Uganda combate una cepa de ¨¦bola para la que no hay vacuna ni tratamiento
Un doctor de M¨¦dicos Sin Fronteras relata la batalla que est¨¢n librando contra un brote declarado el pasado septiembre y que ha dejado por ahora 55 muertos
Soy m¨¦dico y trabaj¨¦ ininterrumpidamente para M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) entre 2003 y 2017. Mi especialidad son las enfermedades infecciosas, por lo que he estado en diferentes brotes de c¨®lera, ¨¦bola y tambi¨¦n en crisis alimentarias.
De mi larga trayectoria en MSF, creo que la experiencia que m¨¢s me marc¨® fue el brote de ¨¦bola de 2014 en ?frica occidental. Me enviaron como coordinador m¨¦dico para inaugurar un proyecto en Monrovia en el momento ¨¢lgido del brote. Fue una experiencia verdaderamente traum¨¢tica porque no pod¨ªamos ofrecer un buen nivel de atenci¨®n, ya que el n¨²mero de pacientes nos superaba.
Durante el brote en ?frica occidental atendimos a m¨¢s de 20.000 personas en un a?o, mientras que, en los 20 a?os anteriores, solo hab¨ªamos tenido 2.000. Fue un privilegio, y muy estimulante desde el punto de vista cient¨ªfico, trabajar en este brote y tratar de encontrar soluciones pr¨¢cticas. Me record¨® a los viejos tiempos del VIH. Yo era un joven m¨¦dico cuando se propag¨® aquel virus y ve¨ªamos morir a tanta gente joven; nos sent¨¢bamos por la noche a hablar de lo que pod¨ªamos hacer para mejorar los cuidados. Fue muy traum¨¢tico, con 50 muertos al d¨ªa, como si estuvi¨¦ramos en guerra. Por otro lado, era muy estimulante trabajar duro e intentar encontrar soluciones cl¨ªnicas.
En el Hospital de Referencia de Mubende, en el centro de Uganda, ahora mismo tenemos dos ¨¢reas. Una de ellas es el Centro de Tratamiento del ?bola (ETC, por sus siglas en ingl¨¦s), que es donde actualmente trabajo. Antes ten¨ªamos casos sospechosos y confirmados, pero cuando comenzaron a llegar m¨¢s casos nos vimos obligados a convertir el ¨¢rea de sospechosos en confirmados para acomodar a todos. Desde el pasado septiembre, combatimos un nuevo brote de la cepa sudanesa, para la que no hay vacuna ni tratamiento, y que ha dejado 55 muertos por ahora.
Tienes que hacer cosas que van m¨¢s all¨¢ de tu ¨¢mbito de actuaci¨®n normal. Yo hac¨ªa la ronda de la sala, y me encontraba poniendo v¨ªas, limpiando a alg¨²n enfermo, realizando cuidados de enfermer¨ªa, dando atenci¨®n m¨¦dica, haciendo limpieza, vigilando. Tenemos que centrarnos en las cosas que tienen m¨¢s impacto. La atenci¨®n sanitaria es importante, por supuesto, pero tambi¨¦n lo es la dignidad de los pacientes.
El ¨¦bola es una enfermedad muy antigua. Cuando entra en el cuerpo observas una reacci¨®n masiva, ves un deterioro muy r¨¢pido. Quienes la han contra¨ªdo igual pueden caminar cuando llegan, pero luego el deterioro es rapid¨ªsimo.
Tenemos que volver a mejorar la estructura del ETC para que los m¨¦dicos y el personal sanitario puedan moverse por el interior. As¨ª pues, en cuanto a la estructura, espero que el nuevo ETC mejore de alg¨²n modo esta parte, porque trozo del ETC est¨¢ dise?ado para poder ver a los ingresados desde el exterior, sin tener que ponernos el equipo de protecci¨®n individual (EPI). Es una gran idea. Necesitamos tener una visibilidad clara de todos ellos y estar all¨ª las 24 horas del d¨ªa. Con el EPI no podemos hacerlo.
El EPI limita mucho la capacidad de intervenci¨®n. Con este virus hay que tener mucho cuidado con lo que se hace, pero, por otro lado, estos trajes reducen el trato humano. Adem¨¢s, cuando tienes que encontrar una vena, con los guantes no es f¨¢cil, no tienes facilidad de movimiento, dificultan las interacciones con los pacientes y tambi¨¦n la capacidad de darles la mejor atenci¨®n.
Y tambi¨¦n sudamos. Yo no llevo las gafas all¨ª dentro, as¨ª que no puedo ver bien de lejos; ahora me estoy haciendo mayor y tampoco veo bien de cerca. Sin gafas tengo la visi¨®n limitada. El sudor y el calor en el interior limitan la eficacia del EPI, aunque es mejor que antes y se ha perfeccionado en este aspecto. Tenemos EPI ligeros que nos protegen y nos permiten aguantar m¨¢s tiempo.
Por muy bueno que sea esto, lo m¨¢s decisivo es poder monitorizar y ver al paciente desde fuera. Puedo observarlo cada segundo, puedo tener una persona revisando los signos vitales y comprobando la progresi¨®n. Sabemos que la enfermedad evoluciona, as¨ª que quiero ser capaz de actuar r¨¢pidamente. Si veo que su saturaci¨®n est¨¢ bajando, entro y le doy ox¨ªgeno, verifico el ritmo card¨ªaco, puedo darle fluidos. Este tipo de monitorizaci¨®n continua es lo que nos permite intervenir a tiempo.
Es crucial recibir a los pacientes pronto y ser agresivos en el manejo cl¨ªnico. Esto es clave para la supervivencia del individuo
Una cuesti¨®n preocupante es la llegada tard¨ªa de los enfermos, cuando el ¨¦bola est¨¢ muy avanzado, pues todo resulta m¨¢s dif¨ªcil. Por eso es crucial recibir a la gente pronto y ser agresivos en el manejo cl¨ªnico. Esto es clave para la supervivencia del individuo. Los estudios demuestran que, si este ingresa al segundo o tercer d¨ªa de la enfermedad, aumenta la probabilidad de supervivencia. Es fundamental que se sepa esto.
Es muy duro darse cuenta de que tu paciente no va a sobrevivir, que no va a conseguirlo. Sabes que har¨¢s todo cuanto est¨¦ en tu mano, pero cuando se presentan los s¨ªntomas m¨¢s graves, te das cuenta de que no hay posibilidades. Y aun as¨ª, esa persona sigue viva, se aferra a ti. Recuerdo una ocasi¨®n en la que atend¨ª a un hombre que, un poco alterado, me agarraba de la mano y me ped¨ªa por favor que me quedara con ¨¦l. Caes en la cuenta de que va a morir.
La otra cara de la moneda es la alegr¨ªa que sientes por cada persona que sale adelante. El otro d¨ªa dimos de alta a seis supervivientes y fue una fiesta. Como mecanismo para superar situaciones dif¨ªciles, ayuda mucho. Cada vez que das de alta a personas que se han recuperado de la enfermedad, respiras aliviado.
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