Las favelas de R¨ªo dicen no al desperdicio
En las comunidades de Babilonia, Regina Tchelly ha conseguido ampliar la duraci¨®n de una cesta b¨¢sica de diez a treinta d¨ªas, aprovechando el 100% de los alimentos
Regina Tchelly (41 a?os) ten¨ªa 19 cuando inmigr¨® desde el pobre noreste brasile?o en b¨²squeda de un sueldo mejor. Cambi¨® los 11 euros mensuales que cobraba como empleada dom¨¦stica en Para¨ªba por los 42 que le pagaban en R¨ªo de Janeiro. Al llegar a la ciudad carioca, ubicada en el sureste del pa¨ªs, en el 2000, a Tchelly le impresion¨® la cantidad de desperdicios en las calles. ¡°Despu¨¦s de los mercados sobraban monta?as de alimentos que en Para¨ªba aprovechamos¡±, explica. Sin saberlo, esta primera percepci¨®n, fruto de la riqueza de la multiculturalidad, ergu¨ªa un puente hacia su futuro como emprendedora.
En 2011, las comunidades de Babilonia, favela de R¨ªo de Janeiro donde Tchelly vive y emprende, en el barrio carioca de Leme, hicieron un bote para fortalecer su proyecto gastron¨®mico Favela Org¨¢nica. Compraron diez uniformes, tablas y cuchillos. Tchelly empez¨® a producir pan con restos de pl¨¢tanos, ceviche de tallo de br¨®coli, harina o alb¨®ndigas con sobras de remolacha, leche de semillas de calabaza, o a reaprovechar los restos de cocos, cuya retirada es un gran problema para el ayuntamiento de la ciudad por su peso y volumen. ¡°Mi restaurante nunca ha tenido carta, siempre he creado los platos con lo que tenemos en el momento, como en Para¨ªba.¡±.
Hoy, Favela Org¨¢nica tiene huertos sostenibles y diversas iniciativas. ¡°Sirvo comidas aqu¨ª, entrego a domicilio, vendo congelados, e imparto formaci¨®n en gastronom¨ªa sostenible y emprendimiento, entre otras iniciativas. Por ejemplo, mis clientes me ense?an sus neveras con la c¨¢mara del m¨®vil y explico c¨®mo aprovechar el 100% de los alimentos de forma sana, nutritiva, y rica. Consigo ampliar la duraci¨®n de una cesta b¨¢sica de diez a treinta d¨ªas. Adem¨¢s, estoy produciendo una aplicaci¨®n para reducir desperdicios. Lo poco que sobra vuelve para la tierra como compost. Vendo medio litro de biofertilizante a un euro y veinte c¨¦ntimos, y un quilo de abonos naturales a noventa c¨¦ntimos. El aceite de fre¨ªr usado lo convierto en jab¨®n¡±, desarrolla.
Tchelly tiene clientes tanto en la favela como en el asfalto (t¨¦rmino utilizado en las favelas para referirse a la parte formal de la ciudad). Pero el reconocimiento en Brasil no lleg¨® hasta que su proyecto ganara visibilidad medi¨¢tica debido al inter¨¦s europeo. Chefs destacados de Tur¨ªn le llevaron tres veces a Italia para que Tchelly les formara. ¡°En Brasil no me valoraban. Ganar visibilidad y reconocimiento en Europa me motiv¨® mucho para seguir adelante con Favela Org¨¢nica. Me inspir¨® a dar rienda suelta a mis sue?os.¡±. Abri¨¦ndose los brazos en el huerto org¨¢nico y gir¨¢ndose sobre si misma, Tchelly afirma sonriendo y con mucho orgullo: ¡°Mira lo que podemos hacer cuando somos capaces de so?ar.¡±.
Favela Org¨¢nica, adem¨¢s de enmarcarse bajo la dimensi¨®n medioambiental de la sostenibilidad, tambi¨¦n es un proyecto social. ¡°Hago una gastronom¨ªa m¨¢s humanizada, amorosa e integradora. Empleo la comida para unir personas. Reparto recetas en los muros de la favela. En la pandemia distribu¨ª m¨¢s de 600 platos y ense?¨¦ a aprovechar la comida. Educo y saco a los ni?os de las calles y de la vulnerabilidad ante la criminalidad. Impulso lo que las empresas llaman ¡®emprendimiento¡¯ para fomentar la generaci¨®n de renta entre personas desempleadas. En la primera edici¨®n de mi curso online se apuntaron doscientas personas de todo Brasil. En definitiva, mi vida es reflexionar, de verdad, sobre c¨®mo consumir y acumular menos y buscar la autoestima. ?Por qu¨¦ comprar tanta ropa y alimentos o utilizar tanta agua?¡±, se pregunta.
Mi vida es reflexionar, de verdad, sobre c¨®mo consumir y acumular menos y buscar la autoestima. ?Por qu¨¦ comprar tanta ropa y alimentos o utilizar tanta agua?Regina Tchelly
Tchelly desconoce la Agenda 2030 y es cr¨ªtica con las empresas. Sus comentarios hacen recordar la pel¨ªcula Pl¨¢cido, dirigida por Luis Berlanga, en la que ricos reciben a un pobre para cenar en su mesa en navidades: ¡°Las empresas tienen que pensar menos en sus beneficios. Ya han extra¨ªdo lo suficiente del planeta y de las personas. Sus directivos ya han acumulado suficientes recursos. Deber¨ªan de apoyarnos de verdad, no solamente para hacer marketing. Econom¨ªa circular y estas modas pueden estar bien, pero falta mucho porque a menudo los que las mueven suelen hacerlo para acumular dinero. Ni siquiera han reducido su consumo de verdad como hacemos aqu¨ª. Estamos todos cansados de discursos de sostenibilidad, de ayudar al pobre y salvar el mundo¡ ?De verdad hay gente que se lo cree?¡±, reflexiona.
Por todo ello, Tchelly no colabora con las empresas. ¡°Al final es siempre igual. Quieren salir en la foto. Usan nuestra humanidad para lavar sus im¨¢genes inhumanas e insostenibles. Hacen negocio en torno al hambre e impulsan pol¨ªticas asistencialistas que no traen cambio alguno, sino que perpetuan la insostenibilidad. Si se les deja, se lo quedan todo. Compiten para qued¨¢rselo todo sin l¨ªmites. Quieren m¨¢s y m¨¢s y m¨¢s¡ Se aprovechan de la pandemia, de las crisis¡ ?Qu¨¦ sostenibilidad es esta? Aqu¨ª confiamos en la colaboraci¨®n y el sentido de colectividad¡±, consolida.
¡°Hay miles de ejemplos¡±, dice. ¡°Representantes de las empresas vienen aqu¨ª diciendo que quieren ense?arnos a emprender. Sin embargo, su soberbia les impide de entender lo que sabemos. Aqu¨ª emprendemos desde que nacemos, para sobrevivir, sin recursos y con creatividad, como las empresas son incapaces de hacer. Necesitamos amplificar nuestra propia voz, por ejemplo, a trav¨¦s de entrevistas que se publiquen en medios de comunicaci¨®n. Ello eleva nuestra autoestima y nos permite creernos nuestros sue?os. Necesitamos autonom¨ªa, educaci¨®n de calidad, que no es la que nos traen las empresas y ni la administraci¨®n p¨²blica¡±, denuncia. Sobre las universidades, dice que la apoyan: ¡°Vienen nutricionistas a investigar lo que hacemos y nos dan consultas gratis, que no podr¨ªamos pagar porque rondan los cien euros¡±.
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