de mi padre. Se pas¨® dos a?os en la morgue porque no nos lo quer¨ªan devolver para que no lo enterr¨¢ramos en Jerusal¨¦n, como era su deseo. Finalmente, por la intervenci¨®n de Kissinger, nos lo entregaron, pero con la condici¨®n de que le di¨¦ramos sepultura en Hebr¨®n. Hasta que no abri¨® el ata¨²d, mi t¨ªa no se crey¨® que lo hab¨ªa conseguido.
P. A su padre le han colgado la etiqueta de terrorista. ?Le molesta?
R. ?C¨®mo puede hacerlo quien ha matado miles de ni?os en Gaza?
P. Pero en los ataques del 7 de octubre Ham¨¢s s¨ª asesino a civiles¡
R. Pero eso no les da ning¨²n derecho a matar a 50.000 palestinos en Gaza. ?Sabe que los ni?os gazat¨ªes miden tres cent¨ªmetros menos por la desnutrici¨®n? Esta es la quinta guerra, y en las anteriores han muerto muchos civiles. Cuando aplicas tanto sufrimiento contra un ser humano, contra una comunidad, su odio puede ser enorme.
P. ?Es antisemita el grito: ¡°Del r¨ªo hasta el mar, Palestina ser¨¢ libre¡±?
R. No, porque significa que Palestina ser¨¢ libre de injusticias, no que tiraremos a los jud¨ªos al mar. No les vamos a hacer lo que ellos nos hicieron en el a?o 1948, cuando nos echaron de nuestras casas. Todo aquel que quiera quedarse en la futura Palestina libre, ser¨¢ capaz de hacerlo sobre una base: la igualdad de todos sus ciudadanos.
P. ?Cree que esa idea de una Palestina libre se cumplir¨¢ alg¨²n d¨ªa?
R. S¨ª, sin duda. No digo que pase pronto, pero lo har¨¢. Llevamos 76 a?os de ocupaci¨®n. A los argelinos les llev¨® 120 liberarse de la ocupaci¨®n francesa.
P. Entre los activistas a favor del boicot a Israel hay, a veces, debates sobre si se debe hacer una excepci¨®n en el ¨¢mbito de la cultura. ?Qu¨¦ piensa?
R. El boicot es muy ¨²til e importante, pero hay que afinar. Hay muchos jud¨ªos que apoyan a Palestina, y estoy muy orgullosa de ellos. Una persona que ha hecho mucho por la causa palestina es el historiador e intelectual israel¨ª Ilan Papp¨¦. Boicotearlo a ¨¦l, por ejemplo, no tiene sentido.
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